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Si se repasa la historia baloncestística de Lituania tras su independencia, se puede observar que, hasta hace bien poco, su gran objetivo siempre habían sido los Juegos Olímpicos y, por extensión, los Europeos previos. Tras su emancipación de la URSS, los lituanos se alzaron con un meritorio bronce en Barcelona. Tras este exitazo, ni siquiera se clasificaron para el EuroBasket de Alemania, quedando como consecuencia fuera del Mundial de Canadá. En 1995, con el billete a los Juegos en disputa, se alzaron con la plata tras la maravillosa final de Atenas, dando paso a un nuevo bronce en Atlanta 1996. Al año siguiente en el Europeo de Barcelona volvieron a ausentarse las estrellas, aunque esta vez sí se logró el billete mundialista. En Grecia 1998, nuevas ausencias y un único resultado notable en la victoria ante USA. En 1999, con los Juegos en el horizonte, volvía Sabonis y, pese a la derrota ante España en cuartos, el equipo se rehízo clasificándose para Sydney sumando su tercer bronce en unos Juegos. En Estambul más ausencias y resultado nefasto que les dejaba fuera de otro Mundial.

Pero la historia es cíclica, y en 2003 no sólo conseguían el pase olímpico sino que se alzaban con el titulo europeo, con un despliegue ofensivo de primer nivel y sin ceder ni un sólo encuentro. Tras alcanzar las semifinales en Atenas, el Europeo 2005 alcanzó el record de ausencias (sólo acudió Siskauskas entre los grandes), pese a lo cual tuvieron un digno papel. Tras un discreto Mundial, de nuevo la sombra de los Juegos movilizaba a un basket lituano que con un equipo de gala lograba un bronce que abría de par en par las puertas de los Juegos.

Una prueba más del interés olímpico lituano, lo encontramos en la candidatura para organizar el EuroBasket. Cuando la FIBA otorgó el EuroBasket 2007 a España, Lituania y Polonia fueron las finalistas. Dada la calidad de sus propuestas la Federación internacional decidió otorgarles los dos próximos torneos. Lituania sólo puso una condición: acoger el de 2011... que servía de clasificatorio para los Juegos de Londres.

Semifinalistas olímpicos en China y nueva decepción en el siguiente EuroBasket, donde de nuevo se quedaban sin plaza para el Mundial, al menos de manera directa. Finalmente, y gracias a la concesión de una de las wildcards de la FIBA, Lituania acudía a Turquía donde de manera inesperada y con un equipo casi de retales construido en torno a la figura de Linas Kleiza conseguía su primera medalla mundialista. Un año después, con un equipo al que volvían muchos de los ausentes en 2010 y en medio de una expectación sin precedentes, la derrota en cuartos de final de su EuroBasket ante Macedonia condenaba a los de Kemzura a acudir a un Preolímpico en el que yendo de menos a más el conjunto báltico lograba de nuevo su billete olímpico. Ya en los Juegos, Lituania se quedaba por primera vez fuera de semifinales. La preocupación en torno a ese resultado y las cada vez mayores voces criticas con un sistema de formación donde primaba el músculo y los resultados inmediatos, acababan por derivar en la contratación de Kazlauskas como figura de consenso. Con las vistas puestas en los Juegos de Rio 2016, Kazlauskas apostaba por una renovación pausada que a las primeras de cambio se veía apuntalada por la medalla de plata.

Sin olvidar que, en el camino de la plata eslovena, Lituania rozó la eliminación en la primera fase, Kazlauskas vuelve a apostar por la continuidad, siendo el relevo de Kalnietis en el puesto de base y la mayor jerarquía de Valanciunas o Motiejunas los principales indicios de renovación. Un juego interior largo y el poderío físico en las alas aparecen de nuevo como puntos fuertes de una Lituania que volverá a depender en gran medida de la dirección del base del Lokomotiv. Con la vuelta de Jasaitis paliando en cierta forma las carencias en el tiro, queda ver como solucionará el cuadro báltico la ausencia de un Linas Kleiza fundamental en las dos últimas medallas. Sin ese referente ofensivo claro, la solución a los problemas de generación de juego y el tiro exterior apuntan a ser de nuevo el termómetro de una selección coral, de rotación larga y mucha presencia física.

Con Motiejunas apuntando grandes cosas en la preparación y un Valanciunas muy sólido, la clarividencia de Darjus Lavrinovic parece ser la otra gran baza en un juego interior más que interesante. Más dudas genera un juego exterior, donde la dependencia de Kalnietis y los problemas de este en el tiro y ante defensas presionantes no parecen quedar atrás pese a la buena preparación de Juskevicius. Con Kuzminskas muy activo en el poste bajo, la recuperación de Maciulis y Jasaitis debería garantizar una de las mejores rotaciones en el puesto de alero del torneo, quedando como punto a mejorar la amenaza exterior de los escoltas y la generación de juego.

Con tantas dudas como certezas, en definitiva Lituania llega a España encuadrada en un lado del cuadro donde sólo USA aparece como claramente superior, por lo que de de afinar el juego exterior bien pudiera aspirar a un largo camino.


LA PLANTILLA


A gran nivel en el Lokomotiv, Mantas Kalnietis ha de ser uno de los termómetros de una Lituania en la que tendrá un rol preponderante. Tras superar diversos contratiempos en la preparación, el ex del Zalgiris debe recuperar el pulso a la dirección de juego. Explosivo de piernas y peligroso en campo abierto, Kalnietis ha evidenciado progresos en la creación de juego pero sigue siendo muy irregular en un tiro exterior que encuentra su mejor versión cuando puede ejecutar tras bote. Buen defensor, debe cuidar sus faltas e intentar mantener fría la cabeza en los momentos clave. De su capacidad para mantenerse fresco y salir de los traps y defensas presionantes puede depender buena parte de la suerte báltica en el torneo.

Cada vez más adaptado a la posición de base, Adas Juskevicius busca consolidar su posición tras un notable curso en la Bundesliga. Excelente en el uno contra uno gracias a su excelente cambio de dirección y gran primer paso, Juskevicius ha crecido en la lectura de las ventajas. Buen tirador, en especial cuando se genera el tiro, tiene piernas para atacar el aro pero le falta continuidad defensiva.

En busca del papel de guardaspaldas de Kalnietis, Sarunas Vasiliauskas parece haber encontrado cierta estabilidad en su paso por la Tauron League polaca. Rápido e irregular, es un buen pasador mientras que en la parcela ofensiva la mayor parte de su producción llega desde el 6´75.

