| Honor y gloria a Pepe |
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Sólo alguien sin sangre en las venas era capaz de jugarse ese triple. En uno de esos momentos en los que sólo brillan las verdaderas estrellas, Pepe Sánchez enseñaba a su equipo el camino que lleva a Atenas con un triple que hacía llorar de alegría a su afición. Unas gargantas que pocos segundos antes enmudecían con cada tiro libre de los suyos estallaban de emoción ante el inesperado arrebato del argentino a falta de 7 segundos. Nada más tocar la red, el triple de Pepe había pasado ya a la galería de momentos históricos del baloncesto malagueño, justo detrás de otros tan recordados como el de Michael Ansley en 1995 o el de Jorge Garbajosa hace ya casi un año.
“VisitGreece”, se podía leer en las vallas publicitarias del Carpena esta tarde en los prolegómenos del encuentro. Lagarto-lagarto, pensaban algunos. La baja de Santiago pesaba en el ánimo de los aficionados, y más observando el calentamiento de los azulgrana, con un Fran Vázquez que metía todo lo que tiraba desde esa “X” que parece tener marcada a 4 metros del aro. Efectivamente, el gallego demostró su buena mano durante el partido, sobreponiéndose a la presión que parecía atenazarle en sus últimas visitas a Málaga y a los gritos de “pesetero” que le dirigía algún sector de la grada (habría que recordarles lo que ingresó el Unicaja gracias a su traspaso). Pero Ivanovic, en una decisión que hará correr a buen seguro ríos de tinta, hizo lo peor que se puede hacer a un jugador en estos casos: cortar su racha. Al mandar a Fran al banquillo, echó por tierra buena parte de las posibilidades del Barcelona de llevarse el partido.
Nadie sabe cuál será el rendimiento de Unicaja en la Final Four; aguarda en semifinales el CSKA, que hoy se empeñó en meter miedo con su soberano “repaso” al Maccabi, y sin Santiago para hacer frente a Smodis, Andersen y compañía a buen seguro que será empresa difícil. Pero seguramente Scariolo tendrá guardado algún as en la manga; esta vez fue Marcus Brown, que hoy sí fue el de las grandes ocasiones, o el propio Marko Tusek, que con dos partidos magníficos en este playoff parece ganarse día a día su renovación. Ir “de tapados” a Atenas puede ser en principio beneficioso para los malagueños, que a buen seguro no serán un convidado de piedra en la fiesta griega.
Pero esta vez fue Pepe el que acudió al rescate. Seguramente, si se cumplen las previsiones más agoreras, esta sea su última temporada en el Unicaja; su carácter y enfrentamientos con Scariolo, unidos a lo elevado del coste económico de su renovación pueden hacer que el base argentino abandone el club donde ha logrado sus mayores éxitos (si exceptuamos la Euroliga 01/02 conseguida con el Panathinaikos). Se habla de Mario Fernández, una especie de “Pepe” a la española; gran director de juego, con capacidad de sacrificio para el equipo, no especialmente anotador pero de gran efectividad… grandes virtudes que, unidas a su juventud, le convierten en el mejor proyecto de base (si exceptuamos a Ricky Rubio) del baloncesto nacional. Pero a día de hoy, prescindir de un jugador tan decisivo como Sánchez sería para Unicaja un gran error, un inmenso error.
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