Estados Unidos se medirá a Lituania en la primera semifinal del Mundobasket tras derrotar por un contundente 76-119 a una Eslovenia que aguantó veinte minutos cierta igualdad en el marcador, para acabar absolutamente descompuesta en el segundo tiempo. Basada en el poderío de su rebote ofensivo y aprovechando las numerosas pérdidas de balón eslovenas, Estados Unidos acabó por imponer su rodillo en un tercer cuarto definitivo. Sustentada en Domen Lorbek y los hermanos Dragic, Eslovenia dice adiós a un Mundial notable y que pese al regusto amargo de la derrota ante Lituania siembra las bases de un equipo que el año que viene debería luchar por al menos una plaza en el Preolímpico. Por su parte, el equipo de Krzyzewski llega a las semifinales ahondando en sus virtudes pero mostrando algunos signos preocupantes en el ataque estático.

El partido arrancaba con USA cargando el juego en la pintura, lo que llevaba a Eslovenia a entrar en tres minutos en bonus dada su incapacidad para frenar a la pareja Faried-Davis. Pese a ello, la intensidad defensiva, la velocidad de Goran Dragic y el acierto de Domen Lorbek daban a los de Zdovc una primera ventaja (8-4)... que pronto se volatizaba con un parcial fulgurante de 11-2 sustentado en la superioridad en el rebote ofensivo. Tras el pertinente tiempo muerto, Eslovenia seguía apostando por un ritmo vivo, lo que llevaba a USA a sentirse cómoda a la par que encontrar la mejor versión de Rose en lo que iba de torneo. Pese a verse por debajo de los 10 puntos de diferencia, Eslovenia daba un último tirón y conseguía llegar al final del cuarto a siete (22-29) pese a haber concedido la friolera de 14 rebotes ofensivos.

El segundo acto arrancaba con una preciosa suspensión de Prepelic que resultaba ser poco más que un espejismo. Pese a que Zdovc devolvía a la pista al equipo titular, la imprecisión (9 balones perdidos en ese momento) eslovena y la actividad americana en las líneas de pase provocaban una sucesión de canastas "gratis" que situaban el electrónico en 26-37. Tras un nuevo tiempo muerto esloveno el partido se estabilizaba en las diferencias en torno a los 10 puntos, con Eslovenia planteando una zona más encaminada a proteger el rebote que a cortocircuitar el ataque americano. Con Lorbek como estilete europeo por momentos parecía que el partido podía estrecharse, pero la falta de mordiente en el tiro exterior y en los tiros libres impedía un mayor acercamiento. Tras unos últimos minutos de intercambio de errores, Zoran Dragic anotaba el segundo triple esloveno (sobre 12 intentos) para dejar el marcador en 42-49 al descanso. 16 rebotes ofensivos concedidos, siete tiros libres errados o 10 pérdidas eran sólo alguno de los números que explicaban cómo Eslovenia no podía más que estar satisfecha por no verse más descolgada.

La segunda parte se abría con una canasta de Goran Dragic que estrechaba el marcador hasta los cinco puntos, pero dos pérdidas del jugador de los Suns y un nuevo rebote ofensivo de Faried llevaban de nuevo las diferencias por encima de los 10 puntos (44-55). Un par de acciones del propio Dragic encarnaban el último acto de resistencia de una Eslovenia a la que el cansancio empezaba a pasar factura. Con USA subiendo las líneas defensivas, la aparición de Irving y las exhibiciones de la pareja interior acababan por romper un partido donde el tercer cuarto ya se cerraba con un claro 64-86, maquillado gracias a dos triples finales de Klobucar y de un infrautilizado Prepelic.

Por si quedaba alguna duda el último acto se abría con un 0-10 en apenas dos minutos que convertía el resto del partido en un mero tramite, donde Eslovenia empañaba un tanto su imagen hasta el punto de encajar la mayor derrota de su historia (76-119).