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Koponen nació en Helsinki hace 26 años. Su madre, Sonya, fue jugadora de baloncesto durante muchos años en la liga local. Tenía el baloncesto en la sangre. A Petteri le gustaba más el fútbol, como a todos los niños de su edad. Sin embargo, su madre le insistió en que probara suerte con la pelota naranja.

Inició su carrera en un equipo modesto como el Malmin Super-Koris, pero pronto le reclutaron para uno de los grandes del país, el Espoo-Honka, con tan sólo 16 años. Un adolescente rodeado de profesionales con los que fue creciendo tanto en su juego como en personalidad. Un hombre clave en su desarrollo fue el preparador montenegrino Mihailo Pavicevic. Consciente de que tenía un diamante en bruto, Pavicevic fue puliendo la joya dándole más minutos y responsabilidad con el paso de las temporadas. Así pues, en su tercera campaña como profesional (2006/2007), Koponen fue pieza clave del equipo promediando 12.4 puntos y 3.7 asistencias por encuentro. Sus actuaciones llamaron la atención de los scoutings de la NBA y el jugador finlandés disputo el Nike Hoop Summit, anotando 7 puntos y repartiendo 6 asistencias.












Koponen fue drafteado ese verano por Philadelphia 76ers, que posteriormente traspasaron sus derechos a Portland Trail Blazers. La franquicia de Oregon consideró oportuno que se quedara en Europa para que pudiera seguir creciendo en su juego y dar el salto a la NBA con garantías de éxito. Al tener que cumplir el servicio militar (2008), el escolta escandinavo permaneció una temporada más en el Honka antes de moverse a cotas mayores.






















Koponen decidió fichar por la Virtus Bolonia en un contrato de larga duración. Tras una dura pugna, la escuadra italiana fue quién ofreció mejores condiciones y la LEGA era una competición donde Petteri quería probar hasta dónde podía llegar. La primera temporada en tierras transalpinas no fue fácil, ya que compartía la batuta del equipo con el experimentado Earl Boykins, por lo que no gozó de muchos minutos en la cancha.

En lo colectivo fue una temporada exitosa. Bolonia consiguió alzarse con la Eurochallenge disputada en casa. Al abrigo de su público, Koponen y sus compañeros lograban conquistar el título venciendo en la final a Cholet. El finlandés era el segundo jugador de su país en conquistar un trofeo europeo tras Hanno Mottola.

Al año siguiente, Bolonia tuvo grandes recortes en el presupuesto pero Koponen prefirió quedarse en el equipo. Petteri ganó en responsabilidad y en minutos (de 2.8 puntos en 13 minutos a 11.3 y 2 asistencias en 27 minutos). El equipo llegó a la final de la Copa, siendo derrotado por el todopoderoso Siena. En abril, Koponen se lesionó el quinto metatarsiano, por lo que decía adiós a lo que restaba de temporada.

Las dos siguientes campañas en Italia no le iban a reportar grandes logros en lo colectivo, pero sí en lo individual. En la 2010/2011 continuó en sus números (11 puntos y 2 asistencias de media) llevando al equipo a los playoffs, donde caería con el gigante Siena. Y en la siguiente campaña, Koponen fue capaz de aumentar sus medias (14 puntos y 2.5 asistencias), lo cual hizo que numerosos equipos de Euroliga se fijaran en él y quisieran contar con sus servicios para ese final de temporada. Pese a los diversos intentos, el base permaneció en Italia consolidando su juego y preparando su siguiente movimiento.
















Un todopoderoso ruso como el Khimki puso sus ojos en el menudo finlandés y Koponen no lo pensó dos veces: además de disputar la VTB, una de las ligas más fuertes de Europa, tenía la posibilidad de demostrar su juego en la Euroliga. Otro nivel, otro reto, otro paso adelante en la carrera.

Su primera campaña en Rusia no fue sencilla, puesto que en los partidos importantes no gozó de la confianza de su entrenador, el lituano Kurtinaitis. Koponen promediaba números similares en VTB y en Euroliga (6.6 puntos y 2 asistencias). Discreta carta de presentación para un tipo de su talento.














Entonces llegó la eclosión. Un verano que Petteri recordará toda su vida. En 2011, Finlandia demostró empeño y coraje habiendo ascendido de las categorías más bajas del basket europeo. En Eslovenia 2013, Finlandia se reivindicó. Koponen lideró a su selección con actuaciones como los 29 puntos a Grecia o los 11 puntos y 11 asistencias a Rusia. Su selección brillaba, él acribillaba desde el perímetro y guiaba a sus compañeros. Los ruidosos fans fineses le adoran, es la estrella. Finlandia lograba el pase a la segunda fase con 4 victorias y 1 derrota, si bien el sueño se acabaría pronto. Pero la huella estaba ahí.

