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Dante es hijo de Cecil Exum, un antiguo miembro de la Universidad de North Carolina que fue compañero de nombres tan sonoros como los de Michael Jordan, James Worthy, Brad Daugherty o Sam Perkins. Tras ser elegido por Denver Nuggets en novena ronda del draft de 1984, la carrera profesional de Cecil le llevó a peregrinar por diversos países hasta encontrar acomodo definitivo en Australia. Allí jugaría en los Geelong Supercats, en los North Melbourne Giants y en los Melbourne Tigers. Y sería en Melbourne dónde nació Dante en el mes de julio de 1995. Un niño que no vendría solo, pues 18 minutos después llegaba su hermana gemela, Tierra.

El chico empezó a prácticar el baloncesto de manera organizada en la Keilor Thunder Basketball Association. Sus evoluciones pronto le hicieron entrar en el radar del AIS (Australian Institute of Sport), un centro estatal de alto rendimiento en el que se formaron jugadores como Andrew Gaze, Luc Longley, Andrew Bogut o Patrick Mills. Así, en enero de 2011 Dante se trasladaba a Canberra para asistir (y defender su camiseta en los Campeonatos Nacionales de High School, como otros miembros del Instituto del Deporte antes que él) al Lake Ginninderra Secondary College, un centro de educación secundaria vinculado al AIS, recibiendo una beca deportiva con 15 años, uno antes de los parámetros habituales.

Sería en el centro de alto rendimiento dónde sus hazañas comenzarían a ser conocidas entre los profesionales del baloncesto australianos. A los pocos meses de su aterrizaje, el equipo del AIS que dirigía Ian Staker (que el año en que nació Exum entrenaba a su padre en Geelong) viajaba a China para realizar una gira de exhibición en la que también participaba un combinado americano formado por ex jugadores universitarios. En el enfrentamiento contra estos, Dante encestaba 25 puntos en el último cuarto, incluido un triple sobre la bocina para forzar la prórroga.

Su continua progresión asombraba a propios y extraños y poco después Brett Brown, el seleccionador australiano (otro que como asistente había entrenado a su padre en los Melbourne Tigers) le invitaba a una concentración de la selección absoluta, rompiendo el record de precocidad conseguido por el mítico Andrew Gaze. Todavía tenía 15 años y en Australia todas las miradas se posaban sobre él. Muchas cosas habían pasado en muy poco tiempo.

En agosto de 2011, recién cumplidos los 16, el nombre de Exum empezó a sonar en el circuito de ojeadores estadounidenses. Australia participó en el Adidas Nations de Los Ángeles, en el que Andre Drummond concitó las miradas y los elogios de todos. En un evento en el que también destacó gente como Kyle Anderson, Shabazz Muhammad, Steven Adams o los gemelos Andrew y Aaron Harrison, Exum fue unánimemente reconocido por todos como el mejor prospect de Australia, aunque pocos le señalaron como futuro NBA.

De ahí que su auténtica irrupción internacional llegara en el verano de 2012. Exum viajó a Europa para participar en el Mundial U17 de Lituania, nido habitual de scouts NBA y prensa especializada. Como no podía ser de otra manera, se erigió en una de las sensaciones del torneo. En un campeonato en el que sobresalieron talentos del calibre de Jahlil Okafor, Dakari Johnson, Justise Winslow, Tyus Jones, Mario Hezonja o Zhou Qi, el aussie brilló individualmente como pocos, liderando además a la selección australiana hasta la final. En ella, su equipo no pudo hacer frente a la potentísima selección USA, pero sus 21 puntos y 6 asistencias le situaron entre los mejores hombres de la final. El MVP del torneo fue a parar a manos de Okafor, pero Dante formó parte del quinteto ideal.

Después de aquel torneo, Exum no sería un desconocido fuera de su país nunca más. Como demostró la atención que suscitó su nueva participación en el Adidas Nation, en el que Australia conquistó la cuarta plaza. Exum estuvo allí a la altura de Noah Vonleh, Trey Liles o los propios Okafor y Winslow. Su candidatura a primera ronda del draft cuando decidiese presentarse comenzaba a ser asegurada por todos.

Previsión que comenzó a quedarse corta la siguiente campaña, de vuelta a su hábitat natural en el AIS. En abril disputó el prestigioso Nike Hoop Summit, enfrentándose a una de las camadas de high-school de más calidad de los últimos años, con los reputadísimos Jabari Parker, Julius Randle, Noah Vonleh o Aaron Gordon (y teniendo como compañero a Andrew Wiggins), todos ellos rivales en el draft que se aproxima. Exum ofreció una buena imagen en la victoria del equipo internacional, anotando 16 puntos con buenos porcentajes en 22 minutos. Poco después fue invitado al Adidas Eurocamp de Treviso, con los mejores proyectos internacionales pero, aunque acudió al evento, una lesión en el pie le impidió competir en los entrenamientos y partidos.

Apenas un par de semanas después daba inicio el Mundial U19 de Praga, en el que el australiano se presentaba justo de forma. Su entrada en el campeonato fue por ello algo por debajo de su nivel, pero poco a poco fue carburando hasta llegar a tope a las eliminatorias, tras clasificar a Australia en la última jornada. Exum promedió más de 27 puntos en los 3 partidos definitivos y aunque finalmente se tuvo que conformar con la cuarta plaza, su demostración en la última jornada de la liguilla y en las eliminatorias posteriores fue determinante para su inclusión en el quinteto ideal junto a Aaron Gordon (MVP), Jahlil Okafor, Dario Saric y Vasilije Micic.

Antes del torneo, los scouts NBA no escondían sus altas expectativas en torno a su duelo contra USA en primera fase pues, a diferencia del Nike Hoop Summit o los diferentes partidos de exhibición, aquel sí era un partido oficial y, por tanto, dotado de una mayor fiereza competitiva. Pero acabó siendo un duelo frustrado, pues un Exum aún en fase de recuperación de la forma perdida era reservado por su entrenador, jugando sólo 11 minutos, en los que le dio para anotar 7 puntos pero perder 4 balones.

