La imagen de la felicidad eran las caras de Belén Arrojo y Miriam Forasté al final del partido en el que España derrotó a Grecia por 40 puntos de diferencia pudiendo dar minutos a sus dos debutantes.

Miriam Forasté fue la primera en saltar a la cancha. Hecho que vivió “con muchos nervios y tensión para que saliera todo bien. Al final todo fue genial. Un descanso el haber pasado esta situación que me tenía un poco nerviosa”.

La catalana reconoce que “estas jugadoras llevan mucho tiempo jugando juntas y da respeto entrar en el grupo. Tenía dudas sobre si al salir iba a poder entenderme con ellas y encontrar mi sitio, pero no ha sido tan difícil”.

Por su parte Belén Arrojo encontró el aro nada más saltar a la pista aunque reconoce que “estaba muy nerviosa por el debut”. Se siente “muy contenta y feliz. Cuando anoté la primera canasta fue como una liberación”

Ya sabía la granadina lo que es convivir con estas jugadoras. “Fui dos días la temporada pasada y pude compartir algún momento con ellas. Después de esta temporada, que ha sido dura pero en la que ha salido todo muy bien, teniendo más responsabilidades estar aquí es un premio y más después de haber debutado” manifestó la alero andaluza.