Tras mostrarse muy recuperado de su lesión en el Zalgiris, a Martynas Pocius le ha costado cogerle el punto a la preparación del Mundial. Recientemente fichado por el Galatasaray, Pocius es un todoterreno impagable en campo abierto y que destila entrega en ambos lados de la pista. Buen defensor y poderoso en las penetraciones, dista de ser un tirador fiable aunque con Lituania ha vivido algún torneo especialmente atinado en ese aspecto.

Sin grandes alardes y sin ser un especialista absoluto en ninguna faceta del juego, Reinaldas Seibutis goza de indudables condiciones ofensivas aunque sigue faltándole mordiente en el tiro exterior. Regular y de buena predisposición defensiva, en ocasiones peca de cierta falta de chispa para cambiar el ritmo de juego siendo más peligroso en la media distancia o lanzando tras bote.

Comodín pleno de fuerza, Deividas Gailius destaca en las transiciones y en el juego sin balón. De ayuda en el rebote, es irregular en el tiro y ha ganado en lectura de juego en su paso por Ljubljana. Con pocas opciones de entrar en la lista final, su buena preparación, su carácter y su trabajo le abren una puerta a la esperanza.

De regreso a la selección tras su ausencia el verano pasado, Simas Jasaitis deberá ser uno de los baluartes en el irregular tiro exterior de los de Kazlauskas. Poseedor de una mecánica de tiro tan preciosa como precisa, Jasaitis llega a la Copa del Mundo tras una segunda temporada en el Lokomotiv más discreta que la anterior. Algo frío y falto de manejo para crearse sus propios tiros, Jasaitis tiene una buena lectura del juego sin balón, puede ayudar en el rebote y es un eficaz defensor ante jugadores pequeños.

Víctima por sus faltas de concentración de las mayores broncas de Kazlauskas en el pasado EuroBasket, Mindaugas Kuzminskas apunta a un papel más importante este verano. Grande para su posición y dotado de una excelente envergadura, Kuzminskas saca partido a su talla en el poste bajo así como en el juego de fuera adentro siendo un poderoso finalizador. Correcto reboteador, pese a su relativa juventud apenas comete errores, poseyendo ya una interesante capacidad táctica y de entendimiento del juego. Solvente en los tiros libres (fuerza bastantes faltas), aún debe recuperar la continuidad en el tiro exterior que parecía apuntar en su etapa del Siauliai.

Recientemente firmado por el Real Madrid, Jonas Maciulis se revela como el perfecto complemento de Kuzminskas en el puesto de 3. Sin la explosividad de la que gozaba antes de su grave lesión, Maciulis sigue siendo un jugador extremadamente fuerte y de gran intensidad en el juego. Buen defensor aunque en ocasiones tenga problemas de faltas, el de Kaunas posee una interesante suspensión en la media distancia y si bien no es un gran tirador, goza de buenos porcentajes en el triple cuando puede lanzar a pies juntos así como capacidad para jugar al poste bajo. Algo lento, suele ir de menos a más en los torneos cortos.

En una tesitura similar a la del año pasado, Donatas Motiejunas llega tras unas grandes ligas de verano y una preparación con destellos de auténtico lujo. Apuntando cosas maravillosas pero sin terminar de definirlas, el de los Rockets pasa por ser un 4 grande, coordinado, versátil y con una amenaza no siempre bien medida desde el perímetro. Con facilidad para anotar tanto en el poste bajo, desde donde puede sacar efectivos ganchos con ambas manos, o penetrando de fuera a dentro gracias a una coordinación y manejo de balón impropios de un jugador de su talla, el ex del Prokom es peligroso en el tiro exterior aunque aún irregular y su zurda gana enteros tras bote. Menos destacado en el aspecto defensivo, Motiejunas es, a cambio, un buen pasador. Capaz de lo mejor y lo peor, su logra centrar sus aptitudes puede ser una de las sensaciones del torneo.

De vuelta a la selección tras su lesión del verano pasado, Paulius Jankunas pasa por ser una de las múltiples opciones de Kazlauskas para el puesto de 4. Zurdo cerrado y algo falto de talla, el del Zalgiris pasa por ser un interior heterodoxo y con capacidad de batalla. Duro y con capacidad de tiro, su pundonor no puede esconder ciertas carencias en la lectura del juego y una indefinición que le aleja del siguiente paso.

Muy condicionado por sus recurrentes problemas de espalda, Ksystof Lavrinovic aparece dispuesto a ofrecer su habitual repertorio ofensivo a la selección. Buen tirador tanto desde la larga distancia como desde los laterales, ha ido ganando recursos en el poste bajo, desde donde suele utilizar sus largos brazos. Bueno en la defensa del pick and roll, sufre más en el 1x1 y no acaba de imponerse en el rebote. Podría tener un papel similar al del pasado EuroBasket, donde sin saltar a la pista en buena parte de partidos acabó por ser fundamental en el partido ante Bosnia.

Jugador de muy parecidas características a las de su hermano, Darjus Lavrinovic ha completado una gran preparación. Ligeramente más interior que Ksistof, Darjus se prodiga menos desde el triple aunque posee una mayor facilidad para correr la pista. Buen taponador cuando está bien físicamente, tiende a tener en la irregularidad su peor aliado, aunque llega tras su año más sólido en ese aspecto. Con dudas en torno a su respuesta a un torneo tan exigente en lo físico, por lo pronto Darjus aparece como el interior más clarividente en el estático de cuantos tiene Kazlauskas.

Tras un más que interesante segundo año NBA Jonas Valanciunas afronta su cuarto verano con la selección absoluta llamado a ser, por fin, el líder de la misma. Sin grandes progresos en su juego pero continuando su salto en el físico y manteniendo sus principales virtudes, el de los Raptors garantiza seriedad, solidez defensiva y mucha presencia en el rebote. Poco activo de cara a canasta, en el poste bajo sus ganchos y, en especial, su sentido para explotar el pick and roll son sus principales armas ofensivas. Clave para facilitar el juego gracias a sus buenos bloqueos, debe cuidar su tendencia a cargarse de faltas así como procurar ser un punto menos previsible. Casi en el polo opuesto, para lo bueno y lo malo, de lo encarnado por Kleiza, de la capacidad para dar ese salto al liderazgo puede depender buena parte de la suerte de Lituania.

