Seguro que mientras celebraban la brillante victoria en el EuroBasket 2013 muchos aficionados bleus soñaban con repetir una escena parecida un año después en el Mundial. Esos mismos aficionados, igual que el entrenador Collet, deben tener una sensación agridulce cuando quedan sólo unos días para que empiece el torneo. Por una parte consiguieron espantar sus fantasmas personales al vencer a su némesis, España, en las semifinales del Europeo, demostrando a todo el mundo y a sí mismos que pueden estar arriba del todo. Por otra parte, lo que se suponía un camino ya de por sí muy duro con la ausencia del mejor jugador del equipo, Tony Parker, se ha puesto mucho más cuesta arriba con las bajas voluntarias de Noah, Traore y Turiaf y las ausencias por lesión de Seraphin, Ajinca, De Colo y Mahinmi. Francia sigue estando en el pelotón de favoritas, pero va a requerir un do de pecho individual y colectivo para superar la alargada sombra de Parker y compañía.

DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014




Como ya se ha mencionado arriba, Francia llega al Mundial de España como actual campeona de Europa. Tras eliminar a la anfitriona, Eslovenia, en cuartos, una agónica victoria en la prórroga contra España les ponía a un peldaño de alcanzar la gloria. En la final pasaron por encima de Lituania y Tony Parker fue nombrado el mejor jugador del torneo.

En los partidos de preparación no han mostrado su mejor cara y su juego ha sido muy irregular en ambas canastas. De los 7 partidos de preparación jugados hasta ahora han ganado 4, pero las derrotas contra Serbia, Ucrania y Australia (y la desdibujada victoria ante Filipinas) han generado bastantes dudas en un equipo que está teniendo que reinventarse sobre la marcha tras el rosario de lesiones y las ausencias.

Francia intentará acabar con la mala racha que les persigue en los Mundiales. Sólo han participado en 6 de las 16 ediciones anteriores y nunca han conseguido medalla. En la última edición (Turquía 2010) acabaron en un discretísimo decimotercer puesto.




Encaminado a ser el base titular, este campeonato es una gran oportunidad para Antoine Diot. Su rol en la selección ha sido siempre el de suplente de Parker, cometido que ha cumplido de manera satisfactoria pero que le dejaba poco margen para lucirse. Alto para su posición (1.93 m), es un director de juego sobrio, seguro y que no se esconde a la hora de mirar al aro, en especial en los momentos más calientes. Buen defensor, suele tomar la decisión más adecuada en cada momento pero le falta algo de chispa para crear desequilibrios en un equipo que lo va a necesitar mucho.
Marginal en el último Europeo, Thomas Heurtel ha demostrado en los partidos de preparación estar listo para el reto de jugar bastantes minutos y de calidad. Talentoso, con gran visión de juego y buen tiro, intentará subir las revoluciones del equipo cuando salte a la cancha. Debe controlar su tendencia a desconcentrarse, lo que le hace perder balones y despistarse en defensa. Podría quitarle bastantes minutos a Diot si empieza el campeonato con buen pie y coge confianza.

En su primer torneo con la selección absoluta, Evan Fournier aspira a convertirse en una de las referencias anotadoras exteriores tras la bajas de Parker y De Colo. Con clase y talento a raudales y un amplísimo arsenal ofensivo (su mecánica de tiro es cuasi-perfecta y sus entradas de clínic), su mayor reto es sentirse importante y con la confianza de sus compañeros y del entrenador. Su altura (1.99 m) y envergadura para su puesto incomodan en defensa al escolta rival. Gran finalizador de contraataques.

Edwin Jackson es el tercer escolta y quizás el anotador más puro del equipo. Vuelve con los bleus tras 4 años de ausencia (su último torneo internacional fue el Mundial 2010, donde apenas jugó) e intentará encontrar su sitio en el equipo. Explosivo y capaz de anotar de muchas maneras, Collet le utilizará principalmente como desatascador cuando el equipo se meta en uno de sus habituales agujeros negros ofensivos.

Nicolas Batum será el alero titular. Quizás el salto adelante más necesario de todos. Gran estrella del equipo en ausencia de Tony Parker, Batum tiene la obligación de dejar el traje de Robin que tan bien le ha sentado y enfundarse el de Batman. Jugador con gran físico para el baloncesto, tiene clase y es polivalente y completo. Ha ido puliendo sus puntos más débiles -tiro exterior, concentración, no mirar al aro en momentos decisivos- y potenciando sus virtudes -gran defensor, buen reboteador y pasador, poco egoísta-. Si Francia quiere llevarse un metal a casa, Batum tiene que estar en el cinco ideal del campeonato.