Volvió al Khimki con más fuerza que nunca, con ganas de prolongar su estado de forma. Y así lo hizo. En una temporada donde el equipo ruso no se clasificó para la Euroliga, Koponen promedió 13 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias por encuentro en la VTB, calcando los números en una Eurocupen la que el equipo ruso cayó en una trepidante eliminatoria con el Valencia Basket, campeón a posteriori.

Koponen es un escolta que también puede jugar de base. Su mejor cualidad es el tiro desde la larga distancia, bien saliendo de bloqueos o en estático. Sabe echar el balón al suelo y asistir con calidad a los hombres altos. Le encanta jugar el pick&roll en la zona central de la pista. En el debe hay que decir que no es un gran defensor, si bien es muy rápido de manos.

Estamos convencidos de que Koponen vendrá a Bilbao con ganas de destapar el tarro de las esencias y liderar a su equipo en un marco incomparable y con el apoyo en las gradas de una inagotable masa de aficionados finesa.

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por JOSEBA MARTÍNE" /> DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014

Koponen nació en Helsinki hace 26 años. Su madre, Sonya, fue jugadora de baloncesto durante muchos años en la liga local. Tenía el baloncesto en la sangre. A Petteri le gustaba más el fútbol, como a todos los niños de su edad. Sin embargo, su madre le insistió en que probara suerte con la pelota naranja.

Inició su carrera en un equipo modesto como el Malmin Super-Koris, pero pronto le reclutaron para uno de los grandes del país, el Espoo-Honka, con tan sólo 16 años. Un adolescente rodeado de profesionales con los que fue creciendo tanto en su juego como en personalidad. Un hombre clave en su desarrollo fue el preparador montenegrino Mihailo Pavicevic. Consciente de que tenía un diamante en bruto, Pavicevic fue puliendo la joya dándole más minutos y responsabilidad con el paso de las temporadas. Así pues, en su tercera campaña como profesional (2006/2007), Koponen fue pieza clave del equipo promediando 12.4 puntos y 3.7 asistencias por encuentro. Sus actuaciones llamaron la atención de los scoutings de la NBA y el jugador finlandés disputo el Nike Hoop Summit, anotando 7 puntos y repartiendo 6 asistencias.












Koponen fue drafteado ese verano por Philadelphia 76ers, que posteriormente traspasaron sus derechos a Portland Trail Blazers. La franquicia de Oregon consideró oportuno que se quedara en Europa para que pudiera seguir creciendo en su juego y dar el salto a la NBA con garantías de éxito. Al tener que cumplir el servicio militar (2008), el escolta escandinavo permaneció una temporada más en el Honka antes de moverse a cotas mayores.






















Koponen decidió fichar por la Virtus Bolonia en un contrato de larga duración. Tras una dura pugna, la escuadra italiana fue quién ofreció mejores condiciones y la LEGA era una competición donde Petteri quería probar hasta dónde podía llegar. La primera temporada en tierras transalpinas no fue fácil, ya que compartía la batuta del equipo con el experimentado Earl Boykins, por lo que no gozó de muchos minutos en la cancha.

En lo colectivo fue una temporada exitosa. Bolonia consiguió alzarse con la Eurochallenge disputada en casa. Al abrigo de su público, Koponen y sus compañeros lograban conquistar el título venciendo en la final a Cholet. El finlandés era el segundo jugador de su país en conquistar un trofeo europeo tras Hanno Mottola.

Al año siguiente, Bolonia tuvo grandes recortes en el presupuesto pero Koponen prefirió quedarse en el equipo. Petteri ganó en responsabilidad y en minutos (de 2.8 puntos en 13 minutos a 11.3 y 2 asistencias en 27 minutos). El equipo llegó a la final de la Copa, siendo derrotado por el todopoderoso Siena. En abril, Koponen se lesionó el quinto metatarsiano, por lo que decía adiós a lo que restaba de temporada.

Las dos siguientes campañas en Italia no le iban a reportar grandes logros en lo colectivo, pero sí en lo individual. En la 2010/2011 continuó en sus números (11 puntos y 2 asistencias de media) llevando al equipo a los playoffs, donde caería con el gigante Siena. Y en la siguiente campaña, Koponen fue capaz de aumentar sus medias (14 puntos y 2.5 asistencias), lo cual hizo que numerosos equipos de Euroliga se fijaran en él y quisieran contar con sus servicios para ese final de temporada. Pese a los diversos intentos, el base permaneció en Italia consolidando su juego y preparando su siguiente movimiento.
















