La noche NBA nos dejó con algunos partidos aburridos.

La NBA preparó a principios de temporada la esperada jornada navideña de la mejor liga de baloncesto con los, teóricamente, mejores encuentros posibles. David Stern y sus compañeros de trabajo escogieron a Chicago, Brooklyn, New York, Miami, los dos equipos de Los Angeles, Oklahoma City, Houston, San Antonio y Golden State como estrellas del día más especial de la regular season, en el que los partidos se retransmiten en la televisión nacional, los jugadores aprovechan para presentar en sociedad sus últimos modelos de zapatillas, y las empresas de marketing intentan innovar (con más o menos acierto) con las camisetas de juego.

Pero poco esperaba la NBA, al igual que los aficionados y los especialistas, que Brooklyn y New York estarían jugando actualmente a un nivel pésimo, o que Rose y Kobe volverían para lesionarse de y sus respectivos equipos sufrirían para ganar. Con este panorama, realmente solo hubo un partido de los cinco disputados en el que la emoción estuvo a flor de piel: la visita de los Clippers a los Warriors. Chicago y Oklahoma City aburrieron a los espectadores abusando de las dos franquicias de New York City, mientras que Miami jugó a medio gas y no tuvo demasiados problemas para vencer a los Lakers y Harden se ocupó de destrozar en el último cuarto a los Spurs.

El ex jugador y actual analista de la ESPN Jalen Rose habló en la previa del encuentro entre los californianos y los Heat sobre una idea que estuvo en el aire durante toda la jornada de ayer, más después de haber visto los dos primeros partidos del día: la posibilidad de que la NBA pudiera modificar el calendario de la jornada de Navidad. Rose afirmó que ”hoy no deberían haber jugado ni New York ni Brooklyn, sino Indiana y Portland”.

Y es que, con todos los respetos, apetecía poco ver un bizarro Bulls contra Nets, o cómo Westbrook y Durant abusaban de una banda de jugadores a la que no se le puede llamar equipo, o cómo Wade y James hacían lo que querían ante un conjunto sin base ni organización… Mientras, en un sofá de casa, hombres como Paul George, LaMarcus Aldridge, e incluso los divertidos Suns, se preguntaban por qué no podían jugar durante el día de Navidad.

La NFL, un ejemplo de liga tanto en competición como en marketing, puede modificar el calendario para Navidad, como el periodista del Sun Sentinel Ira Winderman recordó a LeBron James, mientras que el actual MVP se limitó a responder con una sonrisa. Creo que, después de lo visto ayer, Adam Silver debería considerar poder ‘flexibilizar’ los partidos de esa jornada tan importante. Porque no queremos ver una noche de Navidad igual de fría que la de este año.