Amigo Nate |
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Ahora que ya empiezan las ligas de verano y la actividad en los despachos, quería echar la vista atrás y hablar un poco de la figura de Nate McMillan, entrenador de los Blazers, y que ha recibido durante la pasada temporada infinidad de palos, muchas veces injustificados, desde España.
En mi opinión, Nate McMillan es un entrenador como la copa de un pino. Ahí está el ejemplo de Seattle, a los que llevó hace dos años (parece una eternidad) a las semis de conferencia, donde cayeron 4-1 contra los Spurs. Sin cambios excesivos en la plantilla,…bueno, sin Nate en el banco, al año siguiente no se entraba en playoffs. Seattle se negó a dar a "Mr Sonic" lo que pedía para seguir en el banco. Éstos jugaban un baloncesto alegre, y los resultados eran buenos. Luego llegaron los BOBos: Weiss, Hill…y el principio del fin.
Así, Mr Sonic tenía que dejar la nave sónica, y para más INRI, acababa en los Blazers, históricos enemigos en el Noroeste americano, algo que dolió, y mucho, en Seattle. Y llegaba con una misión clara: reconstrucción desde los cimientos, acabar con la imagen de "Jail Blazers" y devolver al equipo a los playoffs. Y tenía tiempo para ello, ya que su contrato se firmo por 4 años con opción a una quinta temporada.
Acababa la primera temporada con tan sólo 21 victorias. Era lo normal, y desfilaban los Stoudemire, Bonzi Wells, Patterson…seguía la limpieza y llegaba sangre joven, procedente del draft en forma de Brandon Roy (al que McMillan llevaba siguiendo hacía tiempo en Seattle), LaMarcus Aldridge y nuestro Sergio Rodríguez. La temporada acaba con 32 victorias para los Blazers, 11 más que el primer año de McMillan. Él sigue cumpliendo sus objetivos, y ha sabido cambiar su discurso, sabiendo que no podía jugar tan ofensivo como lo hacía en Seattle, ajustándose a los jugadores que tienen, maximizando su número de victorias. Este año, sigue ya la última fase de la limpieza, quitándose de encima el lucrativo contrato de Z-Bo, cortando a Francis, y vamos a ver qué pasa con D-Miles, todo el año lesionado, al que también buscan destino. Y sigue llegando gente joven, si el año pasado pillaron 4 primeras rondas, este año 3, a parte de la bendición del número 1 de Oden, siguen apostando por el talento europeo (el año pasado Freeland y Sergio) con el finés Petteri Koponen y Rudy Fernández.
Y desde España le han llovido palos, por los pocos minutos que en ocasiones ha recibido Sergio, que llegaba con 19 años al inicio de temporada, con escasos conocimientos de la lengua inglesa. Está claro que todos queremos que el Chacho juegue 35 minutos por noche, y que era el mejor base de la plantilla, mejor que Dickau, y con mas talento que el reconvertido Jack. El Chacho ha tenido su campaña de
aclimatamiento, y viendo muchos otros rookies elegidos antes que él que apenas han jugado (Brewer en Utah, Obryant en GS, Armstrong y Simmons en NOK o Sene en Seattle… bueno lo de Sene es otra historia), ha tenido suerte de caer en manos de McMillan, que siempre ha dado oportunidades a los jovenes, como ya hizo en Seattle con Ridnour, en Portland sigue haciéndolo. Portland sigue creciendo de la mano de Mr. Sonic, ése es su papel, y el Chacho debe seguir creciendo con la franquicia. No empecemos la casa por el tejado.