Valencia Basket suma su cuarta victoria en Liga Endesa gracias a un espléndido segundo cuarto (32-17). Bojan Dubljevic volvió a mostrar el camino a sus compañeros con 21 puntos, 13 rebotes y 33 créditos de valoración. La aportación ofensiva de Toolson y Renfroe insuficiente ante el empuje taronja.

La Fonteta volvía a acoger un choque de tendencias enfrentadas. Joan Peñarroya ha hecho de Manresa un equipo que rezuma competitividad y confianza. En Valencia, Jaume Ponsarnau no termina de conectar su estilo de juego con la moral de la plantilla, maltrecha desde que Gran Canaria negará una nueva presencia en Euroliga. De hecho, las altas esferas del Club no han escondido su descontento tras las derrotas en Vitoria y Villerbeune.     

El aviso al técnico de Tárrega convertía el duelo en algo más que un enfrentamiento directo entre dos aspirantes a disputar la próxima Copa del Rey. Ante tal escenario, los jugadores locales desplegarían un plus de energía que sería clave a lo largo del encuentro. En el apartado táctico, Valencia optaría desde el comienzo por explotar su manifiesta superioridad en la pintura.

Canasta de Sam Van Rossom (Fuente: Juanjo Ripollés / BasketMe)

Manresa compensaría el envite gracias a los puntos de sus tres pilares ofensivos: Doellman, Renfroe y Toolson (11-12). Durante buena parte del primer inicial fueron los únicos capaces de anotar por parte visitante. Sin embargo, sería el oxígeno de la segunda unidad catalana la que les proporcionaría una renta de 5 puntos. Las continuaciones de Labeyrie en zona rival y el trabajo en los tableros de Tobey neutralizaron el triple de Gintvainis a la conclusión del asalto inicial (18-20).

Los intangibles de Mike Tobey alimentaron el hambre de Alberto Abalde, por fin decidido a buscar la canasta contraria. Entre ambos construyeron un parcial fulgurante de 8-0, antesala de la exhibición que estaba por llegar. El juego interior de Manresa comenzaba a sufrir el paso de los minutos.

Era el momento para que Will Thomas y Bojan Dubljevic azotaran con violencia las opciones foráneas. El pívot montenegrino castigó sin piedad la inocencia de Cady Lalanne, sumando 20 tantos de valoración en la primera mitad. Además, su lectura del 2 contra 2 permitió a Sam Van Rossom irrumpir con fuerza en el juego (13 puntos). El parcial era de 17-2. Solo el acierto de Toolson y un nuevo triple de Gintvainis impidieron que el marcador se rompiera definitivamente antes de alcanzar el descanso (50-37).

Doellman y Dubljevic (Fuente: Juanjo Ripollés / BasketMe)

El desenlace no tardaría en llegar. Una vez más, la dupla Dubljevic-Van Rossom se encargaría de destapar la indolencia defensiva de las estrellas visitantes. Sin rebajar un ápice de intensidad, los de Ponsarnau se lanzaron hacia la victoria y abrieron una brecha irrecuperable (60-37). Los 7 puntos consecutivos de Alex Renfroe y la relajación de los anfitriones permitieron a Peñarroya albergar esperanzas de cara al último periodo (69-56).

El amor propio del banquillo catalán crecería para hacerles soñar con el milagro (74-68). Gintvainis, Sakho y Muñoz provocaron el regreso a pista de los pesos pesados de Valencia Basket. Para entonces, el esfuerzo de Lundberg había convertido la defensa manresana en una muralla. El partido se detuvo en seco. Tuvo que ser Will Thomas el que rescatara a los suyos desde el 6.75. Con el triunfo ya en el bolsillo (89-76), la grada dedicó una merecida y emotiva ovación a Justin Doellman. La Fonteta nunca olvida a los suyos.

La próxima semana, ambos equipos afrontarán desplazamientos en el marco de la Liga Endesa. Valencia Basket intentará confirmar su mejoría ante otro rival de entidad: Iberostar Tenerife. Por su parte, los de Joan Peñarroya tendrán en Burgos una nueva oportunidad para demostrar su gran capacidad competitiva. Una victoria les volvería a colocar cerca de la próxima Copa del Rey.