| Nombre en clave: Renzi |
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Historia de un jugador que ha quedado marcado a pronta edad sin tener él directamente culpa alguna. Su nombre siempre será asociado a un lío truculento propio de películas de mafiosos o de la Italia sureña de otros tiempos. Y es en el país transalpino donde situamos el hecho que ocupará las próximas líneas.
Historia de vendetta, perdidas de fichas que aparecen escondidas en un cajón, dimisiones, sanciones, el nombre de un joven jugador como disparadero de la situación y una histórica societa’ metida en un problema gravísimo. Propio de una crónica de sucesos.
El lío tomó como nombre “Caso Lorbek” pero habría que ir al principio de la historia para comprender mejor el asunto. Andrea Renzi es un ala-pívot nacido en 1989 de 2,10 m y una firme promesa del pallacanestro. Este genovés criado en la cantera de Livorno ha supuesto, a sus 18 años, y sin quererlo, un perjuicio enorme a la Benetton, que mucho tendrá que demostrar en la pista para equilibrar la balanza. Todo esto sin haber siquiera saltado a la cancha de manera regular con el primer equipo. Luego volveremos al nombre de Renzi, por ahora sirve haber explicado quien es el jugador y que pertenecía a las categorías inferiores de Livorno.
Benetton había empezado la campaña con una remodelación en el despacho. El mítico GM, Maurizio Gherardini, abandonaba rumbo NBA Treviso y su puesto era ocupado por Fadini. No se afinó en el apartado de fichajes y la temporada comenzaba convulsa, jugadores lesionados (Frahm) o jugadores que no daban la talla o simplemente escasos de calidad (Nick George) hacían necesario un segundo esfuerzo en pocos meses. Seguían dando altas y bajas y haciendo fichas, bordeando el límite situado en 18 fichas según la reglamentación de la LEGA. En invierno aterrizaba tras un mal papel en ACB y como cedido Erazem Lorbek, que tras haber hecho ficha profesional también al joven Gino Cuccarolo, contaba como la numero 19, sobrepasando el limite de 18 fichas. Gravísimo error que no se destapa de cara a la luz publica hasta tiempo después, justo tras ganar Benetton la Coppa Italia. Pero ¿Quién abre el fuego y destapa el caso? ¿Quién da el primer paso?
En el seno del Montepaschi Siena no sentó muy bien el fichaje a base de talonario por parte de Benetton del joven Renzi, al que tenían bien ojeado y que pertenecía a su equipo convenido, el Livorno. El dinero que le prometió Fadini, GM de Benetton, hizo que Andrea se decantase por los de Treviso. Así pues la comandancia de Siena juró vendetta aquel mismo día y tuvo su oportunidad quizás mas pronto de lo esperado, unos meses después. Dinero, agravio y vendetta, sacado de una película, lo que les decía. Solo hacía falta encontrar un cómplice, un compañero de viaje. Y el caldo de cultivo para que esto sucediese se dio el 31 de Enero con la ciudad de la mozzarella y el Vesubio como testigo. Napoli se jugaba un histórico pase al top16 y Benetton era el rival. Una victoria bastaba y parecía que así seria, ante un equipo del mismo país y llegados al último cuarto con ventaja cómoda napolitana. Pero nada mas lejos de la realidad, Benetton lejos de suspicacias cumplió su cometido y ganó el partido aunque no se jugaba nada, 62-64, resultado doloroso que desató la volcánica ira de una ciudad sometida a la influencia vesubiana. Otra vendetta que debía ser cumplimentada.
Y así, de este modo, se cruzaron los caminos de Siena, Napoli y Benetton. Caprichoso destino. Con la coppa recién ganada por los trevisanos y coleando aun en Napoli la eliminación de la euroliga salta el escándalo. El caso de las fichas alcanza a la prensa, debidamente comunicada por “algún” club de la LEGA, y ya no hay marcha atrás, todo cae como un castillo de naipes, con la misma celeridad, con el mismo resultado. Benetton inmediatamente deja de alinear a Erazem Lorbek para que, una vez destapado el caso, no se impugnasen los partidos. Su agente, Balducci, le mueve a Roma, tercer equipo en lo que va de temporada para el pívot de Kranj.
La situación sale a la luz partiendo de Siena vía Nápoles con el presidente napolitano enredando en el tema. No obstante Benetton intenta por todos los medios negar la inevitable, e insoportable, realidad. Se asegura que la ficha del esloveno no es la ficha numero 19 y tratan de esconder la ficha del joven Gino Cuccarolo, hecho profesional el pasado verano, y hacerla pasar como ficha júnior. Para tal cometido Fadini y Cirelli cuentan con la colaboración del secretario de la LEGA, viejo amigo, y le piden que se olviden de la ficha de Cuccarolo y la escondan. Y así se hace hasta que la situación es investigada y ya no se sostiene. El caso tocaba a su fin, la vendetta se consuma, Benetton Treviso debe hacer frente a una sanción federativa de 18 puntos. Al final es recurrida y se quedan en 15 los puntos a restar, cosa que no impide que los de Treviso deban renunciar al trienio de euroliga, a jugar en competición europea y a rozar puestos de descenso y no alcanzar finalmente los puestos que dan acceso al playoff. El tramposo justamente atrapado, preso del desastre de su gerencia y los posteriores desmanes al intentar esconder lo obvio incurriendo en delito.
La historia se salda con la defunción profesional de los señores Andrea Fadini, Andrea Cirelli, ambos participes por parte trevisana y destituidos por el patrone Buzzavo, y Mássimo Zanetti, ex secretario de la LEGA. Treviso verá basket europeo gracias a la ampliación e invitación por parte de la ULEB a la segunda competición continental y deberá trabajar duro para recuperar el prestigio labrado durante décadas y que fue destruido en meses, siempre fue más fácil destruir que construir. Marco Atripaldi será el encargado de comandar y revitalizar el sueño verde trevisano.
La vendetta fue consumada desde Siena, Napoli ejerció de disparador y la justicia italiana como brazo ejecutor para castigar al tramposo. Historias que atañen mas a los sucesos que a los deportes y entrañan una malvada conclusión sobre en que se ha convertido el pallacanestro, alejado de la gloria pasada y del poderío económico de la época dorada. Pero nada es excusa para que nos devuelvan al basket italiano con el que crecimos, orgulloso de si mismo, fuerte deportiva y societariamente, emblema deportivo. Al menos que no tenga que avergonzarse de casos como el de Lorbek, o mejor dicho, como el de Renzi, Andrea Renzi. Historia de una vendetta, a propósito de Renzi.
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