De vuelta a la selección tras su papel en los Juegos de Londres, Antanas Kavaliauskas tratará de aportar intensidad saliendo desde el banco. Pívot de corte clásico y dimensión interior, el ex del Bilbao se muestra poco dado a los adornos. Resolutivo en el poste bajo y en las finalizaciones, sufre en defensa ante jugadores móviles.

Avalado por una preparación en la que ha destilado trabajo e intensidad, Arturas Gudaitis busca la última plaza interior. Algo acelerado y con problemas de faltas, el del Zalgiris suple sus deficiencias defensivas con intensidad y trabajo antes de que su par reciba. Buen reboteador ofensivo, no goza de buena mano en la media distancia pero poco a poco va depurando ciertos recurso en el poste bajo, en especial gracias a sus ganchos.


EL ENTRENADOR


Cuando hace un año Jonas Kazlauskas llegaba al cargo de seleccionador se daba por hecho una profunda renovación de la selección lituana. Conocedor de la presión popular que genera el Krepsinis, tal como presentamos en el perfil que acompaña a estas páginas en la Guía BasketMe, el técnico ha abogado por una transición lenta que permita competir y dar tranquilidad. La mayor confianza en Valanciunas o Motiejunas, el papel del segundo base o la consolidación de Kuzminskas son los primeros ejemplos. Más allá, hay que resaltar que en la primera lista ya figuraban nombres como los de Grigonis o Dimsa, que han de marcar el devenir lituano a medio plazo.


DATOS, CLAVES Y CURIOSIDADES


EXPERIENCIA MUNDIALISTA:

Mantas Kalnietis: 2 (2006 y bronce 2010)
Reinaldas Seibutis: 1 (Bronce 2010)
Martynas Pocius: 1 (Bronce 2010)
Simas Jasaitis: 2 (2006 y bronce 2010)
Paulius Jankunas: 2 (2006 y bronce 2010)
Darjus Lavrinovic: 1 (2006)
Ksistof Lavrinovic: 1 (2006)
Jonas Kazlauskas: 1 (1998)

JUEGO INTERIOR: Pese a la baja de Kleiza, la pintura lituana vuelve a ser una de las más profundas del torneo. Con la solidez de Valanciunas por bandera, el tamaño de Motiejunas y la polivalencia de los Lavrinovic, Kazlauskas dispone de un arsenal de primera fila.

TIRO EXTERIOR: Pese a la vuelta de Jasaitis, el tiro exterior sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de esta Lituania con más especialistas en la pintura que en el perimetro. El papel de jugadores como Kalnietis, Pocius o Seibutis será fundamental.

REFERENTE: Aunque la temporada de Linas Kleiza en el Fenerbahçe ha distado de ser idílica, no cabe duda de que su baja es un serio contratiempo para Lituania. Miembro del quinteto ideal del torneo en las dos últimas medallas de la selección, su ausencia genera un problema a la hora de asumir la responsabilidad ofensiva. De la capacidad de Kazlauskas para encontrar alternativas puede depender buena parte de la suerte báltica en la Copa del Mundo.

SELECTO GRUPO: Plata europea y bronce olímpico, si logra medalla en el Mundial Kazlauskas será el séptimo entrenador en tener medalla en los tres torneos y el quinto si sumamos el requisito de haber ganado la Copa de Europa.

FÍSICO: Otro de los puntos fuertes de la selección lituana será su tremenda capacidad física. Kalnietis y Pocius en las alas acompañados siempre por un tres grande garantizan intensidad y ritmo de partido. Queda ver si el gusto por generar desde el 1x1 de Kazlauskas encuentra su sitio en ese perfil.

AUSENCIAS: Destaca principalmente la de Linas Kleiza, aunque también conviene reseñar la baja de un Javtokas siempre sólido en la selección. Con Jasikevicius retirado, tampoco sorprenden ya las bajas de jugadores como Kaukenas o Songaila. Algo más llamativa parece la de un Martynas Gecevicius cortado a las primeras de cambio pese a haber firmado un gran año en el Lietuvos y ser quizás el especialista más puro con el que cuenta Lituania en el tiro.

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por IVÁN FERNÁNDE" /> DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014

Si se repasa la historia baloncestística de Lituania tras su independencia, se puede observar que, hasta hace bien poco, su gran objetivo siempre habían sido los Juegos Olímpicos y, por extensión, los Europeos previos. Tras su emancipación de la URSS, los lituanos se alzaron con un meritorio bronce en Barcelona. Tras este exitazo, ni siquiera se clasificaron para el EuroBasket de Alemania, quedando como consecuencia fuera del Mundial de Canadá. En 1995, con el billete a los Juegos en disputa, se alzaron con la plata tras la maravillosa final de Atenas, dando paso a un nuevo bronce en Atlanta 1996. Al año siguiente en el Europeo de Barcelona volvieron a ausentarse las estrellas, aunque esta vez sí se logró el billete mundialista. En Grecia 1998, nuevas ausencias y un único resultado notable en la victoria ante USA. En 1999, con los Juegos en el horizonte, volvía Sabonis y, pese a la derrota ante España en cuartos, el equipo se rehízo clasificándose para Sydney sumando su tercer bronce en unos Juegos. En Estambul más ausencias y resultado nefasto que les dejaba fuera de otro Mundial.

Pero la historia es cíclica, y en 2003 no sólo conseguían el pase olímpico sino que se alzaban con el titulo europeo, con un despliegue ofensivo de primer nivel y sin ceder ni un sólo encuentro. Tras alcanzar las semifinales en Atenas, el Europeo 2005 alcanzó el record de ausencias (sólo acudió Siskauskas entre los grandes), pese a lo cual tuvieron un digno papel. Tras un discreto Mundial, de nuevo la sombra de los Juegos movilizaba a un basket lituano que con un equipo de gala lograba un bronce que abría de par en par las puertas de los Juegos.

Una prueba más del interés olímpico lituano, lo encontramos en la candidatura para organizar el EuroBasket. Cuando la FIBA otorgó el EuroBasket 2007 a España, Lituania y Polonia fueron las finalistas. Dada la calidad de sus propuestas la Federación internacional decidió otorgarles los dos próximos torneos. Lituania sólo puso una condición: acoger el de 2011... que servía de clasificatorio para los Juegos de Londres.