Y es que ese es uno de los aspectos que le convierten en un jugador misterioso y por el que algunos ojeadores y dirigentes mantienen su escepticismo sobre él. Tras finalizar el Mundial (y jugar unos pocos minutos con la selección australiana absoluta en el Campeonato de Oceanía), en diciembre Exum comandaba a Lake Ginninderra a la conquista del campeonato nacional de institutos de secundaria, tras haber perdido la final del año anterior. Jared Zwerling, colaborador del medio digital Bleacher Report, viajaba a Australia para realizar diversos artículos y reportajes audiovisuales sobre el camino de Exum hacia el título y todo lo que rodeaba el día a día de la estrella.

Pero aquello sucedía demasiado lejos de Estados Unidos. A ojos de muchos, pesaba demasiado que sus rivales de los institutos australianos nada tenían que ver con la competitividad en la que se movían Andrew Wiggins, Jabari Parker o Joel Embiid en NCAA. Una sensación acrecentada por su renuncia a asistir a un college americano y dedicarse a realizar entrenos individuales una vez se graduó tras concluir su etapa de 3 años en el AIS. Quedaban aún 6 meses para el draft, de los cuales el australiano pasó varios en Los Ángeles ejercitándose a las órdenes de Tim Grover, famoso por haber sido el personal trainer de tres de los más grandes guards de la historia de la liga como son Michael Jordan, Kobe Bryant y Dwyane Wade. De esta manera, sobre la dimensión real de Exum como proyecto NBA se ha generado cierto debate entre los profesionales: el hecho de que el australiano haya destacado sobremanera en competiciones internacionales, en la que las diferentes selecciones presentan un nivel físico inferior al del baloncesto USA, acaba repercutiendo en que algunos general managers le pongan un asterisco. Otros, en cambio, no tienen dudas. Tampoco ha ayudado el no verle jugar ningún partido de alto nivel prácticamente desde el pasado mes de julio.

Por otra parte, también cabe valorar que los análisis del juego de Dante se basan en referencias lejanas en el tiempo, en lo que era capaz de hacer entonces; un año de trabajo físico-técnico específico centrado en su entrada al draft y posterior salto a la liga da como para que haya una sensible evolución. Porque Dante Exum es un jugador muy especial.

Lo primero que llama la atención al verle evolucionar sobre la pista es su físico. Con 1.95 de altura (sin zapatillas; con ellas llega al 1.98) y 2.06 de envergadura, su estilizado cuerpo le otorga un excelente tamaño y longitud para actuar de base, la posición que ha ocupado mayoritariamente a lo largo de su trayectoria, y le podría permitir desenvolverse perfectamente como un shooting guard.

Y es que el de su ubicación en la pista es uno de los debates que le ha acompañado hasta ahora. En diversas entrevistas ha declarado que se ve a sí mismo como un point-guard y no como un escolta. Pese a ello, su juego y características técnicas le sitúan como un jugador un tanto híbrido entre las dos posiciones del backcourt. Dante tiene muchas (y muy brillantes) cualidades propias de un base nato, aunque también muestra carencias en algún aspecto básico que se demanda en el ABCD de dicha posición. Pero tampoco es un dos al uso pues, al margen de que se siente más cómodo como uno, si se le evalúa en la posición de escolta sus habilidades tampoco encajan plenamente en el perfil usual de ese puesto.

El australiano es un jugador de baloncesto altruista, capaz de llevar el peso anotador del equipo pero pendiente siempre de involucrar a sus compañeros en el juego ofensivo. Debido a su veloz zancada y mentalidad vertical, su baloncesto brilla sobremanera en transición. Exum es un talento descollante a campo abierto, capaz de subir el balón de manera fulgurante para finalizar por sí mismo o encontrar al compañero abierto. Cuando rebotea o recibe el primer pase, su primer instinto es comandar un contraataque, por lo que encajará fácilmente en cualquiera de los múltiples equipos que abogan por la transición como modus operandi primordial.

A media cancha, su juego se distingue por su versatilidad. Extremadamente rápido, dispone de muchos recursos en el 1x1, por lo que supera con facilidad a su defensor mediante cambios de ritmo y diferentes dribblings, siendo especialmente peligroso en el crossover. Una vez sobrepasa a su par con su eléctrico primer paso, ataca agresivamente la canasta y es capaz de finalizar por encima del aro, muchas veces sin importarle elevarse sobre los interiores rivales aprovechando la longitud de sus brazos, sus facultades atléticas y su buen toque. Un amplio porcentaje de los puntos del aussie vienen mediante estas acciones, ya sea materializando la canasta o forzando infinidad de faltas personales. También se muestra inteligente para explotar la atención defensiva que suscita cuando avanza hacia el aro, doblando el balón al jugador interior bajo canasta o encontrando al hombre abierto para el lanzamiento exterior.

En situaciones de pick and roll, Dante es un jugador creativo aunque con margen de mejora en la lectura de las múltiples variantes a la hora de atacar un bloqueo. Genera situaciones para sí mismo o para sus compañeros gracias a su velocidad y verticalidad, si bien, aunque generoso y con buena capacidad para asistir, no es un pasador genial. Tiene una notable visión de la cancha pero no es aún uno de esos bases que tienen controlados los movimientos de todos sus compañeros. Es en esa faceta, o en un flojo manejo con la mano izquierda que le lleva a botar prácticamente siempre con la derecha en situaciones comprometidas (de ahí que uno de sus dribblings preferidos sea fintar el cambio de mano de derecha a izquierda para salir abierto hacia su lado bueno) dónde se observa que Exum aún no tiene todas los recursos de un base nato.

También queda patente en sus espaciadas pero no esporádicas pérdidas de balón botando, no todo lo seguro en ese aspecto como debiera, o en esos minutos en los que tiende a revolucionarse, precipitándose en la búsqueda del aro, forzando situaciones o no eligiendo la mejor opción de tiro. Dante es un continuo generador que hace gala de un gran altruismo; sobresale por su entendimiento del juego, cuando tiene la bola le muy bien las reacciones del hombre que le custodia y las de los situados en posición de ayuda; se muestra inteligente en su movimiento sin balón, buscando la espalda de su defensor o yendo al espacio situándose en el ángulo adecuado para recibir el pase… Con su creatividad, características físico-técnicas y basketball IQ su potencial como base de primer nivel es evidente, pero aún tiene que pulir ciertos aspectos para dominar por completo los secretos de la posición.

