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Crónica BCL: UCAM Murcia traspasa la barrera de la historia (81-72)
Diego Gómez  | 05.04.2018 - 03:52h.
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El equipo de Ibon Navarro rentabiliza la renta obtenida en Turquía y consigue su billete para la Final Four de la Basketball Champions League. El poderío defensivo de los murcianos volvió a frenar el talento de Pinar Karsiyaka. Soko, Oleson y Kloof lideraron el ataque local en los momentos más complicados del encuentro.

 


La batalla de Esmirna evidenció las limitaciones de la FIBA a la hora de organizar una competición de primer nivel. La ausencia de profesionalidad en la Basketball Champions League (BCL) propicia y consiente altercados como los acontecidos en el Karsiyaka Arena. A pesar del escenario, el conjunto español saldaría aquella afrenta con 14 puntos de ventaja y un extraño deseo de venganza. Ni siquiera las Fiestas de Primavera atenuarían la espera del Palacio. No habría paz para los “malvados”.


UCAM Murcia sacudiría el duelo desde el inicio para disipar la remontada otomana. Ibon Navarro activó la mejor versión de su engranaje defensivo y desactivó las temibles individualidades de Karsiyaka. En general, el impacto en el juego de David Kennedy (jugador más valorado de la BCL) y de Jarrod Jones fue menor al esperado. El primero se ahogó ante la marca del incombustible Sadiel Rojas. Jones, máximo anotador del campeonato y autor de 35 puntos en la última jornada de la liga turca, apenas tuvo opciones para atacar el aro con garantías. Por su parte, Scott Wood, viejo conocido del público murciano, no logró lanzar desde el 6,75 en los 10 minutos que disputó.


Desde ahí hasta el cielo. El ritmo universitario avanzaba en oleadas vertiginosas que esquivaban las variantes tácticas de los turcos, defensa zonal incluida. 10-1 de parcial en tan solo 180 segundos de partido. La movilidad de Soko cerca del aro rival (15 puntos) y la intensidad de Lima en cada rechace mantuvieron la distancia en el intercambio de golpes posterior.


El descanso de Clevin Hannah, excelso en su defensa sobre Dominic Waters, hizo que se resintiera el orden ofensivo del equipo. El base norteamericano ha ido aumentando paulatinamente su habilidad para dirigir el ataque en detrimento de su capacidad anotadora; otra prueba más de la confianza que la plantilla murciana tiene en el planteamiento de su entrenador. Tras 10 minutos de lucha, la ventaja local alcanzaba los 20 puntos en el global de la eliminatoria (18-12).


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Kennedy, liberado ante la momentánea ausencia de Rojas, inventaría un 2+1 en la primera jugada del segundo cuarto; fue el prólogo de una formidable exhibición ofensiva. Su arsenal de recursos le permitió aparecer de lleno en el encuentro (12 puntos en la primera mitad). Ibon Navarro no dudó y ordenó el regreso de Hannah y Rojas, pero la dinámica de partido había cambiado definitivamente (20-19).


El cuadro visitante obtendría su primera ventaja a falta de cuatro minutos para finalizar la primera mitad (22-23). Murcia acusaba sus limitaciones desde el 6,75 (2 de 12 al descanso); solo el tiro libre le permitiría sobrevivir al empujón otomano. Con dos bases en pista, los pimentoneros conseguían apaciguar su ansiedad y combatir el conato de incendio justo antes de enfilar el túnel de vestuarios (31-29).


En la reanudación, Aleksandar Trifunovic apostó por un juego interior de muchos centímetros; Jones y Türen cargaron el rebote ofensivo hasta generar segundas opciones sobre la insaciable defensa murciana (39-43). La cuarta falta personal de Ovie Soko obligó a Navarro a responder con la dupla Tumba y Lima, pero el equilibrio en el rebote ya no era suficiente para contener el despegue foráneo.


