Nuestro especialista Iván Fernández repasa la historia del Mundial de baloncesto ofreciéndonos un interesante recorrido desde los orígenes de la competición hasta la última edición en 2014.

PUNTOS, SABOR BORICUA Y EXHIBICIÓN YUGOSLAVA

Cuarenta años después el Mundial volvía a su origen argentino y lo hacía retomando la fórmula de los 16 equipos, aunque con un formato distinto al utilizado en Colombia ocho años antes. Las selecciones quedaban encuadradas en cuatro grupos de otros tantos componentes, pasando los dos primeros de cada uno a una nueva liguilla previa a las semifinales. La diferencia radicaba en que esta vez los equipos clasificados de un mismo grupo no volvían a coincidir en esta segunda fase, por lo que sus resultados particulares no se arrastraban.


Con los 8 clasificados jugándose la gloria, los ocho restantes se veían obligados a viajar al ´destierro´ en la localidad de Salta para jugar una intrascendente y dolorosa fase del 9 al 16. Lo que parecía más una broma pesada que otra cosa, terminaría sirviendo, al menos, para presenciar alguna que otra actuación memorable.

Entre los equipos relegados destacaba la presencia de Italia e España, que habían caído de muy distinta forma. Por un lado los transalpinos se habían visto relegados en un triple empate con Brasil (espectacular 125-109) y Australia, tras la agónica victoria de los aussies ante los cariocas en la última jornada (69-68). Más dolorosa había sido la experiencia hispana, eliminada tras el lastre que supuso la derrota ante Grecia. Los hombres de Díaz Miguel se las prometían felices ya que a los buenos precedentes (victorias en el Mundial de España, EuroBasket de Grecia y Preolímpico de Holanda) se sumaba la ausencia de Nikos Gallis. Sin embargo el acierto anotador de Christodolou (31 puntos, su mejor marca como internacional) y el excelente partido de Giannakis resultaban clave. Justo es reconocer que nada hubo de casualidad, pues los griegos, aún sin su gran referente, dibujaron un gran rendimiento de la mano de un excelso Giannakis que incluso les llevó a arrancar una prórroga ante USA.

VÍDEO: GRECIA - ESPAÑA


Con todo, en medio de las críticas, la selección española había de encontrar un momento para la historia en su partido ante Venezuela. Con el triste consuelo de buscar la final por el 9º puesto, el encuentro se presentaba sin mayores alicientes, pero la igualdad y el extraordinario rendimiento del jugador del Joventut Jordi Villacampa terminarían por dotárselos. El escolta catalán completaba un partido memorable y con un 17/20 en tiros de 2 incluido se iba hasta los 48 puntos, batiendo así todos los registros anotadores de la historia de la selección española. La marca espectacular sería sin embargo superada apenas tres días después.

VÍDEO: ESPAÑA - VENEZUELA

Si bien la presencia de la selección de Corea en los Mundiales nunca ha pasado a los primeros planos colectivos, no es menos cierto que siempre ha dejado un poso de equipo rápido, triplista y plagado de grandes anotadores. Sin ir más lejos, en el Mundial de España de cuatro años antes, Lee Chun-Hee había endosado 45 puntos a Brasil, y unos cuantos más atrás, en el Mundial de Yugoslavia, su compatriota Pa Shin Dong había sido el máximo artillero del torneo con la notable media de 32.5 puntos. Pero todos ellos habían de verse superados por el extraordinario recital de Hur Jae. Auténtica leyenda en su país (donde ha sido también seleccionador), Jae dinamitaba el encuentro por evitar el farolillo rojo del torneo al anotar la friolera de 62 puntos, estableciendo un récord que aún perdura hoy en día.


Al margen de lo comentado, el resultado más notable de la primera fase había sido la victoria de Puerto Rico sobre Yugoslavia, tras remontar 18 puntos en el segundo periodo. Pese a lo intrascendente del resultado (ambos equipos estaban ya clasificados) y al hecho de que ya dos años antes en Seúl los boricuas hubieran logrado derrotar a los plavi, el marcador sembraba las primeras dudas en una selección yugoslava que había acudido a Argentina como gran favorita. A su maravillosa exhibición el año anterior en el EuroBasket de Zagreb, le había sumado el triunfo en los Juegos de la Amistad, derrotando a USA en su propia pista aún sin contar con Petrovic y Divac.


