Negros nubarrones cubrían desde hace semanas la cancha del Pazo pero tres victorias consecutivas han arrojado los primeros rayos de sol sobre un Rio Ourense Termal que ve ya la vida de otro color. A un solo paso de los puestos de permanencia y con dos encuentros claves en su camino, los de Gonzalo García de Vitoria respiran aire fresco en una liga en la que si algo tienen claro es que no están ni mucho menos muertos. .

No está siendo un año sencillo para un Rio Ourense Termal que se ha visto abocado a los últimos puestos de la tabla clasificatoria prácticamente desde que diera comienzo la temporada. Una situación provocada por la conquista de un único triunfo durante las quince primeras jornadas de competición y que había ido restando posibilidades al equipo gallego dentro de ese objetivo inicial llamado permanencia.

Tres semanas después, poco ha cambiado en el día a día del conjunto ourensano. La metodología de trabajo sigue siendo la misma, los esfuerzos de su cuerpo técnico siguen centrados en el partido a partido y el compromiso de sus jugadores se mantiene al mismo nivel que el día que diera comienzo la temporada pero ahora, en Ourense, la vida se ve ya de otro color.

Y es que tres triunfos consecutivos parecen haber disuelto los negros nubarrones asentados desde hace semanas sobre la cancha de un Pazo dos Deportes en que el sol brilla de nuevo. Con una victoria balsámica en Palma de Mallorca y dos triunfos consecutivos en casa, el aire parece incluso más fresco y puro en una ciudad que no ha dejado en ningún momento de lado a un equipo que decidió premiar la fidelidaz de sus aficionados con un triunfo de esos de prestigio, el logrado ante el líder Cafés Candelas Breogán.

De este modo, aquella permanencia que parecía un imposible tan sólo unas semanas atrás es ahora un objetivo tan real como dictamina una tabla clasificatoria que podría otorgarles muy pronto un nuevo impulso. Para ello, los hombres de Gonzalo García de Vitoria deberán ganar sus dos próximos compromisos en los que se medirán, precisamente, a sus dos predecesores en la tabla.

Una oportunidad única para un equipo que si algo tiene claro es que, en la Liga LEB Oro, cada jornada, todo empieza de nuevo.