Semifinalistas olímpicos en China y nueva decepción en el siguiente EuroBasket, donde de nuevo se quedaban sin plaza para el Mundial, al menos de manera directa. Finalmente, y gracias a la concesión de una de las wildcards de la FIBA, Lituania acudía a Turquía donde de manera inesperada y con un equipo casi de retales construido en torno a la figura de Linas Kleiza conseguía su primera medalla mundialista. Un año después, con un equipo al que volvían muchos de los ausentes en 2010 y en medio de una expectación sin precedentes, la derrota en cuartos de final de su EuroBasket ante Macedonia condenaba a los de Kemzura a acudir a un Preolímpico en el que yendo de menos a más el conjunto báltico lograba de nuevo su billete olímpico. Ya en los Juegos, Lituania se quedaba por primera vez fuera de semifinales. La preocupación en torno a ese resultado y las cada vez mayores voces criticas con un sistema de formación donde primaba el músculo y los resultados inmediatos, acababan por derivar en la contratación de Kazlauskas como figura de consenso. Con las vistas puestas en los Juegos de Rio 2016, Kazlauskas apostaba por una renovación pausada que a las primeras de cambio se veía apuntalada por la medalla de plata.

Sin olvidar que, en el camino de la plata eslovena, Lituania rozó la eliminación en la primera fase, Kazlauskas vuelve a apostar por la continuidad, siendo el relevo de Kalnietis en el puesto de base y la mayor jerarquía de Valanciunas o Motiejunas los principales indicios de renovación. Un juego interior largo y el poderío físico en las alas aparecen de nuevo como puntos fuertes de una Lituania que volverá a depender en gran medida de la dirección del base del Lokomotiv. Con la vuelta de Jasaitis paliando en cierta forma las carencias en el tiro, queda ver como solucionará el cuadro báltico la ausencia de un Linas Kleiza fundamental en las dos últimas medallas. Sin ese referente ofensivo claro, la solución a los problemas de generación de juego y el tiro exterior apuntan a ser de nuevo el termómetro de una selección coral, de rotación larga y mucha presencia física.

Con Motiejunas apuntando grandes cosas en la preparación y un Valanciunas muy sólido, la clarividencia de Darjus Lavrinovic parece ser la otra gran baza en un juego interior más que interesante. Más dudas genera un juego exterior, donde la dependencia de Kalnietis y los problemas de este en el tiro y ante defensas presionantes no parecen quedar atrás pese a la buena preparación de Juskevicius. Con Kuzminskas muy activo en el poste bajo, la recuperación de Maciulis y Jasaitis debería garantizar una de las mejores rotaciones en el puesto de alero del torneo, quedando como punto a mejorar la amenaza exterior de los escoltas y la generación de juego.

Con tantas dudas como certezas, en definitiva Lituania llega a España encuadrada en un lado del cuadro donde sólo USA aparece como claramente superior, por lo que de de afinar el juego exterior bien pudiera aspirar a un largo camino.


LA PLANTILLA


A gran nivel en el Lokomotiv, Mantas Kalnietis ha de ser uno de los termómetros de una Lituania en la que tendrá un rol preponderante. Tras superar diversos contratiempos en la preparación, el ex del Zalgiris debe recuperar el pulso a la dirección de juego. Explosivo de piernas y peligroso en campo abierto, Kalnietis ha evidenciado progresos en la creación de juego pero sigue siendo muy irregular en un tiro exterior que encuentra su mejor versión cuando puede ejecutar tras bote. Buen defensor, debe cuidar sus faltas e intentar mantener fría la cabeza en los momentos clave. De su capacidad para mantenerse fresco y salir de los traps y defensas presionantes puede depender buena parte de la suerte báltica en el torneo.

Cada vez más adaptado a la posición de base, Adas Juskevicius busca consolidar su posición tras un notable curso en la Bundesliga. Excelente en el uno contra uno gracias a su excelente cambio de dirección y gran primer paso, Juskevicius ha crecido en la lectura de las ventajas. Buen tirador, en especial cuando se genera el tiro, tiene piernas para atacar el aro pero le falta continuidad defensiva.

En busca del papel de guardaspaldas de Kalnietis, Sarunas Vasiliauskas parece haber encontrado cierta estabilidad en su paso por la Tauron League polaca. Rápido e irregular, es un buen pasador mientras que en la parcela ofensiva la mayor parte de su producción llega desde el 6´75.

Tras mostrarse muy recuperado de su lesión en el Zalgiris, a Martynas Pocius le ha costado cogerle el punto a la preparación del Mundial. Recientemente fichado por el Galatasaray, Pocius es un todoterreno impagable en campo abierto y que destila entrega en ambos lados de la pista. Buen defensor y poderoso en las penetraciones, dista de ser un tirador fiable aunque con Lituania ha vivido algún torneo especialmente atinado en ese aspecto.

Sin grandes alardes y sin ser un especialista absoluto en ninguna faceta del juego, Reinaldas Seibutis goza de indudables condiciones ofensivas aunque sigue faltándole mordiente en el tiro exterior. Regular y de buena predisposición defensiva, en ocasiones peca de cierta falta de chispa para cambiar el ritmo de juego siendo más peligroso en la media distancia o lanzando tras bote.

Comodín pleno de fuerza, Deividas Gailius destaca en las transiciones y en el juego sin balón. De ayuda en el rebote, es irregular en el tiro y ha ganado en lectura de juego en su paso por Ljubljana. Con pocas opciones de entrar en la lista final, su buena preparación, su carácter y su trabajo le abren una puerta a la esperanza.

De regreso a la selección tras su ausencia el verano pasado, Simas Jasaitis deberá ser uno de los baluartes en el irregular tiro exterior de los de Kazlauskas. Poseedor de una mecánica de tiro tan preciosa como precisa, Jasaitis llega a la Copa del Mundo tras una segunda temporada en el Lokomotiv más discreta que la anterior. Algo frío y falto de manejo para crearse sus propios tiros, Jasaitis tiene una buena lectura del juego sin balón, puede ayudar en el rebote y es un eficaz defensor ante jugadores pequeños.

Víctima por sus faltas de concentración de las mayores broncas de Kazlauskas en el pasado EuroBasket, Mindaugas Kuzminskas apunta a un papel más importante este verano. Grande para su posición y dotado de una excelente envergadura, Kuzminskas saca partido a su talla en el poste bajo así como en el juego de fuera adentro siendo un poderoso finalizador. Correcto reboteador, pese a su relativa juventud apenas comete errores, poseyendo ya una interesante capacidad táctica y de entendimiento del juego. Solvente en los tiros libres (fuerza bastantes faltas), aún debe recuperar la continuidad en el tiro exterior que parecía apuntar en su etapa del Siauliai.

