Imagínense todo lo que ha cambiado el baloncesto internacional desde 1998, cuando Kim Joo Sung hizo su primera y única aparición en un campeonato mundial de la FIBA. El pívot de 2,05 sólo tenía 18 años cuando llegó a Atenas para tomar parte en aquel torneo con Corea. Desde 1998, han pasado muchas cosas sorprendentes en el panorama internacional.

Un Kim adolescente no demostró todo lo que podía dar, pero los coreanos tienen ahora la oportunidad de regresar con su equipo nacional a la Copa del Mundo tras acabar en la tercera posición del FIBA Asia 2013. Probablemente Kim no acuda como estrella a la Copa del Mundo, pero sí que ha jugado un papel importante en determinados momentos para su país. Sin ir más lejos, en el partido por el bronce y la última plaza para la Copa del Mundo contra Tapei consiguió 12 puntos y ocho rebotes en 28 minutos de juego para ganar por 75-57.

“Cuando era adolescente fue cuando tuve la oportunidad de ir a la Copa del Mundo. Ahora mi equipo me demanda no por mis números, sino por el liderazgo”, dice Kim a sus 34 años. “Estoy tan entusiasmado como aquel chaval que fue a Atenas en 1998. Quiero hacer un gran papel”.