La segunda fase pronto despejaría las dudas, y si bien el equipo yugoslavo no brillaba como el año anterior comenzaba a demostrar su superioridad. Las bajas de Radja y, en menor medida, Danilovic parecían haber mermado la velocidad plavi, apostando Ivkovic por un juego más controlado que no obstante les llevaba a entrar en semifinales como líderes de grupo tras derrotar a Brasil, Grecia y la URSS. Los soviéticos, en plena tormenta política, había acudido a Argentina sin sus jugadores lituanos y pese a haber completado una primera fase inmaculada veían como Yugoslavia sacaba su instinto asesino para derrotarles por 100-77, pese a lo cual, y gracias a su trabajado triunfo ante Brasil (110-100) conseguían acceder a las semifinales.

Kenny Anderson y Marcelo Milanesio

En el otro grupo, la anfitriona Argentina comenzaba poniendo contra las cuerdas a USA en una segunda parte memorable con Marcelo Milanesio en plan estrella (33 puntos). Aunque finalmente caía por 104-100, el resultado disparaba la euforia y hacia soñar a los aficionados locales con la posibilidad de entrar en semifinales. Sin embargo, pronto bajarían de la nube desplazados por un Puerto Rico invicto y que mostraba el mejor basket ofensivo del torneo. Dirigidos con maestría por Fico López en la pista y por Raymond Dalmau en el banco, los Piculín, Rivas, Mincy o Torres crecían jornada a jornada… como bien demostrarían en el último acto de la liguilla.

Y es que en el duelo por el primer puesto, los puertorriqueños volvían a sacar la magia y derrotaban a una USA que ya en la jornada anterior había sobrevivido de milagro ante Australia (79-78), por 81-79, enviando a la selección estadounidense a una semifinal ante el monstruo yugoslavo.

VÍDEO: PUERTO RICO - USA

Ya en semifinales, Puerto Rico y la URSS abrían el telón con el favoritismo situado en los americanos, que a esas alturas ya eran el único invicto del torneo, pero que a la hora de la verdad verían como la presión les superaba de tal manera que caían ante los soviéticos por un claro 98-82 donde destacaban los 26 puntos de Tikhonenko. 
Con todo, el plato fuerte llegaba a continuación, con la errática USA agarrada al talento de Kenny Anderson frente a una Yugoslavia que partía como favorita.

Toni Kukoc, portada de la revista Don Basket

Con Mourning trabajando en la pintura y el zurdo de Georgia Tech a buen nivel, los jugadores norteamericanos iban haciendo la goma ante unos plavi que parecían sestear y vivir a impulsos, que aún así les propiciaban cómodas ventajas. Ya en la segunda parte, los jugadores de Krzyzewski se colocaban a tan sólo 3 puntos (60-57)… despertando a la bestia. Con Petrovic mostrando su mejor versión y un Kukoc a otro nivel, los yugoslavos dibujaban los mejores minutos de la historia del torneo y en un abrir y cerrar de ojos se colocaban con un 90-71 que ya sólo terminaría por ser ligeramente maquillado con el 99-91 final. La derrota USA suponía el punto final a una época, y es que sumada a las de Seúl e Indianápolis ante URSS y Brasil, certificaban la definitiva llegada de los jugadores NBA a los torneos internacionales.

Con todo, el equipo USA acabaría por llevarse un meritorio bronce tras derrotar en la prórroga a un Puerto Rico que en el tiempo reglamentario dejaba escapar una ventaja de 8 puntos en el último minuto.


Menos emoción tendría una final, donde, pese algún intento de reacción soviética, las diferencias de los yugoslavos casi siempre superaron con holgura los 10 puntos, demostrando quién era el gran dominador del baloncesto FIBA.



VÍDEO: YUGOSLAVIA - USA (SEMIFINAL)

VÍDEO: YUGOSLAVIA - URSS (FINAL)