Hubo risas, hubo lágrimas. hubo emoción y homenajes... ¡y hasta un nuevo himno! La gala que conmemoró los 50 años del Bàsquet Andorra, absolutamente inolvidable .

Una tarde noche de muchas emociones. A menudo las noches mágicas se suelen asociar siempre a los grandes resultados deportivos. Pero el club, su historia y su gente, se merecía una noche así. Y no sólo para hacer 50 años, que sólo se hacen una vez en la vida, también porque la celebración llega en un momento de esperanza para todo el mundo cuando ya se vislumbra la luz al final de un túnel que se ha hecho muy largo.

La gala de los 50 años hizo reír, emocionarse y también llorar, de emoción, en algunos momentos probablemente por todas las emociones concentradas en estos últimos meses.

I es que... TOT VA COMENÇAR AMB ELLS.
Els pioners.#50AnysJunts #MaiSol #MaiPor pic.twitter.com/ZUIC0MGxRY

El presidente Gorka Aixàs destacó en su parlamento «el fuerte vínculo del club con el país desde sus primeros pasos» y también la capacidad de «la entidad para ir reinventándose y regenerándose siempre después de sufrir grandes dificultades o derrotas importantes».

Los discursos del Cap del Govern Xavier Espot y la Cónsol Major de Andorra la Vella, Conxita Marsol, sirvieron para subrayar la capacidad del BCA para ser un aglutinador social muy importante en el país. Sin duda, la ovación de la noche se la llevó Jordi Clua, que recibió un reconocimiento a toda una vida dedicada al club.

El plato fuerte en una gala muy variada fue el momento en que se hicieron públicos los nombres de los integrantes del 5 histórico de la entidad. José Luis Llorente, David Jelínek, Carlos Farfán, Toni Jiménez y Chechu Bermudo fueron los escogidos.



`La huella que no se borra` es una canción que pronto será muy popular entre los aficionados del club y que es obra de los músicos andorranos Oriol Vilella y Lluís Cartes. Con el público empezando a cantar el estribillo del himno estrenado terminó la gala, una tarde / noche para recordar.