Unicaja se llevó el premio del pase a semifinales tras un sobrio partido en el que aprovecharon el gran arranque del tercer cuarto. Tras un parcial de 8-0 lograron obtener renta suficiente para, con un continuo intercambio de canastas, ganar de forma cómoda. Bilbao lo intentó de muchas formas posibles, pero en Unicaja siempre aparecía un jugador dispuesto a erigirse como protagonista puntual y ayudar a finiquitar el encuentro.

El Bilbao comenzó el partido más entonado, con Mumbrú y Todorovic marcando diferencias ante sus marcadores y con un juego muy rápido (6-11) que encontraba espacios en la defensa malagueña, gracias a una buena dirección de Quino Colom. Rápidamente el Unicaja empezó a recortar las distancias y gracias al desacierto en el tiro exterior de los vascos consiguió que se apretara el marcador. La entrada de Raül López provocó que el Bilbao mejorase en ataque y se mantuviera cerca de su rival en el marcador a pesar del paupérrimo 3 de 11 en triples. La defensa malagueña tardó unos minutos en arrancar, pero cuando lo hizo maniató a su contrincante, al que  solo permitió tirar seis veces de dos puntos. Granger, que está en un gran momento de forma anotó ocho puntos y lideró la remontada de los malagueños.

Los primeros minutos del segundo parcial fueron un continuo goteo de errores, solo consiguieron sacar del letargo a los aficionados tras dos triples de Kuzmiskas y Mumbrú (29-24). El partido había cambiado completamente desde lo que se vio en los primeros minutos, el juego se espesaba y costaba mucho ver canastas fáciles. Las defensas aumentaron el nivel de intensidad y al Unicaja le sentó muy mal que Granger se sentara a descansar. Se frenó su anotación de manera alarmante, al mismo tiempo que empezaban a aumentar las pérdidas de balón y los tiros fallados. En este cuarto fue la vuelta a la pista de Colom la que sentó mejor al Bilbao, que aprovechó para recortar distancias, Mientras en Unicaja era el lituano Kuzmiskas el que tiraba del carro. Se llegó al descanso con 41-37 para el Unicaja.

En ambos equipos destacaron dos jugadores por encima del resto. Por el Unicaja, el uruguayo Granger (11 puntos) y Kuzminskas (13 puntos y 5 rebotes). Mientras en el Bilbao eran Mumbrú (10 puntos y 5 rebotes) y Todorovic (10 puntos y 3 rebotes) los mejores.       

Los jugadores de Joan Plaza regresaron del descanso con una actitud transformada y tras un parcial de 8-0 (49-37), sentaron las bases para llevarse la victoria en este partido de cuartos  de final. El Bilbao respondía de forma esporádica, con Marko Todorovic cerca de canasta y Bertans y Mumbrú desde fuera. Las distancias se redujeron, hasta que volvió a aparecer Granger, con cinco puntos consecutivos para poner a su equipo con rentas cercanas a la decena (61-52). Unicaja, gracias a su defensa y al mal día en el tiro del Bilbao lograba mantener las distancias que logró merced a su gran arranque del tercer cuarto. Los malagueños iban encontrando en todo momento respuestas ofensivas a las trabas planteadas por Sito Alonso.

El partido continuaba con un intercambio de canastas en el que el Bilbao intentaba de todas las formas posibles recortar distancias, pero cada canasta era contestada por otra de los malagueños, que seguían manteniendo rentas cómodas a su favor. El Bilbao llegó a acercarse de forma más seria (75-70), después de cinco puntos anotados por sus bases, que estaban compartiendo minutos en pista por primera vez en el encuentro. La anotación del Bilbao, liderados en esta segunda mitad por Bertans y Colom, encontraba siempre respuesta de los malagueños. A tres minutos del final Unicaja seguía manteniendo las mismas distancias (81-72) y los vascos intentando recortar de forma infructuosa las distancias. Unicaja dio muestras en esta segunda parte de un gran movimiento de balón, con el que siempre conseguían llevarlo a un jugador con espacios para anotar. Aparecieron muchos jugadores diferentes y gracias a este juego coral lograron acceder a las semifinales, donde se enfrentarán al Barcelona (86-78).