Su altura y envergadura deviene muy interesante en el juego al poste, dónde el australiano lleva a menudo a su defensor cuando tiene superioridad. Sin llegar a excelso, exhibe un habilidoso juego de pies, suficiente para aprovechar su rapidez y largos brazos para mostrarse productivo a la hora de anotar o distribuir juego desde ahí. Si es capaz de añadir algo de volumen y fuerza sin perder agilidad podría mostrarse más eficaz aún en esas situaciones en el poste; de igual manera que en su juego cerca del aro en general. Exum es un jugador con buena capacidad atlética pero ligero. Aunque es valiente y no rehúye el contacto, evidenciando que puede anotar con oposición, en muchas ocasiones se ve desplazado por jugadores pesados cuando merodea cerca de canasta tras rebotear, jugar 1x1 de espaldas o penetrar desde el perímetro. Su físico es muy especial: largo, longilíneo, estilizado, veloz, con buen salto. Cualidades que resultan claves en su facilidad para desbordar y atacar la canasta, para ayudar en el rebote en ambos tableros, pero que le hacen sufrir en demasía en los contactos.

Con todo, la mejora ineludible en su búsqueda del estrellato NBA es la del lanzamiento exterior. En esa faceta revela una progresión manifiesta desde su aparición en la escena internacional en el Mundial U17 de Lituania, pero todavía resulta insuficiente. Su mecánica es inconsistente, su tiro carece en ocasiones del suficiente arco, en otras no equilibra bien el cuerpo. Aunque es una opción anotadora en los tiros abiertos en catch and shoot, no muestra eficacia en situaciones en las que su defensor le puntea el lanzamiento o cuando se levanta para ejecutar un tiro tras dribbling. No por ello evita prodigarse desde la media y larga distancia: su número de intentos se han incrementado en los dos últimos años, en lo que por un lado supone una buena señal de cara a no tener miedo y consolidar una mejora, pero por el otro acaba derivando en un aumento de sus contested shoots, teniendo en cuenta su aún escasa fiabilidad. Por tacto, Exum es capaz de meter, y tiene las aptitudes necesarias para acabar haciéndolo consistentemente. Visto los precedentes, parece lógico que mediante el trabajo duro consiga afianzar su tiro hasta convertirlo en un activo más de su juego.

En el otro lado de la cancha, Dante tiene potencial para erigirse como un defensor NBA del máximo nivel. Posee prácticamente todos los atributos necesarios para ello. Su velocidad lateral es magnífica, lo que le permite emparejarse sin problemas a bases más pequeños, a los que incómoda notablemente presionando el balón y tapando líneas de pases con su extraordinaria envergadura.

Exum, felino, se desliza suavemente por la cancha, limitando por tamaño la visión de su defendido. Sus características físicas, tan peculiares en un point guard, y su espléndido instinto natural, dotarán además a su equipo de una enorme versatilidad defensiva, pues ya puede emparejarse con jugadores de múltiples posiciones y a poco que gane algo de peso supondrá también una garantía frente a bases y escoltas pesados. Su upside defensivo es formidable, por lo que a medio plazo debería convertirse en un base entre la élite de la liga en esa faceta.

Las previsiones situaban a Exum, pese a ser relativamente desconocido en comparación a las principales estrellas universitarias, como un probable Top 5 en el draft 2014, cumpliéndose finalmente al ser elegido por Utah Jazz en el nº 5. Tiene muchas de las características inherentes a tan alta elección: disfruta de un gran marco físico-técnico sobre el que trabajar, encarna un proyecto de esos en los que parece atisbarse mucho potencial realizable, en comparación a otros que diríase se asemejan más etéreos, es uno de los talentos más jóvenes de entre todos los que se presentaban este año. Además, también le beneficia haberse visto menos expuesto, lejos de los focos al no competir durante el año y rodeado de cierto misterio para muchos analistas que casi no le han visto jugar.

En todo caso, uno de los jugadores más intrigantes y también uno de los más agradables de ver, por su exquisita elegancia y fluidez corporal que le convierten en una delicia para los sentidos.

VÍDEO: http://youtu.be/TBe1hRv4Shc

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por JUANAN HINOJ" /> DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014

Dante es hijo de Cecil Exum, un antiguo miembro de la Universidad de North Carolina que fue compañero de nombres tan sonoros como los de Michael Jordan, James Worthy, Brad Daugherty o Sam Perkins. Tras ser elegido por Denver Nuggets en novena ronda del draft de 1984, la carrera profesional de Cecil le llevó a peregrinar por diversos países hasta encontrar acomodo definitivo en Australia. Allí jugaría en los Geelong Supercats, en los North Melbourne Giants y en los Melbourne Tigers. Y sería en Melbourne dónde nació Dante en el mes de julio de 1995. Un niño que no vendría solo, pues 18 minutos después llegaba su hermana gemela, Tierra.

El chico empezó a prácticar el baloncesto de manera organizada en la Keilor Thunder Basketball Association. Sus evoluciones pronto le hicieron entrar en el radar del AIS (Australian Institute of Sport), un centro estatal de alto rendimiento en el que se formaron jugadores como Andrew Gaze, Luc Longley, Andrew Bogut o Patrick Mills. Así, en enero de 2011 Dante se trasladaba a Canberra para asistir (y defender su camiseta en los Campeonatos Nacionales de High School, como otros miembros del Instituto del Deporte antes que él) al Lake Ginninderra Secondary College, un centro de educación secundaria vinculado al AIS, recibiendo una beca deportiva con 15 años, uno antes de los parámetros habituales.

Sería en el centro de alto rendimiento dónde sus hazañas comenzarían a ser conocidas entre los profesionales del baloncesto australianos. A los pocos meses de su aterrizaje, el equipo del AIS que dirigía Ian Staker (que el año en que nació Exum entrenaba a su padre en Geelong) viajaba a China para realizar una gira de exhibición en la que también participaba un combinado americano formado por ex jugadores universitarios. En el enfrentamiento contra estos, Dante encestaba 25 puntos en el último cuarto, incluido un triple sobre la bocina para forzar la prórroga.

Su continua progresión asombraba a propios y extraños y poco después Brett Brown, el seleccionador australiano (otro que como asistente había entrenado a su padre en los Melbourne Tigers) le invitaba a una concentración de la selección absoluta, rompiendo el record de precocidad conseguido por el mítico Andrew Gaze. Todavía tenía 15 años y en Australia todas las miradas se posaban sobre él. Muchas cosas habían pasado en muy poco tiempo.

