Un parcial en contra de 28-9 en 15 minutos decidió el triunfo para el Darussafaka en Estambul.

El de ayer era uno de esos pocos días que no sale nada por mucho empeño que le pongas. Eso le pasó a un Real Madrid que, mermado por las bajas de Llull, Randolph y Thompkins, luchó contra su falta de acierto en ataque ante un Darussafaka que encarriló el encuentro entre el segundo y tercer cuarto con un parcial de 28-9. Lo mejor de los blancos fue su juego interior, con Reyes (14 puntos y 15 de valoración) y Hunter (10 y 18). Ahora a pensar en la vista este domingo del Obradoiro en la Liga Endesa.

Los blancos tiraron de un gran trabajo en el rebote ofensivo (9 en los primeros cinco minutos) para contrarrestar su falta de acierto en el triple (1/7) en el arranque del partido. De un 7-2 a favor de los locales se pasó en tres minutos a la máxima madridista con el 10-18 después de un parcial de 0-11. Ayón (6 puntos y 6 rebotes) y Reyes (7+3), con la ayuda de Doncic, dominaban los tableros. Un triple del Darussafaka cerraba un buen primer cuarto visitante (17-20, min. 10).

El rebote seguía marcando el ritmo del partido. Maciulis era el único que acertaba desde el triple. Su segundo, y el del equipo en 14 minutos, abrió brecha para el Madrid con el 19-29. Sin embargo, los turcos respondieron echando el cerrojo a su aro e igualando el apartado reboteador. Espesos en ataque y sin amenaza exterior, los blancos sufrían para abrir la defensa otomana. Moerman en la pintura y la aparición de Anderson y Clyburn en el tramo final del segundo cuarto permitieron a los locales dar la vuelta al marcador tras un parcial de 16-2 antes del descanso (35-31, min. 20).

El parcial continuó aumentado para los de Blatt. El Madrid estuvo diez minutos sin anotar, del 15 al 25, lo que se tradujo en un 17-0 (40-31). Con sus dos mayores referentes ofensivos en Madrid, Llull y Randolph, el conjunto que dirige Laso no funcionaba en ataque. Solo Reyes, desde la línea de personal, sumaba para su equipo pero el empuje del Darussafaka, con dos triples seguidos de Clyburn y Wilkebin, le daba la máxima de +13 (52-39, min. 29). La contestación de Doncic en forma de triple sobre la bocina del tercer cuarto daba aún esperanzas a los blancos en unos 15 minutos aciagos (52-44, min. 30).

No hubo reacción del Madrid en el último cuarto. Lo intentó pero ni los tiros fáciles entraban. El aro se cerró para los visitantes, que no encadenaron dos ataques seguidos anotando. El Darussafaka cerró el triunfo con su mejor arma, el tiro de tres puntos, y un Wanamaker con 27 puntos (81-68, min. 40).

DARUSSAFAKA DOGUS 81 (17+18+17+29): Wanamaker (27), Anderson (3), Clyburn (14), Moerman (12) y Erden (7) – cinco inicial- Aldemir (2), Arslan (0), Batuk (2), D. Bertans (5), Harangody (4), Savas (-) y Wilbekin (5).

REAL MADRID 68 (20+11+13+24): Doncic (8), Rudy (9), Maciulis (8), Reyes (16) y Ayón (8) -cinco inicial- Taylor (0), Nocioni (2), Carroll (0), Suárez (-), Hunter (10) y Draper (7).