Por lo visto en los partidos de preparación, Collet va a dar la titularidad a Mickael Gelabale confiando en su experiencia y sobriedad. Gelabale posee la virtud de aparecer de repente en partidos en los que no estaba aportando demasiado y clavar un par de triples decisivos. Su fuerza física le permite ser duro en defensa y postear a su marcador si ve que puede sacar ventaja. Si no entra en el flujo del partido puede pasar totalmente desapercibido, dedicándose a hacer parte del trabajo sucio.

Charles Kahudi vuelve a la selección a última hora como reemplazo de De Colo. Alero de 1.97, es un jugador sobrio, fiable y que puede hacer un poco de todo gracias a su buen físico. Buen defensor y reboteador, tiene un tiro con acierto aunque no se prodiga en exceso. En sus anteriores torneos con la selección ha tenido escaso protagonismo y probablemente vuelva a ser el caso en este Mundial.

Tras su maravillosa exhibición en las pasadas finales de la NBA, Boris Diaw llega al Mundial es el mejor momento de su carrera y mostrando una madurez espléndida. Capaz de dominar un partido sin anotar mucho, a veces parece que su mente va unos segundos por delante del resto. Bajo para su posición de ala-pívot (2.03), más robusto que fuerte (debe tener un trasero 6XL), en defensa se empareja sin problemas contra jugadores más altos y atléticos. En ataque hace un poco de todo para ayudar a que su equipo juegue más fluido, apoyado en un tiro exterior aceptable, una visión de juego excepcional para un jugador interior y una lectura de defensas de libro. Por galones y experiencia debería ser el segundo de a bordo de Batum.

Otro ala-pívot bajo (2.02 m) pero rocoso y duro como pocos es el veterano Florent Pietrus. Curtido en mil batallas con la selección, especialista reboteador y defensivo, mira poco el aro y pone el bien del equipo por encima de su rendimiento personal. Muy fuerte, sorprende ver como cuatros más altos y atléticos no son capaces de moverle en la zona. Quizás no juegue demasiados minutos pero saltará al campo en todos los partidos y lo dará todo sin aspavientos.

Ian Mahinmi ha pasado de no estar convocado a un más que probable puesto en el cinco inicial por las lesiones de Ajinca y Seraphin... y a causar baja en la víspera del comienzo del torneo para dejar su lugar al ex-jugador del UCAM Murcia y nuevo baskonista Kim Tillie. Un 2.11 musculoso y ágil, bastante limitado en ataque, que suele anotar en las cercanías del aro tras balones doblados por sus compañeros o algún rebote ofensivo, aunque cada vez se prodiga más en tiros de 3-4 metros. Buen taponador e intimidador, a veces se carga de faltas rápidamente limitando mucho su aportación.

Con sus 22 años y 2.11 m de altura, Joffrey Lauvergne es un ala-pívot de gran movilidad. Dadas las bajas francesas en la pintura va a jugar bastantes minutos como 5. Ha sido una de las sorpresas agradables de los partidos de preparación, mostrándose muy resolutivo de cara al aro y derrochando ganas y energía. Tira ocasionalmente de 3 puntos con, hasta ahora, gran efectividad, lo que le hace mucho más peligroso. El exceso de ímpetu por su juventud le hace cargarse de faltas rápidamente en ocasiones. Es de los mejores pívots acabando contraataques de todo el campeonato.

Rudy Gobert es el techo del equipo con sus 2.13 m. Pívot joven (22 años), acude a la selección absoluta por primera vez. Tiene una envergadura enorme y bastante potencial por su agilidad y rapidez, pero aún está muy verde y su aportación en los partidos de preparación está siendo bastante floja e irregular. Sin apenas movimientos de ataque, tiene que recibir muy cerca del aro para ser efectivo. En defensa tiene que aprender a ocupar más espacio en la zona y mejorar en su defensa al hombre.




Con 6 años ya al frente de la selección, Vincent Collet tocó la gloria el verano pasado llevando a una gran generación a un título esquivo y largamente deseado. Fiel a sí mismo tras los muchos reveses antes del oro europeo, tiene todo un señor reto: demostrar que Francia sin Parker sigue siendo un equipo de élite.