En agosto de 2011, recién cumplidos los 16, el nombre de Exum empezó a sonar en el circuito de ojeadores estadounidenses. Australia participó en el Adidas Nations de Los Ángeles, en el que Andre Drummond concitó las miradas y los elogios de todos. En un evento en el que también destacó gente como Kyle Anderson, Shabazz Muhammad, Steven Adams o los gemelos Andrew y Aaron Harrison, Exum fue unánimemente reconocido por todos como el mejor prospect de Australia, aunque pocos le señalaron como futuro NBA.

De ahí que su auténtica irrupción internacional llegara en el verano de 2012. Exum viajó a Europa para participar en el Mundial U17 de Lituania, nido habitual de scouts NBA y prensa especializada. Como no podía ser de otra manera, se erigió en una de las sensaciones del torneo. En un campeonato en el que sobresalieron talentos del calibre de Jahlil Okafor, Dakari Johnson, Justise Winslow, Tyus Jones, Mario Hezonja o Zhou Qi, el aussie brilló individualmente como pocos, liderando además a la selección australiana hasta la final. En ella, su equipo no pudo hacer frente a la potentísima selección USA, pero sus 21 puntos y 6 asistencias le situaron entre los mejores hombres de la final. El MVP del torneo fue a parar a manos de Okafor, pero Dante formó parte del quinteto ideal.

Después de aquel torneo, Exum no sería un desconocido fuera de su país nunca más. Como demostró la atención que suscitó su nueva participación en el Adidas Nation, en el que Australia conquistó la cuarta plaza. Exum estuvo allí a la altura de Noah Vonleh, Trey Liles o los propios Okafor y Winslow. Su candidatura a primera ronda del draft cuando decidiese presentarse comenzaba a ser asegurada por todos.

Previsión que comenzó a quedarse corta la siguiente campaña, de vuelta a su hábitat natural en el AIS. En abril disputó el prestigioso Nike Hoop Summit, enfrentándose a una de las camadas de high-school de más calidad de los últimos años, con los reputadísimos Jabari Parker, Julius Randle, Noah Vonleh o Aaron Gordon (y teniendo como compañero a Andrew Wiggins), todos ellos rivales en el draft que se aproxima. Exum ofreció una buena imagen en la victoria del equipo internacional, anotando 16 puntos con buenos porcentajes en 22 minutos. Poco después fue invitado al Adidas Eurocamp de Treviso, con los mejores proyectos internacionales pero, aunque acudió al evento, una lesión en el pie le impidió competir en los entrenamientos y partidos.

Apenas un par de semanas después daba inicio el Mundial U19 de Praga, en el que el australiano se presentaba justo de forma. Su entrada en el campeonato fue por ello algo por debajo de su nivel, pero poco a poco fue carburando hasta llegar a tope a las eliminatorias, tras clasificar a Australia en la última jornada. Exum promedió más de 27 puntos en los 3 partidos definitivos y aunque finalmente se tuvo que conformar con la cuarta plaza, su demostración en la última jornada de la liguilla y en las eliminatorias posteriores fue determinante para su inclusión en el quinteto ideal junto a Aaron Gordon (MVP), Jahlil Okafor, Dario Saric y Vasilije Micic.

Antes del torneo, los scouts NBA no escondían sus altas expectativas en torno a su duelo contra USA en primera fase pues, a diferencia del Nike Hoop Summit o los diferentes partidos de exhibición, aquel sí era un partido oficial y, por tanto, dotado de una mayor fiereza competitiva. Pero acabó siendo un duelo frustrado, pues un Exum aún en fase de recuperación de la forma perdida era reservado por su entrenador, jugando sólo 11 minutos, en los que le dio para anotar 7 puntos pero perder 4 balones.

Y es que ese es uno de los aspectos que le convierten en un jugador misterioso y por el que algunos ojeadores y dirigentes mantienen su escepticismo sobre él. Tras finalizar el Mundial (y jugar unos pocos minutos con la selección australiana absoluta en el Campeonato de Oceanía), en diciembre Exum comandaba a Lake Ginninderra a la conquista del campeonato nacional de institutos de secundaria, tras haber perdido la final del año anterior. Jared Zwerling, colaborador del medio digital Bleacher Report, viajaba a Australia para realizar diversos artículos y reportajes audiovisuales sobre el camino de Exum hacia el título y todo lo que rodeaba el día a día de la estrella.

Pero aquello sucedía demasiado lejos de Estados Unidos. A ojos de muchos, pesaba demasiado que sus rivales de los institutos australianos nada tenían que ver con la competitividad en la que se movían Andrew Wiggins, Jabari Parker o Joel Embiid en NCAA. Una sensación acrecentada por su renuncia a asistir a un college americano y dedicarse a realizar entrenos individuales una vez se graduó tras concluir su etapa de 3 años en el AIS. Quedaban aún 6 meses para el draft, de los cuales el australiano pasó varios en Los Ángeles ejercitándose a las órdenes de Tim Grover, famoso por haber sido el personal trainer de tres de los más grandes guards de la historia de la liga como son Michael Jordan, Kobe Bryant y Dwyane Wade. De esta manera, sobre la dimensión real de Exum como proyecto NBA se ha generado cierto debate entre los profesionales: el hecho de que el australiano haya destacado sobremanera en competiciones internacionales, en la que las diferentes selecciones presentan un nivel físico inferior al del baloncesto USA, acaba repercutiendo en que algunos general managers le pongan un asterisco. Otros, en cambio, no tienen dudas. Tampoco ha ayudado el no verle jugar ningún partido de alto nivel prácticamente desde el pasado mes de julio.

Por otra parte, también cabe valorar que los análisis del juego de Dante se basan en referencias lejanas en el tiempo, en lo que era capaz de hacer entonces; un año de trabajo físico-técnico específico centrado en su entrada al draft y posterior salto a la liga da como para que haya una sensible evolución. Porque Dante Exum es un jugador muy especial.

Lo primero que llama la atención al verle evolucionar sobre la pista es su físico. Con 1.95 de altura (sin zapatillas; con ellas llega al 1.98) y 2.06 de envergadura, su estilizado cuerpo le otorga un excelente tamaño y longitud para actuar de base, la posición que ha ocupado mayoritariamente a lo largo de su trayectoria, y le podría permitir desenvolverse perfectamente como un shooting guard.