Un todopoderoso ruso como el Khimki puso sus ojos en el menudo finlandés y Koponen no lo pensó dos veces: además de disputar la VTB, una de las ligas más fuertes de Europa, tenía la posibilidad de demostrar su juego en la Euroliga. Otro nivel, otro reto, otro paso adelante en la carrera.

Su primera campaña en Rusia no fue sencilla, puesto que en los partidos importantes no gozó de la confianza de su entrenador, el lituano Kurtinaitis. Koponen promediaba números similares en VTB y en Euroliga (6.6 puntos y 2 asistencias). Discreta carta de presentación para un tipo de su talento.














Entonces llegó la eclosión. Un verano que Petteri recordará toda su vida. En 2011, Finlandia demostró empeño y coraje habiendo ascendido de las categorías más bajas del basket europeo. En Eslovenia 2013, Finlandia se reivindicó. Koponen lideró a su selección con actuaciones como los 29 puntos a Grecia o los 11 puntos y 11 asistencias a Rusia. Su selección brillaba, él acribillaba desde el perímetro y guiaba a sus compañeros. Los ruidosos fans fineses le adoran, es la estrella. Finlandia lograba el pase a la segunda fase con 4 victorias y 1 derrota, si bien el sueño se acabaría pronto. Pero la huella estaba ahí.

Volvió al Khimki con más fuerza que nunca, con ganas de prolongar su estado de forma. Y así lo hizo. En una temporada donde el equipo ruso no se clasificó para la Euroliga, Koponen promedió 13 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias por encuentro en la VTB, calcando los números en una Eurocupen la que el equipo ruso cayó en una trepidante eliminatoria con el Valencia Basket, campeón a posteriori.

Koponen es un escolta que también puede jugar de base. Su mejor cualidad es el tiro desde la larga distancia, bien saliendo de bloqueos o en estático. Sabe echar el balón al suelo y asistir con calidad a los hombres altos. Le encanta jugar el pick&roll en la zona central de la pista. En el debe hay que decir que no es un gran defensor, si bien es muy rápido de manos.

Estamos convencidos de que Koponen vendrá a Bilbao con ganas de destapar el tarro de las esencias y liderar a su equipo en un marco incomparable y con el apoyo en las gradas de una inagotable masa de aficionados finesa.

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Copa del Mundo 2014: El perfil de Petteri Koponen, por Joseba Martínez
BasketMe  | 27.08.2014 - 21:19h.
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Petteri Koponen es un jugador consolidado en el basket FIBA y es la referencia de la selección finesa que disputará su primer Mundial en tierras españolas. La gran actuación de Finlandia en el último Europeo disputado en Eslovenia venciendo a potencias como Turquía o Rusia no pasó desapercibida para la FIBA, que otorgó una de las invitaciones del torneo al conjunto escandinavo. No en vano, Koponen fue una de las sensaciones del campeonato liderando a su equipo a cotas inimaginables, cayendo en la segunda fase de grupos.

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Koponen nació en Helsinki hace 26 años. Su madre, Sonya, fue jugadora de baloncesto durante muchos años en la liga local. Tenía el baloncesto en la sangre. A Petteri le gustaba más el fútbol, como a todos los niños de su edad. Sin embargo, su madre le insistió en que probara suerte con la pelota naranja.

Inició su carrera en un equipo modesto como el Malmin Super-Koris, pero pronto le reclutaron para uno de los grandes del país, el Espoo-Honka, con tan sólo 16 años. Un adolescente rodeado de profesionales con los que fue creciendo tanto en su juego como en personalidad. Un hombre clave en su desarrollo fue el preparador montenegrino Mihailo Pavicevic. Consciente de que tenía un diamante en bruto, Pavicevic fue puliendo la joya dándole más minutos y responsabilidad con el paso de las temporadas. Así pues, en su tercera campaña como profesional (2006/2007), Koponen fue pieza clave del equipo promediando 12.4 puntos y 3.7 asistencias por encuentro. Sus actuaciones llamaron la atención de los scoutings de la NBA y el jugador finlandés disputo el Nike Hoop Summit, anotando 7 puntos y repartiendo 6 asistencias.