Recientemente firmado por el Real Madrid, Jonas Maciulis se revela como el perfecto complemento de Kuzminskas en el puesto de 3. Sin la explosividad de la que gozaba antes de su grave lesión, Maciulis sigue siendo un jugador extremadamente fuerte y de gran intensidad en el juego. Buen defensor aunque en ocasiones tenga problemas de faltas, el de Kaunas posee una interesante suspensión en la media distancia y si bien no es un gran tirador, goza de buenos porcentajes en el triple cuando puede lanzar a pies juntos así como capacidad para jugar al poste bajo. Algo lento, suele ir de menos a más en los torneos cortos.

En una tesitura similar a la del año pasado, Donatas Motiejunas llega tras unas grandes ligas de verano y una preparación con destellos de auténtico lujo. Apuntando cosas maravillosas pero sin terminar de definirlas, el de los Rockets pasa por ser un 4 grande, coordinado, versátil y con una amenaza no siempre bien medida desde el perímetro. Con facilidad para anotar tanto en el poste bajo, desde donde puede sacar efectivos ganchos con ambas manos, o penetrando de fuera a dentro gracias a una coordinación y manejo de balón impropios de un jugador de su talla, el ex del Prokom es peligroso en el tiro exterior aunque aún irregular y su zurda gana enteros tras bote. Menos destacado en el aspecto defensivo, Motiejunas es, a cambio, un buen pasador. Capaz de lo mejor y lo peor, su logra centrar sus aptitudes puede ser una de las sensaciones del torneo.

De vuelta a la selección tras su lesión del verano pasado, Paulius Jankunas pasa por ser una de las múltiples opciones de Kazlauskas para el puesto de 4. Zurdo cerrado y algo falto de talla, el del Zalgiris pasa por ser un interior heterodoxo y con capacidad de batalla. Duro y con capacidad de tiro, su pundonor no puede esconder ciertas carencias en la lectura del juego y una indefinición que le aleja del siguiente paso.

Muy condicionado por sus recurrentes problemas de espalda, Ksystof Lavrinovic aparece dispuesto a ofrecer su habitual repertorio ofensivo a la selección. Buen tirador tanto desde la larga distancia como desde los laterales, ha ido ganando recursos en el poste bajo, desde donde suele utilizar sus largos brazos. Bueno en la defensa del pick and roll, sufre más en el 1x1 y no acaba de imponerse en el rebote. Podría tener un papel similar al del pasado EuroBasket, donde sin saltar a la pista en buena parte de partidos acabó por ser fundamental en el partido ante Bosnia.

Jugador de muy parecidas características a las de su hermano, Darjus Lavrinovic ha completado una gran preparación. Ligeramente más interior que Ksistof, Darjus se prodiga menos desde el triple aunque posee una mayor facilidad para correr la pista. Buen taponador cuando está bien físicamente, tiende a tener en la irregularidad su peor aliado, aunque llega tras su año más sólido en ese aspecto. Con dudas en torno a su respuesta a un torneo tan exigente en lo físico, por lo pronto Darjus aparece como el interior más clarividente en el estático de cuantos tiene Kazlauskas.

Tras un más que interesante segundo año NBA Jonas Valanciunas afronta su cuarto verano con la selección absoluta llamado a ser, por fin, el líder de la misma. Sin grandes progresos en su juego pero continuando su salto en el físico y manteniendo sus principales virtudes, el de los Raptors garantiza seriedad, solidez defensiva y mucha presencia en el rebote. Poco activo de cara a canasta, en el poste bajo sus ganchos y, en especial, su sentido para explotar el pick and roll son sus principales armas ofensivas. Clave para facilitar el juego gracias a sus buenos bloqueos, debe cuidar su tendencia a cargarse de faltas así como procurar ser un punto menos previsible. Casi en el polo opuesto, para lo bueno y lo malo, de lo encarnado por Kleiza, de la capacidad para dar ese salto al liderazgo puede depender buena parte de la suerte de Lituania.

De vuelta a la selección tras su papel en los Juegos de Londres, Antanas Kavaliauskas tratará de aportar intensidad saliendo desde el banco. Pívot de corte clásico y dimensión interior, el ex del Bilbao se muestra poco dado a los adornos. Resolutivo en el poste bajo y en las finalizaciones, sufre en defensa ante jugadores móviles.

Avalado por una preparación en la que ha destilado trabajo e intensidad, Arturas Gudaitis busca la última plaza interior. Algo acelerado y con problemas de faltas, el del Zalgiris suple sus deficiencias defensivas con intensidad y trabajo antes de que su par reciba. Buen reboteador ofensivo, no goza de buena mano en la media distancia pero poco a poco va depurando ciertos recurso en el poste bajo, en especial gracias a sus ganchos.


EL ENTRENADOR


Cuando hace un año Jonas Kazlauskas llegaba al cargo de seleccionador se daba por hecho una profunda renovación de la selección lituana. Conocedor de la presión popular que genera el Krepsinis, tal como presentamos en el perfil que acompaña a estas páginas en la Guía BasketMe, el técnico ha abogado por una transición lenta que permita competir y dar tranquilidad. La mayor confianza en Valanciunas o Motiejunas, el papel del segundo base o la consolidación de Kuzminskas son los primeros ejemplos. Más allá, hay que resaltar que en la primera lista ya figuraban nombres como los de Grigonis o Dimsa, que han de marcar el devenir lituano a medio plazo.


DATOS, CLAVES Y CURIOSIDADES


EXPERIENCIA MUNDIALISTA:

Mantas Kalnietis: 2 (2006 y bronce 2010)
Reinaldas Seibutis: 1 (Bronce 2010)
Martynas Pocius: 1 (Bronce 2010)
Simas Jasaitis: 2 (2006 y bronce 2010)
Paulius Jankunas: 2 (2006 y bronce 2010)
Darjus Lavrinovic: 1 (2006)
Ksistof Lavrinovic: 1 (2006)
Jonas Kazlauskas: 1 (1998)

JUEGO INTERIOR: Pese a la baja de Kleiza, la pintura lituana vuelve a ser una de las más profundas del torneo. Con la solidez de Valanciunas por bandera, el tamaño de Motiejunas y la polivalencia de los Lavrinovic, Kazlauskas dispone de un arsenal de primera fila.