Y es que el de su ubicación en la pista es uno de los debates que le ha acompañado hasta ahora. En diversas entrevistas ha declarado que se ve a sí mismo como un point-guard y no como un escolta. Pese a ello, su juego y características técnicas le sitúan como un jugador un tanto híbrido entre las dos posiciones del backcourt. Dante tiene muchas (y muy brillantes) cualidades propias de un base nato, aunque también muestra carencias en algún aspecto básico que se demanda en el ABCD de dicha posición. Pero tampoco es un dos al uso pues, al margen de que se siente más cómodo como uno, si se le evalúa en la posición de escolta sus habilidades tampoco encajan plenamente en el perfil usual de ese puesto.

El australiano es un jugador de baloncesto altruista, capaz de llevar el peso anotador del equipo pero pendiente siempre de involucrar a sus compañeros en el juego ofensivo. Debido a su veloz zancada y mentalidad vertical, su baloncesto brilla sobremanera en transición. Exum es un talento descollante a campo abierto, capaz de subir el balón de manera fulgurante para finalizar por sí mismo o encontrar al compañero abierto. Cuando rebotea o recibe el primer pase, su primer instinto es comandar un contraataque, por lo que encajará fácilmente en cualquiera de los múltiples equipos que abogan por la transición como modus operandi primordial.

A media cancha, su juego se distingue por su versatilidad. Extremadamente rápido, dispone de muchos recursos en el 1x1, por lo que supera con facilidad a su defensor mediante cambios de ritmo y diferentes dribblings, siendo especialmente peligroso en el crossover. Una vez sobrepasa a su par con su eléctrico primer paso, ataca agresivamente la canasta y es capaz de finalizar por encima del aro, muchas veces sin importarle elevarse sobre los interiores rivales aprovechando la longitud de sus brazos, sus facultades atléticas y su buen toque. Un amplio porcentaje de los puntos del aussie vienen mediante estas acciones, ya sea materializando la canasta o forzando infinidad de faltas personales. También se muestra inteligente para explotar la atención defensiva que suscita cuando avanza hacia el aro, doblando el balón al jugador interior bajo canasta o encontrando al hombre abierto para el lanzamiento exterior.

En situaciones de pick and roll, Dante es un jugador creativo aunque con margen de mejora en la lectura de las múltiples variantes a la hora de atacar un bloqueo. Genera situaciones para sí mismo o para sus compañeros gracias a su velocidad y verticalidad, si bien, aunque generoso y con buena capacidad para asistir, no es un pasador genial. Tiene una notable visión de la cancha pero no es aún uno de esos bases que tienen controlados los movimientos de todos sus compañeros. Es en esa faceta, o en un flojo manejo con la mano izquierda que le lleva a botar prácticamente siempre con la derecha en situaciones comprometidas (de ahí que uno de sus dribblings preferidos sea fintar el cambio de mano de derecha a izquierda para salir abierto hacia su lado bueno) dónde se observa que Exum aún no tiene todas los recursos de un base nato.

También queda patente en sus espaciadas pero no esporádicas pérdidas de balón botando, no todo lo seguro en ese aspecto como debiera, o en esos minutos en los que tiende a revolucionarse, precipitándose en la búsqueda del aro, forzando situaciones o no eligiendo la mejor opción de tiro. Dante es un continuo generador que hace gala de un gran altruismo; sobresale por su entendimiento del juego, cuando tiene la bola le muy bien las reacciones del hombre que le custodia y las de los situados en posición de ayuda; se muestra inteligente en su movimiento sin balón, buscando la espalda de su defensor o yendo al espacio situándose en el ángulo adecuado para recibir el pase… Con su creatividad, características físico-técnicas y basketball IQ su potencial como base de primer nivel es evidente, pero aún tiene que pulir ciertos aspectos para dominar por completo los secretos de la posición.

Su altura y envergadura deviene muy interesante en el juego al poste, dónde el australiano lleva a menudo a su defensor cuando tiene superioridad. Sin llegar a excelso, exhibe un habilidoso juego de pies, suficiente para aprovechar su rapidez y largos brazos para mostrarse productivo a la hora de anotar o distribuir juego desde ahí. Si es capaz de añadir algo de volumen y fuerza sin perder agilidad podría mostrarse más eficaz aún en esas situaciones en el poste; de igual manera que en su juego cerca del aro en general. Exum es un jugador con buena capacidad atlética pero ligero. Aunque es valiente y no rehúye el contacto, evidenciando que puede anotar con oposición, en muchas ocasiones se ve desplazado por jugadores pesados cuando merodea cerca de canasta tras rebotear, jugar 1x1 de espaldas o penetrar desde el perímetro. Su físico es muy especial: largo, longilíneo, estilizado, veloz, con buen salto. Cualidades que resultan claves en su facilidad para desbordar y atacar la canasta, para ayudar en el rebote en ambos tableros, pero que le hacen sufrir en demasía en los contactos.

Con todo, la mejora ineludible en su búsqueda del estrellato NBA es la del lanzamiento exterior. En esa faceta revela una progresión manifiesta desde su aparición en la escena internacional en el Mundial U17 de Lituania, pero todavía resulta insuficiente. Su mecánica es inconsistente, su tiro carece en ocasiones del suficiente arco, en otras no equilibra bien el cuerpo. Aunque es una opción anotadora en los tiros abiertos en catch and shoot, no muestra eficacia en situaciones en las que su defensor le puntea el lanzamiento o cuando se levanta para ejecutar un tiro tras dribbling. No por ello evita prodigarse desde la media y larga distancia: su número de intentos se han incrementado en los dos últimos años, en lo que por un lado supone una buena señal de cara a no tener miedo y consolidar una mejora, pero por el otro acaba derivando en un aumento de sus contested shoots, teniendo en cuenta su aún escasa fiabilidad. Por tacto, Exum es capaz de meter, y tiene las aptitudes necesarias para acabar haciéndolo consistentemente. Visto los precedentes, parece lógico que mediante el trabajo duro consiga afianzar su tiro hasta convertirlo en un activo más de su juego.

