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Crónica Euroliga: La Fonteta recupera el aliento (67-63)
Diego Gómez  | 29.12.2017 - 02:56h.
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Valencia Basket se crece antes las adversidades y supera a un Panathinaikos incapaz de doblegar la defensa local. El acierto de Green y la inspiración final de Doornekamp acaban con una racha de 10 derrotas consecutivas en Euroliga.

 


En cualquier otra circunstancia, la Fonteta se habría relamido por recibir a Panathinaikos, uno de esos equipos por los que merece la pena pagar el abono de toda una temporada. Un clásico del baloncesto continental que se mantiene invicto en la liga griega y que defiende un meritorio tercer puesto en la Euroliga.


Sin embargo, la evidente crisis de resultados de Valencia Basket ha ido desactivando la ilusión de la familia taronja. El bache es demasiado profundo como para justificarlo a través de una única razón. Es indudable que las innumerables lesiones suponen una carga difícil de sostener para un club de presupuesto menor en Euroliga; quizá por eso sea aún más necesario reflexionar y entender la importancia de contar con una plantilla joven y de gran capacidad atlética, o con un servicio médico acorde con la alta competición.


Txus Vidorreta tampoco debe eludir su responsabilidad en el bajo rendimiento del equipo en momentos clave de partido. Todas ellas son lecciones a aprender si el objetivo es competir en Euroliga en un futuro cercano. Y es que el presente ha convertido el premio europeo en un dardo envenenado, atractivo y asombroso, pero capaz de dinamitar el físico y la moral del equipo.


Las dolencias musculares de Dubljevic, el proceso febril de Alberto Abalde y la baja de Fernando San Emeterio se sumaban a las ya habituales ausencias de Sergi García, Sastre, Williams, Vives y Antoine Diot. Diagnóstico desolador, sin resquicios para la esperanza. El equipo ateniense tampoco lo pondría fácil y golpearía con un 0-7 inicial; Matt Lojeski era el principal valedor del despegue visitante (11 puntos en el primer cuarto). El tiempo muerto de Vidorreta y el ingreso en pista de Green tenían un impacto positivo en cancha contraria; Valencia igualaba a 12 el marcador y dejaba claro que no renunciaría a la victoria.


La cuerda volvió a tensarse cuando la amplia rotación de Panathinaikos castigó a la segunda unidad de Txus Vidorreta con un parcial de 0-11. A pesar de la ausencia de Nick Calathes, el mejor pasador de la Euroliga con casi 8 asistencias por partido, Xavi Pascual había utilizado hasta 11 jugadores en los primeros 13 minutos de juego. Se abría una brecha inmensa para un partido muy trabado (11-23). Razones de peso para apostar por la victoria griega.


Hasta que Tibor Pleiss creció de manera titánica en ambos lados de la pista, aprovechando con descaro la prolongada ausencia de Singleton y Gist. El alemán sumó 11 puntos en la primera mitad merced a su alianza con Sam Van Rossom en el pick and roll. El duelo se igualaba a tan solo dos minutos para llegar al descanso (28-28). Green mantuvo el empate al contrarrestar la canasta de Rivers con un triple descomunal marca de la casa. El escolta californiano de Valencia Basket parecía colaborar con el juego colectivo de su equipo y encontraba con cierta regularidad el aro rival. 32-32, marcador abierto y tunel de vestuarios; las ilusiones todavía moderadas.


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Xavi Pascual había reservado a sus mejores hombres con la intención de aprovechar el cansancio de los valencianos. Hasta cuatro jugadores locales habían disputado 15 minutos en la primera parte. La estrategia no tendría un impacto inmediato en la reanudación. Valencia seguía colgando de Pleiss (36-32). El ritmo griego iría imponiéndose a partir del ecuador del tercer cuarto y propiciaba un parcial visitante de 0-14 (36-46). Como en otras ocasiones, el emparejamiento en la posición de ala-pívot era enormemente desigual; Gist anulaba por completo a Will Thomas. Incluso la presencia de Rudez, inédito en las últimas jornadas, parecía aportar más energía al juego de su equipo.