TIRO EXTERIOR: Pese a la vuelta de Jasaitis, el tiro exterior sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de esta Lituania con más especialistas en la pintura que en el perimetro. El papel de jugadores como Kalnietis, Pocius o Seibutis será fundamental.

REFERENTE: Aunque la temporada de Linas Kleiza en el Fenerbahçe ha distado de ser idílica, no cabe duda de que su baja es un serio contratiempo para Lituania. Miembro del quinteto ideal del torneo en las dos últimas medallas de la selección, su ausencia genera un problema a la hora de asumir la responsabilidad ofensiva. De la capacidad de Kazlauskas para encontrar alternativas puede depender buena parte de la suerte báltica en la Copa del Mundo.

SELECTO GRUPO: Plata europea y bronce olímpico, si logra medalla en el Mundial Kazlauskas será el séptimo entrenador en tener medalla en los tres torneos y el quinto si sumamos el requisito de haber ganado la Copa de Europa.

FÍSICO: Otro de los puntos fuertes de la selección lituana será su tremenda capacidad física. Kalnietis y Pocius en las alas acompañados siempre por un tres grande garantizan intensidad y ritmo de partido. Queda ver si el gusto por generar desde el 1x1 de Kazlauskas encuentra su sitio en ese perfil.

AUSENCIAS: Destaca principalmente la de Linas Kleiza, aunque también conviene reseñar la baja de un Javtokas siempre sólido en la selección. Con Jasikevicius retirado, tampoco sorprenden ya las bajas de jugadores como Kaukenas o Songaila. Algo más llamativa parece la de un Martynas Gecevicius cortado a las primeras de cambio pese a haber firmado un gran año en el Lietuvos y ser quizás el especialista más puro con el que cuenta Lituania en el tiro.

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Copa del Mundo 2014: Análisis de Lituania, por Iván Fernández
BasketMe  | 27.08.2014 - 04:10h.
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Reforzado por la medalla de plata en el pasado EuroBasket de Eslovenia, Jonas Kazlauskas sigue al frente del proceso de renovación de un baloncesto lituano que mira con otros ojos al Mundial.

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Si se repasa la historia baloncestística de Lituania tras su independencia, se puede observar que, hasta hace bien poco, su gran objetivo siempre habían sido los Juegos Olímpicos y, por extensión, los Europeos previos. Tras su emancipación de la URSS, los lituanos se alzaron con un meritorio bronce en Barcelona. Tras este exitazo, ni siquiera se clasificaron para el EuroBasket de Alemania, quedando como consecuencia fuera del Mundial de Canadá. En 1995, con el billete a los Juegos en disputa, se alzaron con la plata tras la maravillosa final de Atenas, dando paso a un nuevo bronce en Atlanta 1996. Al año siguiente en el Europeo de Barcelona volvieron a ausentarse las estrellas, aunque esta vez sí se logró el billete mundialista. En Grecia 1998, nuevas ausencias y un único resultado notable en la victoria ante USA. En 1999, con los Juegos en el horizonte, volvía Sabonis y, pese a la derrota ante España en cuartos, el equipo se rehízo clasificándose para Sydney sumando su tercer bronce en unos Juegos. En Estambul más ausencias y resultado nefasto que les dejaba fuera de otro Mundial.

Pero la historia es cíclica, y en 2003 no sólo conseguían el pase olímpico sino que se alzaban con el titulo europeo, con un despliegue ofensivo de primer nivel y sin ceder ni un sólo encuentro. Tras alcanzar las semifinales en Atenas, el Europeo 2005 alcanzó el record de ausencias (sólo acudió Siskauskas entre los grandes), pese a lo cual tuvieron un digno papel. Tras un discreto Mundial, de nuevo la sombra de los Juegos movilizaba a un basket lituano que con un equipo de gala lograba un bronce que abría de par en par las puertas de los Juegos.

Una prueba más del interés olímpico lituano, lo encontramos en la candidatura para organizar el EuroBasket. Cuando la FIBA otorgó el EuroBasket 2007 a España, Lituania y Polonia fueron las finalistas. Dada la calidad de sus propuestas la Federación internacional decidió otorgarles los dos próximos torneos. Lituania sólo puso una condición: acoger el de 2011... que servía de clasificatorio para los Juegos de Londres.

Semifinalistas olímpicos en China y nueva decepción en el siguiente EuroBasket, donde de nuevo se quedaban sin plaza para el Mundial, al menos de manera directa. Finalmente, y gracias a la concesión de una de las wildcards de la FIBA, Lituania acudía a Turquía donde de manera inesperada y con un equipo casi de retales construido en torno a la figura de Linas Kleiza conseguía su primera medalla mundialista. Un año después, con un equipo al que volvían muchos de los ausentes en 2010 y en medio de una expectación sin precedentes, la derrota en cuartos de final de su EuroBasket ante Macedonia condenaba a los de Kemzura a acudir a un Preolímpico en el que yendo de menos a más el conjunto báltico lograba de nuevo su billete olímpico. Ya en los Juegos, Lituania se quedaba por primera vez fuera de semifinales. La preocupación en torno a ese resultado y las cada vez mayores voces criticas con un sistema de formación donde primaba el músculo y los resultados inmediatos, acababan por derivar en la contratación de Kazlauskas como figura de consenso. Con las vistas puestas en los Juegos de Rio 2016, Kazlauskas apostaba por una renovación pausada que a las primeras de cambio se veía apuntalada por la medalla de plata.

Sin olvidar que, en el camino de la plata eslovena, Lituania rozó la eliminación en la primera fase, Kazlauskas vuelve a apostar por la continuidad, siendo el relevo de Kalnietis en el puesto de base y la mayor jerarquía de Valanciunas o Motiejunas los principales indicios de renovación. Un juego interior largo y el poderío físico en las alas aparecen de nuevo como puntos fuertes de una Lituania que volverá a depender en gran medida de la dirección del base del Lokomotiv. Con la vuelta de Jasaitis paliando en cierta forma las carencias en el tiro, queda ver como solucionará el cuadro báltico la ausencia de un Linas Kleiza fundamental en las dos últimas medallas. Sin ese referente ofensivo claro, la solución a los problemas de generación de juego y el tiro exterior apuntan a ser de nuevo el termómetro de una selección coral, de rotación larga y mucha presencia física.