En el otro lado de la cancha, Dante tiene potencial para erigirse como un defensor NBA del máximo nivel. Posee prácticamente todos los atributos necesarios para ello. Su velocidad lateral es magnífica, lo que le permite emparejarse sin problemas a bases más pequeños, a los que incómoda notablemente presionando el balón y tapando líneas de pases con su extraordinaria envergadura.

Exum, felino, se desliza suavemente por la cancha, limitando por tamaño la visión de su defendido. Sus características físicas, tan peculiares en un point guard, y su espléndido instinto natural, dotarán además a su equipo de una enorme versatilidad defensiva, pues ya puede emparejarse con jugadores de múltiples posiciones y a poco que gane algo de peso supondrá también una garantía frente a bases y escoltas pesados. Su upside defensivo es formidable, por lo que a medio plazo debería convertirse en un base entre la élite de la liga en esa faceta.

Las previsiones situaban a Exum, pese a ser relativamente desconocido en comparación a las principales estrellas universitarias, como un probable Top 5 en el draft 2014, cumpliéndose finalmente al ser elegido por Utah Jazz en el nº 5. Tiene muchas de las características inherentes a tan alta elección: disfruta de un gran marco físico-técnico sobre el que trabajar, encarna un proyecto de esos en los que parece atisbarse mucho potencial realizable, en comparación a otros que diríase se asemejan más etéreos, es uno de los talentos más jóvenes de entre todos los que se presentaban este año. Además, también le beneficia haberse visto menos expuesto, lejos de los focos al no competir durante el año y rodeado de cierto misterio para muchos analistas que casi no le han visto jugar.

En todo caso, uno de los jugadores más intrigantes y también uno de los más agradables de ver, por su exquisita elegancia y fluidez corporal que le convierten en una delicia para los sentidos.

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por JUANAN HINOJ" data-page-subject="true" />
 
 
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Copa del Mundo 2014: El perfil de Dante Exum, por Juanan Hinojo
BasketMe  | 27.08.2014 - 03:56h.
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En los últimos años, pocos jugadores se han visto rodeados de un cierto halo de misterio como en el caso de Dante Exum. Desde el punto de vista de los scouts y aficionados estadounidenses, pero también por el del resto del mundo, Australia excluida. Porque su súbita aparición y los poco habituales (y en cierta manera desconocidos para el gran público) detalles de su trayectoria le han convertido en un talento en ciernes que levanta expectación e intriga a partes iguales.

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Dante es hijo de Cecil Exum, un antiguo miembro de la Universidad de North Carolina que fue compañero de nombres tan sonoros como los de Michael Jordan, James Worthy, Brad Daugherty o Sam Perkins. Tras ser elegido por Denver Nuggets en novena ronda del draft de 1984, la carrera profesional de Cecil le llevó a peregrinar por diversos países hasta encontrar acomodo definitivo en Australia. Allí jugaría en los Geelong Supercats, en los North Melbourne Giants y en los Melbourne Tigers. Y sería en Melbourne dónde nació Dante en el mes de julio de 1995. Un niño que no vendría solo, pues 18 minutos después llegaba su hermana gemela, Tierra.

El chico empezó a prácticar el baloncesto de manera organizada en la Keilor Thunder Basketball Association. Sus evoluciones pronto le hicieron entrar en el radar del AIS (Australian Institute of Sport), un centro estatal de alto rendimiento en el que se formaron jugadores como Andrew Gaze, Luc Longley, Andrew Bogut o Patrick Mills. Así, en enero de 2011 Dante se trasladaba a Canberra para asistir (y defender su camiseta en los Campeonatos Nacionales de High School, como otros miembros del Instituto del Deporte antes que él) al Lake Ginninderra Secondary College, un centro de educación secundaria vinculado al AIS, recibiendo una beca deportiva con 15 años, uno antes de los parámetros habituales.

Sería en el centro de alto rendimiento dónde sus hazañas comenzarían a ser conocidas entre los profesionales del baloncesto australianos. A los pocos meses de su aterrizaje, el equipo del AIS que dirigía Ian Staker (que el año en que nació Exum entrenaba a su padre en Geelong) viajaba a China para realizar una gira de exhibición en la que también participaba un combinado americano formado por ex jugadores universitarios. En el enfrentamiento contra estos, Dante encestaba 25 puntos en el último cuarto, incluido un triple sobre la bocina para forzar la prórroga.

Su continua progresión asombraba a propios y extraños y poco después Brett Brown, el seleccionador australiano (otro que como asistente había entrenado a su padre en los Melbourne Tigers) le invitaba a una concentración de la selección absoluta, rompiendo el record de precocidad conseguido por el mítico Andrew Gaze. Todavía tenía 15 años y en Australia todas las miradas se posaban sobre él. Muchas cosas habían pasado en muy poco tiempo.

En agosto de 2011, recién cumplidos los 16, el nombre de Exum empezó a sonar en el circuito de ojeadores estadounidenses. Australia participó en el Adidas Nations de Los Ángeles, en el que Andre Drummond concitó las miradas y los elogios de todos. En un evento en el que también destacó gente como Kyle Anderson, Shabazz Muhammad, Steven Adams o los gemelos Andrew y Aaron Harrison, Exum fue unánimemente reconocido por todos como el mejor prospect de Australia, aunque pocos le señalaron como futuro NBA.

De ahí que su auténtica irrupción internacional llegara en el verano de 2012. Exum viajó a Europa para participar en el Mundial U17 de Lituania, nido habitual de scouts NBA y prensa especializada. Como no podía ser de otra manera, se erigió en una de las sensaciones del torneo. En un campeonato en el que sobresalieron talentos del calibre de Jahlil Okafor, Dakari Johnson, Justise Winslow, Tyus Jones, Mario Hezonja o Zhou Qi, el aussie brilló individualmente como pocos, liderando además a la selección australiana hasta la final. En ella, su equipo no pudo hacer frente a la potentísima selección USA, pero sus 21 puntos y 6 asistencias le situaron entre los mejores hombres de la final. El MVP del torneo fue a parar a manos de Okafor, pero Dante formó parte del quinteto ideal.

Después de aquel torneo, Exum no sería un desconocido fuera de su país nunca más. Como demostró la atención que suscitó su nueva participación en el Adidas Nation, en el que Australia conquistó la cuarta plaza. Exum estuvo allí a la altura de Noah Vonleh, Trey Liles o los propios Okafor y Winslow. Su candidatura a primera ronda del draft cuando decidiese presentarse comenzaba a ser asegurada por todos.