Koponen fue drafteado ese verano por Philadelphia 76ers, que posteriormente traspasaron sus derechos a Portland Trail Blazers. La franquicia de Oregon consideró oportuno que se quedara en Europa para que pudiera seguir creciendo en su juego y dar el salto a la NBA con garantías de éxito. Al tener que cumplir el servicio militar (2008), el escolta escandinavo permaneció una temporada más en el Honka antes de moverse a cotas mayores.






















Koponen decidió fichar por la Virtus Bolonia en un contrato de larga duración. Tras una dura pugna, la escuadra italiana fue quién ofreció mejores condiciones y la LEGA era una competición donde Petteri quería probar hasta dónde podía llegar. La primera temporada en tierras transalpinas no fue fácil, ya que compartía la batuta del equipo con el experimentado Earl Boykins, por lo que no gozó de muchos minutos en la cancha.

En lo colectivo fue una temporada exitosa. Bolonia consiguió alzarse con la Eurochallenge disputada en casa. Al abrigo de su público, Koponen y sus compañeros lograban conquistar el título venciendo en la final a Cholet. El finlandés era el segundo jugador de su país en conquistar un trofeo europeo tras Hanno Mottola.

Al año siguiente, Bolonia tuvo grandes recortes en el presupuesto pero Koponen prefirió quedarse en el equipo. Petteri ganó en responsabilidad y en minutos (de 2.8 puntos en 13 minutos a 11.3 y 2 asistencias en 27 minutos). El equipo llegó a la final de la Copa, siendo derrotado por el todopoderoso Siena. En abril, Koponen se lesionó el quinto metatarsiano, por lo que decía adiós a lo que restaba de temporada.

Las dos siguientes campañas en Italia no le iban a reportar grandes logros en lo colectivo, pero sí en lo individual. En la 2010/2011 continuó en sus números (11 puntos y 2 asistencias de media) llevando al equipo a los playoffs, donde caería con el gigante Siena. Y en la siguiente campaña, Koponen fue capaz de aumentar sus medias (14 puntos y 2.5 asistencias), lo cual hizo que numerosos equipos de Euroliga se fijaran en él y quisieran contar con sus servicios para ese final de temporada. Pese a los diversos intentos, el base permaneció en Italia consolidando su juego y preparando su siguiente movimiento.
















Un todopoderoso ruso como el Khimki puso sus ojos en el menudo finlandés y Koponen no lo pensó dos veces: además de disputar la VTB, una de las ligas más fuertes de Europa, tenía la posibilidad de demostrar su juego en la Euroliga. Otro nivel, otro reto, otro paso adelante en la carrera.

Su primera campaña en Rusia no fue sencilla, puesto que en los partidos importantes no gozó de la confianza de su entrenador, el lituano Kurtinaitis. Koponen promediaba números similares en VTB y en Euroliga (6.6 puntos y 2 asistencias). Discreta carta de presentación para un tipo de su talento.














Entonces llegó la eclosión. Un verano que Petteri recordará toda su vida. En 2011, Finlandia demostró empeño y coraje habiendo ascendido de las categorías más bajas del basket europeo. En Eslovenia 2013, Finlandia se reivindicó. Koponen lideró a su selección con actuaciones como los 29 puntos a Grecia o los 11 puntos y 11 asistencias a Rusia. Su selección brillaba, él acribillaba desde el perímetro y guiaba a sus compañeros. Los ruidosos fans fineses le adoran, es la estrella. Finlandia lograba el pase a la segunda fase con 4 victorias y 1 derrota, si bien el sueño se acabaría pronto. Pero la huella estaba ahí.

Volvió al Khimki con más fuerza que nunca, con ganas de prolongar su estado de forma. Y así lo hizo. En una temporada donde el equipo ruso no se clasificó para la Euroliga, Koponen promedió 13 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias por encuentro en la VTB, calcando los números en una Eurocupen la que el equipo ruso cayó en una trepidante eliminatoria con el Valencia Basket, campeón a posteriori.

Koponen es un escolta que también puede jugar de base. Su mejor cualidad es el tiro desde la larga distancia, bien saliendo de bloqueos o en estático. Sabe echar el balón al suelo y asistir con calidad a los hombres altos. Le encanta jugar el pick&roll en la zona central de la pista. En el debe hay que decir que no es un gran defensor, si bien es muy rápido de manos.

Estamos convencidos de que Koponen vendrá a Bilbao con ganas de destapar el tarro de las esencias y liderar a su equipo en un marco incomparable y con el apoyo en las gradas de una inagotable masa de aficionados finesa.

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por JOSEBA MARTÍNEZ




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