Brad Oleson, brillante desde la larga distancia, asumió entonces el mando de las operaciones y reflotó a los suyos; su frialdad elevó la temperatura ambiental hasta superar el primer escollo en el camino (49-51). Pero el conjunto de Esmirna, lejos de su versión más indiferente, dio otro paso en busca de la proeza. Charlon Kloof, con 2 triples para el recuerdo, mermó el envite visitante en la antesala del último periodo (52-55).


La ventaja parcial de Karsiyaka se estabilizaba entre los 5 y 7 puntos, con los murcianos “haciendo la goma” en un descomunal esfuerzo defensivo. Jarrod Jones amagó con presentarse en el partido, pero Urtasun y Hannah minimizaron la diferencia con dos lanzamientos desde más allá del arco (58-60). El final estaba más cerca. Rojas y Tumba prendieron la mecha en la grada, que terminó por enloquecer con un gancho sobre la bocina de Augusto César Lima.


La mejor defensa de la Liga Endesa, capaz de asaltar el feudo de Valencia Basket tras la odisea de Turquía, volvía a limitar la producción ofensiva de Karsiyaka (el mejor ataque de la fase regular de a BCL). El técnico turco levantaba por fin la bandera blanca, no antes de protestar airadamente por enésima vez. La correspondiente técnica la aprovechó Hannah para encadenar 5 puntos consecutivos (67-63). El sueño acababa de despertar.


La emotiva celebración de la afición murciana contrastó con la nula deportividad de los visitantes en los últimos 4 minutos de la eliminatoria. A lo largo de la temporada se ha comparado a este UCAM Murcia con los míticos Detroit Pistons de finales de los ochenta. Ambos son similares en eficiencia defensiva, salvando las distancias por supuesto; pero a diferencia del legendario equipo estadounidense o del Pinar Karsiyaka, los “Good Boys” de la Huerta del Segura construyen su juego desde el respeto hacia el rival. Ni siquiera el jugador más señalado por la afición rival, Sadiel Rojas, se aleja un ápice de los valores esenciales del Ba-lon-ces-to. El Palacio de los Deportes, en pie ante la nobleza del dominicano, fue una fiesta inolvidable. Triunfo de prestigio y corazón para el cuadro de un aclamado Ibon Navarro (81-72).


Murcia traspasa, por fin, la barrera de la historia. Hasta el día de hoy, los mayores éxitos del Club se escribían en el drama de la permanencia o en la necesidad del ascenso. En el camino, el peso de las oportunidades perdidas, de las victorias que no fueron, del proyecto inacabado. La hazaña otorga el sueño de disputar, e incluso de albergar, una Final Four.


Tras 33 años de vida, es el momento para que instituciones y propietarios firmen la paz y sitúen al UCAM CB Murcia en el lugar que merece. No se trata de una quimera; de una parte está José Luis Mendoza, la persona que ha dado estabilidad al CB Murcia tras dos décadas de urgencias; de la otra Felipe Coello, actual concejal del Ayuntamiento de Murcia y uno de los grandes referentes en la historia del Club. De ellos depende el respeto mutuo, que por cierto no precisa de sustento económico.


 


MVP: Ibon Navarro, por adaptar y transmitir su modelo a los jugadores de manera brillante. Además, el vitoriano fue capaz de mantener la concentración de la plantilla en los peores momentos del partido de ida. Una aventura para contar siempre. Enorme.


En rueda de prensa. Ibon Navarro: “Si jugamos la Final Four es para ganarla”.


UCAM MURCIA 81 (18+13+21+29): Hannah (14), Rojas (8), Oleson (16), Soko (15) y Lima (3); Tumba (6), Benite (2), Kloof (12), Emilio Martínez (-) y Urtasun (5).


PINAR KARISYAKA 72 (12+17+26+17): Waters (10), Gülaslan (3), Kennedy (18), Celep (-) y Jones (9); Allen (17), Türen (5), Banic (8) y Wood (2).


Equipo Arbitral: Jasevicius (Lituania), Obradovic (Bosnia) y Zashchuk (Ucrania).


Partido de vuelta de los cuartos de final de la Basketball Champions League. Palacio de los Deportes de Murcia. 7.000 espectadores.





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Noticia publicada por Diego Gómez

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