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11.02.08 | Juan Manuel Muñoz (3919 lecturas)

Crisis de jóvenes estrellas en el baloncesto femenino

Vuelvo a retomar los artículos sobre baloncesto femenino a día 7 de Febrero después de un período de ausencia justificado.

Podría comentar distintos temas de actualidad pero dadas las circunstancias creo que es mejor continuar reflexionando sobre temas que no caducan tan fácilmente con el tiempo.

En primer lugar quiero aclarar que el título de este artículo se refiere al baloncesto femenino a nivel mundial, no sólo al español en particular.

Analizando las plantillas de las selecciones nacionales más importantes y de los equipos más importantes en la Euroliga, lo cierto es que las jugadoras más destacadas en estos equipos suelen ser jugadoras que llevan ya un tiempo al máximo nivel o de una edad avanzada para lo que es el baloncesto profesional. Las jugadoras jóvenes que puedan tomar el relevo de estas grandes jugadoras no se vislumbran de momento o tienen un camino tan largo por recorrer para llegar a ese nivel que sería precipitado pensar que pueden llegar a ser jugadoras tan importantes como algunas de las que siguen en activo.

En el Ros Casares destacaría a Aguilar (31), Tornikidou (42), Milton (33), Palau (28), Douglas (28) y Baranova (36). En el CSKA, a Stepanova (29), Wauters (27), Valdemoro (31), Hammon (30), Powell (25). En el Spartak, a Thompson (33), Jackson (26), Taurasi (25), Millar (29), Bird (27). La tónica general es que las jugadoras más importantes de los mejores equipos de la Euroliga son jugadoras veteranas o jugadoras de mediana edad pero ya consagradas desde hace varios años. Hay algunas excepciones como Gruda (20), Jekabsone (24) o Augustus (23), que a su edad ya han demostrado su valía en competiciones internacionales, pero hay un vacío generacional. No hay apenas jugadoras de entre 20 y 25 años del nivel de las que había hace unos años (las actuales estrellas).

Si analizamos las selecciones más importantes, EEUU está asumiendo un cambio generacional. La generación de Leslie, Griffith, Swoopes, Thompson, Milton...que lo ganó absolutamente todo, está dando paso a una generación de jugadoras jóvenes liderada por Taurasi y esta nueva generación no tiene la misma combinación de calidad individual y capacidad atlética que sus antecesoras. Cuando algunas de estas veteranas faltaron en el último Mundial el resultado fue una medalla de bronce.

Australia ha manteniendo el mismo bloque en los últimos años combinando jugadoras veteranas como Harrower, Bevilaqua y Whittle con jugadoras de mediana edad pero ya experimentadas como Jackson, Taylor y Snell. Este fue el equipo campeón del mundo y ahora mismo no se vislumbran jugadoras menores de 25 años que puedan tener importancia en la selección en un futuro inmediato.

Algo parecido se puede decir de Rusia con Rakhmatulina, Korstin, Schegoleva, Stepanova, Arteshina, Vodopyanova, Abrosimova y Ossipova. Es el mismo bloque de jugadoras desde hace años y las pocas jugadoras que hay menores de 25 años tienen una participacíon anecdótica.

La columna vertebral de Brasil en los últimos años la han formado Helen Luz, Arcain, Castro y Alessandra Santos. Tres de estas jugadoras superan holgadamente la treintena.

España no es una excepción: Aguilar (31), Valdemoro (31), Palau (28), Montañana (27) y Fernández cuando está (26) son las jugadoras que vienen marcando diferencias. Núria Martínez todavía no ha despuntado con la selección y Silvia Domínguez aún debe crecer como jugadora en su equipo para competir al nivel de las jugadoras más veteranas en la selección. Sirva como dato que en el último Europeo sólo había 2 jugadoras menores de 25 años en una lista de 12 (Martínez y Pascua) y jugadoras como Herradas (29) y Morales (28) que disputaron muy pocos minutos en el Europeo fueron incluidas en la lista con preferencia sobre jugadoras jóvenes que podrían haber cumplido un papel similar y coger algo de experiencia. Que conste que no critico la inclusión de estas dos jugadoras en la convocatoria ni el criterio del seleccionador, sino que me parece relevante que para esos puestos fuera ese perfil de jugadora el elegido en lugar de el de una jugadora joven como Domínguez, Pina, etc. También en la selección española se aprecia ese vacío generacional.

En resumen, en el baloncesto femenino actual apenas hay jugadoras de entre 20 y 25 años que marquen diferencias a nivel internacional. Este es el perfil de jugadora al que me refiero al mencionar "crisis de jóvenes estrellas" porque creo que es una edad en la que las grandes jugadoras ya deben empezar a destacar.

A las jugadoras menores de 20 años que están comenzando su etapa profesional no se les puede exigir eso y no es momento de juzgarlas sino de esperar un tiempo para ver cómo se adaptan al baloncesto profesional. Ni siquiera los campeonatos internacionales de selecciones inferiores son una referencia válida sobre el futuro de una generación de jugadoras y no hace falta remontarse muchos años atrás para ver algunos casos sin salir de España. En categorías de formación el resultado es secundario y es algo que se olvida fácilmente. La excesiva repercusión y cobertura informativa que en mi opinión se da a estos campeonatos de formación lleva a los técnicos a buscar un resultado y a descuidar el aspecto formativo que debería ser el más importante. No deja de ser triste que algunas jugadoras, al finalizar su carrera deportiva, hayan tenido sus mayores éxitos en categorías de formación.