La ya comentada ausencia de Tony Parker, uno de los mejores bases del mundo, va a obligar a los galos a cambiar los cimientos de lo que había sido su estilo de ataque en los últimos campeonatos internacionales. La facilidad de Parker para anotar o crear desequilibrios al penetrar era esencial en la generación de juego francesa. Diot es casi lo opuesto a eso y Collet está recurriendo cada vez más a un más creativo e incisivo Heurtel. Con él, el equipo juega de manera más dinámica pero también es más irregular.

Si hacemos caso a los partidos de preparación, Collet va a prescindir de un escolta en el quinteto inicial (Fournier) para salir con dos aleros puros (Batum y Gelabale) con más experiencia y defensa. Los resultados no han sido demasiado satisfactorios, con varias derrotas incluidas, con lo que puede ser que cambie de idea antes de empezar el torneo o durante el mismo.

In Boris we trust. Cuando está en pista, todos los ataques pasan por las manos de Diaw, que se encarga de leer la defensa y distribuir el juego haciendo de segundo base. Diaw puede empezar el ataque recibiendo fuera o posteando, y desde ahí crear la jugada. Parece encontrarse más cómodo con un pívot móvil y con más rango como Lauvergne. En los partidos de preparación ha estado fallón en el tiro y a veces no parece darse cuenta de que sus compañeros de ahora no son los de los Spurs, perdiendo bastantes balones.

La plantilla es muy profunda, complementaria y la polivalencia de varios jugadores da lugar a numerosas combinaciones tácticas. Muchos jugadores se encuentran cómodos tanto posteando como jugando alrededores de la línea de 3. Diot-Batum-Gelabale-Pietrus-Mahimni es una auténtica muralla capaz de ahogar a los rivales y Heurtel-Fournier-Jackson-Diaw-Lauvergne un vendaval ofensivo que puede correr más que nadie, y ambos son quintetos plausibles de estar en la pista durante un mismo partido.

La fortaleza física y el atleticismo de muchos de sus jugadores hacen de Francia un peligro constante en el rebote ofensivo. Consiguen muchas segundas oportunidades y puntos tras rebote en el tablero contrario y eso les ayuda especialmente en momentos de sequía anotadora. Dada su facilidad para el rebote defensivo, su gran físico y su tendencia a atascarse en estático, Francia debería intentar correr bastante más de lo que lo hace, sobre todo teniendo grandes finalizadores como Fournier, Jackson o Lauvergne.

Si antes con Parker ya ocurrían, el principal enemigo de Francia son las pájaras ofensivas que, casi inevitablemente, tienen en cada partido. Está por ver si talentos ofensivos puros como Fournier o Jackson son capaces de aportar en esos minutos (que pueden durar bastante) en los que su ataque se vuelve muy espeso y los tiros no entran.

Jackson, Fournier y la mejora de Batum deberían aliviar la crónica inconsistencia en el tiro exterior, uno de los mayores problemas históricos de este equipo, pero Collet no parece tenerlo (aún) muy claro con los dos primeros.




Con una plantilla llena de jugadores fuertes, atléticos y rocosos, Francia intenta llevar los partidos a un combate lo más físico posible en las que casi siempre tienen las de ganar. Los jugadores más jóvenes tienen que ser capaces de igualar la intensidad de los veteranos en este sentido. A medida que vaya transcurriendo el partido, y si los árbitros lo permiten, irán subiendo el nivel físico de su defensa.

Francia defiende la mayoría del tiempo en individual. Ocasionalmente hacen presión en toda la pista o tres cuartos que suele dar buen resultado por la envergadura de sus jugadores. Suele defender bien los bloqueos, y sus aleros y pívots son polivalentes y están capacitados para aguantar sin excesivos problemas emparejamientos descompensados tras cambiar en el bloqueo.




Tras brillar como fiel escudero de Parker, para Nico Batum es el momento de convertirse en el referente de su equipo y en uno de los mejores jugadores del Mundial. Lo tiene todo para ello.




Evan Fournier aún tiene que ganarse la confianza del entrenador, pero si lo hace y cree en sus posibilidades es justo lo que necesita este equipo para llegar lejos.

DESCARGA GRATIS LA GUÍA BASKETME COPA DEL MUNDO 2014