La base de Badalona ha tenido un debut brillante en la WNBA, dirigiendo a las New York Liberty a las órdenes del mítico pívot de los Pistons

Sólo hay dos españoles que pueden presumir de haber sido bases del equipo profesional de Nueva York. Uno es el 'Chacho' Rodríguez, que jugó en los Knicks en 2010. La otra es la badalonesa Anna Cruz , que esta temporada dirige el juego del New York Liberty de la WNBA. En su debut en la liga, Anna Cruz explotó siendo la jugadora mejor valorada del equipo en el triunfo en Connecticut, 54-75. El pasado sábado se estrenó ante Chicago Sky en casa.

¿Cómo es jugar en el Madison?
Impresiona mucho, es una pasada. Era el primer partido aquí del equipo después de dos años jugando en New Jersey y vinieron 10.000 espectadores a vernos. Hubo un espectáculo especial y fue todo muy impactante.

¿Cómo surgió esta posibilidad?
Estaba con mi equipo ruso (Nadezhda Orenburg) cuando mi agente (Nicolás San José) me llamó para informarme que había esta opción, que podía probar en el traning camp. Es algo raro porque las jugadoras americanas están muy valoradas y les cuesta más traer a alguien de fuera pero querían que estuviera dos semanas para ver si les podía encajar. Me fueron bien las cosas y aquí estoy. Cuando llega una oferta así no se puede decir que no. Yo siempre había tenido ganas de probarlo y me tiré a la piscina.

¿Con contrato garantizado?
Sí, hasta final de temporada si no pasa nada malo.

¿Tuvo dudas de que esta aventura pudiera complicar su presencia en la Selección?
Bueno, si había un año en el que se podía probar era este. Si no llegamos a playoff, la temporada acaba el 17 de agosto (el Mundial empieza el 27 de septiembre) así que podría hacer las dos cosas si en la Selección quieren contar conmigo. Estaría encantada. Después de no haber podido estar en el Europeo del año pasado tengo ganas de demostrar que puedo estar en el Mundial.

Es la única jugadora no estadounidense del equipo. ¿Está notando mucho la barrera cultural?
Más que nada es la barrera idiomática. Cuando llegué aquí pensaba que controlaba un poco y resulta que mi inglés es macarrónico comparado con el de aquí, a veces parezco un Teletubbi. Al principio estás un poco sola y ves que todo el mundo habla rápido y no vocaliza mucho. Es más difícil aún jugando de base, una posición en la que debes tener una buena comunicación. Poco a poco las compañeras me han ido ayudando, especialmente Essence Carson, con la que jugué en España, o Delisha Milton , que también estuvo en Liga Femenina.

Y luego va y se sale en el primer partido: 11 puntos, 9 rebotes, 4 recuperaciones... ¿Lo esperaba?
Que va, no esperaba ni ser titular. Apenas llevaba unos entrenamientos y me ponen, estaba encantada pero con mucha responsabilidad. Fue de aquellos días que sale todo redondo y acaba siendo un buen partido. Igual se creyeron por un momento que soy Michael Jordan y no. Seguro que habrá días peores.

De entrenador tiene a Bill Laimbeer, aquel pívot digamos que poco simpático de los Bad Boys de Detroit. ¿Cómo es como técnico?
Bastante exigente pero ya me va bien. Los entrenamientos son duros y acabo cansada. Exige estar con los cinco sentidos y yo no puedo hacer otra cosa porque también habla rápido y si no estoy atenta a veces me pierdo. En término de basket, de todas formas, se comprende todo bien.

Acabó la liga rusa con el subcampeonato y siendo nombrada mejor base de la competición. ¿Qué valoración hace?
Muy buena. Al principio costó porque las cosas no fueron muy bien al equipo pero hubo un cambio de entrenador y todo fue a mejor.

¿Desde cuándo juega de base? En el Rivas la recordamos como escolta.
Sí, es verdad. Desde siempre había podido ayudar a subir el balón ocasionalmente pero nunca 30 minutos. Mi puesto era de 'dos'. El Rusia he jugado de 'uno' y estoy contenta de haber hecho este salto porque es algo que me hace más versátil. Al final, me da igual, juego de lo que me echen.

¿Seguirá en el Nadezhda?
Sí, tengo contrato por un año más con opción a otro.

Orenburg y Manhattan deben ser como la noche y el día...
Totalmente. Son polos opuestos. No estoy en Manhattan pero hay una diferencia abismal. En Orenburg no me venía nadie a ver y aquí espero tener visitas.

¿Es muy distinta la rutina de preparación de un equipo WNBA a uno europeo?
Sí, bastante. Aquí nos entrenamos una vez al día pero con mucha dedicación. Llegamos al pabellón una hora y media para prepararnos y vendarnos, y los entrenamientos son de dos o tres horas, así que te pasas toda la mañana. Es todo muy profesional y he 'flipado' mucho con todo. Van un paso por delante y si necesitas algo lo tienes al momento.

¿Alguna jugadora o rival que le haya impresionado por ahora?
A algunas las conocía porque había jugado contra ellas en Europa pero cuando tienes a Tina Charles o a Cappie Pondexter en el equipo las 'padeces' cada día. De rivales, el otro día jugamos contra Elena delle Donne y es impresionante por su estatura y calidad. Puede postear o tirar triples desde ocho metros.