Valencia Basket volvería a levantarse cuando Abalde ocupó la posición de base. Detalles con capacidad para cambiar la dinámica de un partido, quién sabe si de una temporada. Un triple del gallego abrió la defensa griega generando ventajas para Bojan Dubljevic, esta vez bien asistido por Erick Green. El estirón taronja y los puños en alto del montenegrino igualaban el choque a la conclusión del tercer cuarto (48-48).


Los de Vidorreta, espoleados por la pasión de Dubi, consiguieron añadir un factor más al partido: la presión ambiental de la Fonteta. Por momentos, el equipo ateniense parecía desvanecerse. Por primera vez en toda la noche, Valencia conseguía correr y levantar al público de sus asientos (53-50).


Panathinaikos entendió entonces que debería jugar con todo para llevarse la victoria de Valencia. La propuesta ofensiva era sin embargo irregular y basada en las grandes individuales de su plantilla; los de Xavi Pascual comenzaban a resentirse de la ausencia de Calathes. El americano Marcus Denmon amasaba el balón con acierto dispar; sus 10 puntos casi consecutivos no eran suficientes para dar fluidez al juego del equipo. Green tomaba el relevo de Dubi y aportaba luz a un choque cada vez más tosco. 55-55 con tan solo 5 minutos por delante.


Valencia Basket había llevado el encuentro al único escenario creíble. Era el momento para que los jugadores de Vidorreta tuvieran fe en la victoria. Era el momento de Aaron Doornekamp, que con dos triples consecutivos decantaba el partido hacia el bando local; 63-60 a falta de dos minutos para el final. El canadiense, actor secundario pero imprescindible en el buen inicio de temporada, daba un paso al frente para reencontrarse con la afición.


El capítulo definitivo recordaría al de noches pasadas; Valencia concedía tres rebotes consecutivos que facilitaban el empate de Panathinaikos. No se rindió la Fonteta, que alentó a los suyos hasta conquistar, esta vez sí, un rebote ofensivo que Dubi convertiría en oro ya en el último minuto de juego (65-63).


Rivers tendría la oportunidad de igualar el marcador tras un incomprensible error de Alberto Abalde, pero el americano se ahogó en la última zancada hacia el aro. La “caldera taronja” al completo y Bojan Dubljevic pelearon por un rechace heroico que se perdía por línea de fondo; el Instant Replay acabaría por darles toda la razón, posesión taronja y tragedia griega. No había tiempo para más, Green cerraba el partido con dos tiros libres (67-63). Victoria épica más allá de su valor real en la clasificación y oxígeno para volver a crecer.


Tras el duelo del próximo sábado frente Joventud de Badalona, los de Txus Vidorreta viajarán a Málaga con mentalidad renovada y sabiendo que las adversidades no son definitivas si el espíritu de equipo se mantiene vivo. Unicaja viene de vencer en Tel Aviv y de sumar cuatro victorias consecutivas en Euroliga, pero una derrota ante Valencia Basket podría dejarle con pie y medio fuera de la Copa del Rey y muy lejos de su rival directo en Liga Endesa. Más razones para no perderse uno de los clásicos de nuestro baloncesto.


 


67 - VALENCIA BASKET: Van Rossom (4), Doornekamp (8), Thomas (-), Martínez (4) y Pleiss (13); Abalde (4), Green (21), Rudez (2) y Dubljevic (11).


63 - PANATHINAIKOS: Lekavicius (4), Lojeski (17), Antetokounmpo (-), Gist (3) y Singleton (9); Rivers (7), Pappas (3), Denmon (10), Vougioukas (8), Gabriel (-) y Auguste (2).


Equipo arbitral: Lamonica (Italia), Rocha (Portugal) y Romano (Israel).


Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de la fase regular de la Euroliga. Pabellón Fuente de San Luis de Valencia. 6.800 espectadores.





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