Con Motiejunas apuntando grandes cosas en la preparación y un Valanciunas muy sólido, la clarividencia de Darjus Lavrinovic parece ser la otra gran baza en un juego interior más que interesante. Más dudas genera un juego exterior, donde la dependencia de Kalnietis y los problemas de este en el tiro y ante defensas presionantes no parecen quedar atrás pese a la buena preparación de Juskevicius. Con Kuzminskas muy activo en el poste bajo, la recuperación de Maciulis y Jasaitis debería garantizar una de las mejores rotaciones en el puesto de alero del torneo, quedando como punto a mejorar la amenaza exterior de los escoltas y la generación de juego.

Con tantas dudas como certezas, en definitiva Lituania llega a España encuadrada en un lado del cuadro donde sólo USA aparece como claramente superior, por lo que de de afinar el juego exterior bien pudiera aspirar a un largo camino.


LA PLANTILLA


A gran nivel en el Lokomotiv, Mantas Kalnietis ha de ser uno de los termómetros de una Lituania en la que tendrá un rol preponderante. Tras superar diversos contratiempos en la preparación, el ex del Zalgiris debe recuperar el pulso a la dirección de juego. Explosivo de piernas y peligroso en campo abierto, Kalnietis ha evidenciado progresos en la creación de juego pero sigue siendo muy irregular en un tiro exterior que encuentra su mejor versión cuando puede ejecutar tras bote. Buen defensor, debe cuidar sus faltas e intentar mantener fría la cabeza en los momentos clave. De su capacidad para mantenerse fresco y salir de los traps y defensas presionantes puede depender buena parte de la suerte báltica en el torneo.

Cada vez más adaptado a la posición de base, Adas Juskevicius busca consolidar su posición tras un notable curso en la Bundesliga. Excelente en el uno contra uno gracias a su excelente cambio de dirección y gran primer paso, Juskevicius ha crecido en la lectura de las ventajas. Buen tirador, en especial cuando se genera el tiro, tiene piernas para atacar el aro pero le falta continuidad defensiva.

En busca del papel de guardaspaldas de Kalnietis, Sarunas Vasiliauskas parece haber encontrado cierta estabilidad en su paso por la Tauron League polaca. Rápido e irregular, es un buen pasador mientras que en la parcela ofensiva la mayor parte de su producción llega desde el 6´75.

Tras mostrarse muy recuperado de su lesión en el Zalgiris, a Martynas Pocius le ha costado cogerle el punto a la preparación del Mundial. Recientemente fichado por el Galatasaray, Pocius es un todoterreno impagable en campo abierto y que destila entrega en ambos lados de la pista. Buen defensor y poderoso en las penetraciones, dista de ser un tirador fiable aunque con Lituania ha vivido algún torneo especialmente atinado en ese aspecto.

Sin grandes alardes y sin ser un especialista absoluto en ninguna faceta del juego, Reinaldas Seibutis goza de indudables condiciones ofensivas aunque sigue faltándole mordiente en el tiro exterior. Regular y de buena predisposición defensiva, en ocasiones peca de cierta falta de chispa para cambiar el ritmo de juego siendo más peligroso en la media distancia o lanzando tras bote.

Comodín pleno de fuerza, Deividas Gailius destaca en las transiciones y en el juego sin balón. De ayuda en el rebote, es irregular en el tiro y ha ganado en lectura de juego en su paso por Ljubljana. Con pocas opciones de entrar en la lista final, su buena preparación, su carácter y su trabajo le abren una puerta a la esperanza.

De regreso a la selección tras su ausencia el verano pasado, Simas Jasaitis deberá ser uno de los baluartes en el irregular tiro exterior de los de Kazlauskas. Poseedor de una mecánica de tiro tan preciosa como precisa, Jasaitis llega a la Copa del Mundo tras una segunda temporada en el Lokomotiv más discreta que la anterior. Algo frío y falto de manejo para crearse sus propios tiros, Jasaitis tiene una buena lectura del juego sin balón, puede ayudar en el rebote y es un eficaz defensor ante jugadores pequeños.

Víctima por sus faltas de concentración de las mayores broncas de Kazlauskas en el pasado EuroBasket, Mindaugas Kuzminskas apunta a un papel más importante este verano. Grande para su posición y dotado de una excelente envergadura, Kuzminskas saca partido a su talla en el poste bajo así como en el juego de fuera adentro siendo un poderoso finalizador. Correcto reboteador, pese a su relativa juventud apenas comete errores, poseyendo ya una interesante capacidad táctica y de entendimiento del juego. Solvente en los tiros libres (fuerza bastantes faltas), aún debe recuperar la continuidad en el tiro exterior que parecía apuntar en su etapa del Siauliai.

Recientemente firmado por el Real Madrid, Jonas Maciulis se revela como el perfecto complemento de Kuzminskas en el puesto de 3. Sin la explosividad de la que gozaba antes de su grave lesión, Maciulis sigue siendo un jugador extremadamente fuerte y de gran intensidad en el juego. Buen defensor aunque en ocasiones tenga problemas de faltas, el de Kaunas posee una interesante suspensión en la media distancia y si bien no es un gran tirador, goza de buenos porcentajes en el triple cuando puede lanzar a pies juntos así como capacidad para jugar al poste bajo. Algo lento, suele ir de menos a más en los torneos cortos.

En una tesitura similar a la del año pasado, Donatas Motiejunas llega tras unas grandes ligas de verano y una preparación con destellos de auténtico lujo. Apuntando cosas maravillosas pero sin terminar de definirlas, el de los Rockets pasa por ser un 4 grande, coordinado, versátil y con una amenaza no siempre bien medida desde el perímetro. Con facilidad para anotar tanto en el poste bajo, desde donde puede sacar efectivos ganchos con ambas manos, o penetrando de fuera a dentro gracias a una coordinación y manejo de balón impropios de un jugador de su talla, el ex del Prokom es peligroso en el tiro exterior aunque aún irregular y su zurda gana enteros tras bote. Menos destacado en el aspecto defensivo, Motiejunas es, a cambio, un buen pasador. Capaz de lo mejor y lo peor, su logra centrar sus aptitudes puede ser una de las sensaciones del torneo.