Previsión que comenzó a quedarse corta la siguiente campaña, de vuelta a su hábitat natural en el AIS. En abril disputó el prestigioso Nike Hoop Summit, enfrentándose a una de las camadas de high-school de más calidad de los últimos años, con los reputadísimos Jabari Parker, Julius Randle, Noah Vonleh o Aaron Gordon (y teniendo como compañero a Andrew Wiggins), todos ellos rivales en el draft que se aproxima. Exum ofreció una buena imagen en la victoria del equipo internacional, anotando 16 puntos con buenos porcentajes en 22 minutos. Poco después fue invitado al Adidas Eurocamp de Treviso, con los mejores proyectos internacionales pero, aunque acudió al evento, una lesión en el pie le impidió competir en los entrenamientos y partidos.

Apenas un par de semanas después daba inicio el Mundial U19 de Praga, en el que el australiano se presentaba justo de forma. Su entrada en el campeonato fue por ello algo por debajo de su nivel, pero poco a poco fue carburando hasta llegar a tope a las eliminatorias, tras clasificar a Australia en la última jornada. Exum promedió más de 27 puntos en los 3 partidos definitivos y aunque finalmente se tuvo que conformar con la cuarta plaza, su demostración en la última jornada de la liguilla y en las eliminatorias posteriores fue determinante para su inclusión en el quinteto ideal junto a Aaron Gordon (MVP), Jahlil Okafor, Dario Saric y Vasilije Micic.

Antes del torneo, los scouts NBA no escondían sus altas expectativas en torno a su duelo contra USA en primera fase pues, a diferencia del Nike Hoop Summit o los diferentes partidos de exhibición, aquel sí era un partido oficial y, por tanto, dotado de una mayor fiereza competitiva. Pero acabó siendo un duelo frustrado, pues un Exum aún en fase de recuperación de la forma perdida era reservado por su entrenador, jugando sólo 11 minutos, en los que le dio para anotar 7 puntos pero perder 4 balones.

Y es que ese es uno de los aspectos que le convierten en un jugador misterioso y por el que algunos ojeadores y dirigentes mantienen su escepticismo sobre él. Tras finalizar el Mundial (y jugar unos pocos minutos con la selección australiana absoluta en el Campeonato de Oceanía), en diciembre Exum comandaba a Lake Ginninderra a la conquista del campeonato nacional de institutos de secundaria, tras haber perdido la final del año anterior. Jared Zwerling, colaborador del medio digital Bleacher Report, viajaba a Australia para realizar diversos artículos y reportajes audiovisuales sobre el camino de Exum hacia el título y todo lo que rodeaba el día a día de la estrella.

Pero aquello sucedía demasiado lejos de Estados Unidos. A ojos de muchos, pesaba demasiado que sus rivales de los institutos australianos nada tenían que ver con la competitividad en la que se movían Andrew Wiggins, Jabari Parker o Joel Embiid en NCAA. Una sensación acrecentada por su renuncia a asistir a un college americano y dedicarse a realizar entrenos individuales una vez se graduó tras concluir su etapa de 3 años en el AIS. Quedaban aún 6 meses para el draft, de los cuales el australiano pasó varios en Los Ángeles ejercitándose a las órdenes de Tim Grover, famoso por haber sido el personal trainer de tres de los más grandes guards de la historia de la liga como son Michael Jordan, Kobe Bryant y Dwyane Wade. De esta manera, sobre la dimensión real de Exum como proyecto NBA se ha generado cierto debate entre los profesionales: el hecho de que el australiano haya destacado sobremanera en competiciones internacionales, en la que las diferentes selecciones presentan un nivel físico inferior al del baloncesto USA, acaba repercutiendo en que algunos general managers le pongan un asterisco. Otros, en cambio, no tienen dudas. Tampoco ha ayudado el no verle jugar ningún partido de alto nivel prácticamente desde el pasado mes de julio.

Por otra parte, también cabe valorar que los análisis del juego de Dante se basan en referencias lejanas en el tiempo, en lo que era capaz de hacer entonces; un año de trabajo físico-técnico específico centrado en su entrada al draft y posterior salto a la liga da como para que haya una sensible evolución. Porque Dante Exum es un jugador muy especial.

Lo primero que llama la atención al verle evolucionar sobre la pista es su físico. Con 1.95 de altura (sin zapatillas; con ellas llega al 1.98) y 2.06 de envergadura, su estilizado cuerpo le otorga un excelente tamaño y longitud para actuar de base, la posición que ha ocupado mayoritariamente a lo largo de su trayectoria, y le podría permitir desenvolverse perfectamente como un shooting guard.

Y es que el de su ubicación en la pista es uno de los debates que le ha acompañado hasta ahora. En diversas entrevistas ha declarado que se ve a sí mismo como un point-guard y no como un escolta. Pese a ello, su juego y características técnicas le sitúan como un jugador un tanto híbrido entre las dos posiciones del backcourt. Dante tiene muchas (y muy brillantes) cualidades propias de un base nato, aunque también muestra carencias en algún aspecto básico que se demanda en el ABCD de dicha posición. Pero tampoco es un dos al uso pues, al margen de que se siente más cómodo como uno, si se le evalúa en la posición de escolta sus habilidades tampoco encajan plenamente en el perfil usual de ese puesto.

El australiano es un jugador de baloncesto altruista, capaz de llevar el peso anotador del equipo pero pendiente siempre de involucrar a sus compañeros en el juego ofensivo. Debido a su veloz zancada y mentalidad vertical, su baloncesto brilla sobremanera en transición. Exum es un talento descollante a campo abierto, capaz de subir el balón de manera fulgurante para finalizar por sí mismo o encontrar al compañero abierto. Cuando rebotea o recibe el primer pase, su primer instinto es comandar un contraataque, por lo que encajará fácilmente en cualquiera de los múltiples equipos que abogan por la transición como modus operandi primordial.