De vuelta a la selección tras su lesión del verano pasado, Paulius Jankunas pasa por ser una de las múltiples opciones de Kazlauskas para el puesto de 4. Zurdo cerrado y algo falto de talla, el del Zalgiris pasa por ser un interior heterodoxo y con capacidad de batalla. Duro y con capacidad de tiro, su pundonor no puede esconder ciertas carencias en la lectura del juego y una indefinición que le aleja del siguiente paso.

Muy condicionado por sus recurrentes problemas de espalda, Ksystof Lavrinovic aparece dispuesto a ofrecer su habitual repertorio ofensivo a la selección. Buen tirador tanto desde la larga distancia como desde los laterales, ha ido ganando recursos en el poste bajo, desde donde suele utilizar sus largos brazos. Bueno en la defensa del pick and roll, sufre más en el 1x1 y no acaba de imponerse en el rebote. Podría tener un papel similar al del pasado EuroBasket, donde sin saltar a la pista en buena parte de partidos acabó por ser fundamental en el partido ante Bosnia.

Jugador de muy parecidas características a las de su hermano, Darjus Lavrinovic ha completado una gran preparación. Ligeramente más interior que Ksistof, Darjus se prodiga menos desde el triple aunque posee una mayor facilidad para correr la pista. Buen taponador cuando está bien físicamente, tiende a tener en la irregularidad su peor aliado, aunque llega tras su año más sólido en ese aspecto. Con dudas en torno a su respuesta a un torneo tan exigente en lo físico, por lo pronto Darjus aparece como el interior más clarividente en el estático de cuantos tiene Kazlauskas.

Tras un más que interesante segundo año NBA Jonas Valanciunas afronta su cuarto verano con la selección absoluta llamado a ser, por fin, el líder de la misma. Sin grandes progresos en su juego pero continuando su salto en el físico y manteniendo sus principales virtudes, el de los Raptors garantiza seriedad, solidez defensiva y mucha presencia en el rebote. Poco activo de cara a canasta, en el poste bajo sus ganchos y, en especial, su sentido para explotar el pick and roll son sus principales armas ofensivas. Clave para facilitar el juego gracias a sus buenos bloqueos, debe cuidar su tendencia a cargarse de faltas así como procurar ser un punto menos previsible. Casi en el polo opuesto, para lo bueno y lo malo, de lo encarnado por Kleiza, de la capacidad para dar ese salto al liderazgo puede depender buena parte de la suerte de Lituania.

De vuelta a la selección tras su papel en los Juegos de Londres, Antanas Kavaliauskas tratará de aportar intensidad saliendo desde el banco. Pívot de corte clásico y dimensión interior, el ex del Bilbao se muestra poco dado a los adornos. Resolutivo en el poste bajo y en las finalizaciones, sufre en defensa ante jugadores móviles.

Avalado por una preparación en la que ha destilado trabajo e intensidad, Arturas Gudaitis busca la última plaza interior. Algo acelerado y con problemas de faltas, el del Zalgiris suple sus deficiencias defensivas con intensidad y trabajo antes de que su par reciba. Buen reboteador ofensivo, no goza de buena mano en la media distancia pero poco a poco va depurando ciertos recurso en el poste bajo, en especial gracias a sus ganchos.


EL ENTRENADOR


Cuando hace un año Jonas Kazlauskas llegaba al cargo de seleccionador se daba por hecho una profunda renovación de la selección lituana. Conocedor de la presión popular que genera el Krepsinis, tal como presentamos en el perfil que acompaña a estas páginas en la Guía BasketMe, el técnico ha abogado por una transición lenta que permita competir y dar tranquilidad. La mayor confianza en Valanciunas o Motiejunas, el papel del segundo base o la consolidación de Kuzminskas son los primeros ejemplos. Más allá, hay que resaltar que en la primera lista ya figuraban nombres como los de Grigonis o Dimsa, que han de marcar el devenir lituano a medio plazo.


DATOS, CLAVES Y CURIOSIDADES


EXPERIENCIA MUNDIALISTA:

Mantas Kalnietis: 2 (2006 y bronce 2010)
Reinaldas Seibutis: 1 (Bronce 2010)
Martynas Pocius: 1 (Bronce 2010)
Simas Jasaitis: 2 (2006 y bronce 2010)
Paulius Jankunas: 2 (2006 y bronce 2010)
Darjus Lavrinovic: 1 (2006)
Ksistof Lavrinovic: 1 (2006)
Jonas Kazlauskas: 1 (1998)

JUEGO INTERIOR: Pese a la baja de Kleiza, la pintura lituana vuelve a ser una de las más profundas del torneo. Con la solidez de Valanciunas por bandera, el tamaño de Motiejunas y la polivalencia de los Lavrinovic, Kazlauskas dispone de un arsenal de primera fila.

TIRO EXTERIOR: Pese a la vuelta de Jasaitis, el tiro exterior sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de esta Lituania con más especialistas en la pintura que en el perimetro. El papel de jugadores como Kalnietis, Pocius o Seibutis será fundamental.

REFERENTE: Aunque la temporada de Linas Kleiza en el Fenerbahçe ha distado de ser idílica, no cabe duda de que su baja es un serio contratiempo para Lituania. Miembro del quinteto ideal del torneo en las dos últimas medallas de la selección, su ausencia genera un problema a la hora de asumir la responsabilidad ofensiva. De la capacidad de Kazlauskas para encontrar alternativas puede depender buena parte de la suerte báltica en la Copa del Mundo.

SELECTO GRUPO: Plata europea y bronce olímpico, si logra medalla en el Mundial Kazlauskas será el séptimo entrenador en tener medalla en los tres torneos y el quinto si sumamos el requisito de haber ganado la Copa de Europa.

FÍSICO: Otro de los puntos fuertes de la selección lituana será su tremenda capacidad física. Kalnietis y Pocius en las alas acompañados siempre por un tres grande garantizan intensidad y ritmo de partido. Queda ver si el gusto por generar desde el 1x1 de Kazlauskas encuentra su sitio en ese perfil.

AUSENCIAS: Destaca principalmente la de Linas Kleiza, aunque también conviene reseñar la baja de un Javtokas siempre sólido en la selección. Con Jasikevicius retirado, tampoco sorprenden ya las bajas de jugadores como Kaukenas o Songaila. Algo más llamativa parece la de un Martynas Gecevicius cortado a las primeras de cambio pese a haber firmado un gran año en el Lietuvos y ser quizás el especialista más puro con el que cuenta Lituania en el tiro.

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por IVÁN FERNÁNDEZ




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