A media cancha, su juego se distingue por su versatilidad. Extremadamente rápido, dispone de muchos recursos en el 1x1, por lo que supera con facilidad a su defensor mediante cambios de ritmo y diferentes dribblings, siendo especialmente peligroso en el crossover. Una vez sobrepasa a su par con su eléctrico primer paso, ataca agresivamente la canasta y es capaz de finalizar por encima del aro, muchas veces sin importarle elevarse sobre los interiores rivales aprovechando la longitud de sus brazos, sus facultades atléticas y su buen toque. Un amplio porcentaje de los puntos del aussie vienen mediante estas acciones, ya sea materializando la canasta o forzando infinidad de faltas personales. También se muestra inteligente para explotar la atención defensiva que suscita cuando avanza hacia el aro, doblando el balón al jugador interior bajo canasta o encontrando al hombre abierto para el lanzamiento exterior.

En situaciones de pick and roll, Dante es un jugador creativo aunque con margen de mejora en la lectura de las múltiples variantes a la hora de atacar un bloqueo. Genera situaciones para sí mismo o para sus compañeros gracias a su velocidad y verticalidad, si bien, aunque generoso y con buena capacidad para asistir, no es un pasador genial. Tiene una notable visión de la cancha pero no es aún uno de esos bases que tienen controlados los movimientos de todos sus compañeros. Es en esa faceta, o en un flojo manejo con la mano izquierda que le lleva a botar prácticamente siempre con la derecha en situaciones comprometidas (de ahí que uno de sus dribblings preferidos sea fintar el cambio de mano de derecha a izquierda para salir abierto hacia su lado bueno) dónde se observa que Exum aún no tiene todas los recursos de un base nato.

También queda patente en sus espaciadas pero no esporádicas pérdidas de balón botando, no todo lo seguro en ese aspecto como debiera, o en esos minutos en los que tiende a revolucionarse, precipitándose en la búsqueda del aro, forzando situaciones o no eligiendo la mejor opción de tiro. Dante es un continuo generador que hace gala de un gran altruismo; sobresale por su entendimiento del juego, cuando tiene la bola le muy bien las reacciones del hombre que le custodia y las de los situados en posición de ayuda; se muestra inteligente en su movimiento sin balón, buscando la espalda de su defensor o yendo al espacio situándose en el ángulo adecuado para recibir el pase… Con su creatividad, características físico-técnicas y basketball IQ su potencial como base de primer nivel es evidente, pero aún tiene que pulir ciertos aspectos para dominar por completo los secretos de la posición.

Su altura y envergadura deviene muy interesante en el juego al poste, dónde el australiano lleva a menudo a su defensor cuando tiene superioridad. Sin llegar a excelso, exhibe un habilidoso juego de pies, suficiente para aprovechar su rapidez y largos brazos para mostrarse productivo a la hora de anotar o distribuir juego desde ahí. Si es capaz de añadir algo de volumen y fuerza sin perder agilidad podría mostrarse más eficaz aún en esas situaciones en el poste; de igual manera que en su juego cerca del aro en general. Exum es un jugador con buena capacidad atlética pero ligero. Aunque es valiente y no rehúye el contacto, evidenciando que puede anotar con oposición, en muchas ocasiones se ve desplazado por jugadores pesados cuando merodea cerca de canasta tras rebotear, jugar 1x1 de espaldas o penetrar desde el perímetro. Su físico es muy especial: largo, longilíneo, estilizado, veloz, con buen salto. Cualidades que resultan claves en su facilidad para desbordar y atacar la canasta, para ayudar en el rebote en ambos tableros, pero que le hacen sufrir en demasía en los contactos.

Con todo, la mejora ineludible en su búsqueda del estrellato NBA es la del lanzamiento exterior. En esa faceta revela una progresión manifiesta desde su aparición en la escena internacional en el Mundial U17 de Lituania, pero todavía resulta insuficiente. Su mecánica es inconsistente, su tiro carece en ocasiones del suficiente arco, en otras no equilibra bien el cuerpo. Aunque es una opción anotadora en los tiros abiertos en catch and shoot, no muestra eficacia en situaciones en las que su defensor le puntea el lanzamiento o cuando se levanta para ejecutar un tiro tras dribbling. No por ello evita prodigarse desde la media y larga distancia: su número de intentos se han incrementado en los dos últimos años, en lo que por un lado supone una buena señal de cara a no tener miedo y consolidar una mejora, pero por el otro acaba derivando en un aumento de sus contested shoots, teniendo en cuenta su aún escasa fiabilidad. Por tacto, Exum es capaz de meter, y tiene las aptitudes necesarias para acabar haciéndolo consistentemente. Visto los precedentes, parece lógico que mediante el trabajo duro consiga afianzar su tiro hasta convertirlo en un activo más de su juego.

En el otro lado de la cancha, Dante tiene potencial para erigirse como un defensor NBA del máximo nivel. Posee prácticamente todos los atributos necesarios para ello. Su velocidad lateral es magnífica, lo que le permite emparejarse sin problemas a bases más pequeños, a los que incómoda notablemente presionando el balón y tapando líneas de pases con su extraordinaria envergadura.

Exum, felino, se desliza suavemente por la cancha, limitando por tamaño la visión de su defendido. Sus características físicas, tan peculiares en un point guard, y su espléndido instinto natural, dotarán además a su equipo de una enorme versatilidad defensiva, pues ya puede emparejarse con jugadores de múltiples posiciones y a poco que gane algo de peso supondrá también una garantía frente a bases y escoltas pesados. Su upside defensivo es formidable, por lo que a medio plazo debería convertirse en un base entre la élite de la liga en esa faceta.

Las previsiones situaban a Exum, pese a ser relativamente desconocido en comparación a las principales estrellas universitarias, como un probable Top 5 en el draft 2014, cumpliéndose finalmente al ser elegido por Utah Jazz en el nº 5. Tiene muchas de las características inherentes a tan alta elección: disfruta de un gran marco físico-técnico sobre el que trabajar, encarna un proyecto de esos en los que parece atisbarse mucho potencial realizable, en comparación a otros que diríase se asemejan más etéreos, es uno de los talentos más jóvenes de entre todos los que se presentaban este año. Además, también le beneficia haberse visto menos expuesto, lejos de los focos al no competir durante el año y rodeado de cierto misterio para muchos analistas que casi no le han visto jugar.

En todo caso, uno de los jugadores más intrigantes y también uno de los más agradables de ver, por su exquisita elegancia y fluidez corporal que le convierten en una delicia para los sentidos.

VÍDEO: http://youtu.be/TBe1hRv4Shc

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por JUANAN HINOJO




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Noticia publicada por BasketMe

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