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Mundial 2019: El Análisis de... Japón, por Ignacio Morejón
Ignacio Morejón  | 31.08.2019 - 02:49h.
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Nuestros especialistas BasketMe nos ofrecen el análisis de las selecciones participantes en el Mundial de China con todos los detalles que debemos conocer sobre ellas y los mejores vídeos de los partidos de preparación.

Japón regresa a un Mundial tras el fracaso que supuso el disputado como anfitrión en 2006 y ya solucionados los problemas que acarrearon su suspensión de competiciones internacionales. En aquel campeonato, de inmejorable recuerdo para España, el conflicto entre la Federación y la principal liga profesional del país (BJ League), impidió que Japón pudiese llevar a muchos de sus mejores jugadores. Disputando su propio Mundial con un equipo de circunstancias, la selección japonesa sólo consiguió ganar un encuentro de los cinco que disputó, clasificándose en las últimas posiciones.



Con el conflicto entre la BJ League y la JBL (Japan Basketball League, dependiente de la Federación) enquistado, la FIBA tomó cartas en el asunto y suspendió a Japón en 2014, impidiéndole participar en campeonatos de selecciones. Finalmente, la BJ League y la JBL se fusionaron en la actual B.League (dependiente de la Federación), que comenzó en la temporada 2016/17, y la FIBA dio luz verde para el regreso de la selección nipona al concierto internacional. Así, Japón llega con ganas de demostrar que las divisiones internas son cosa del pasado y que tiene un sitio entre los mejores equipos de Asia y en la alta competición internacional. Además, el Mundial es una ocasión perfecta para que los japoneses midan su nivel real antes de la gran cita de los Juegos de Tokio 2020.


Para ello se presenta con la que, con seguridad, es la mejor plantilla de su historia, dirigida desde el banquillo por un viejo conocido de los aficionados españoles: el argentino Julio Lamas. Lamas se hizo cargo del equipo en 2017 y ha conseguido la primera clasificación por méritos propios para un Mundial en más de dos décadas, beneficiada por la ampliación del número de participantes, eso sí. Es un entrenador contrastado y con amplia experiencia internacional (liga ACB, cuarto puesto dirigiendo a Argentina en los JJ.OO. de Londres 2012) que ha sabido conectar con la plantilla y desarrollar un estilo de juego que se adapta a las características de sus jugadores.


LA ESTRELLA


A pesar de su juventud, Rui Hachimura (21 años), es la referencia ofensiva y el líder de la selección, aparte de ser el jugador japonés que más expectativas ha levantado a nivel internacional en toda la historia. De madre japonesa y padre de Benín, Hachimura ha estado involucrado con el equipo nacional desde las categorías inferiores, siempre con magníficos resultados. Las tres últimas temporadas ha jugado con la prestigiosa Universidad de Gonzaga en la NCAA, incluyendo un gran último año en el que fue nombrado All-American. Fue elegido por los Washington Wizards en la novena posición del pasado Draft 2019 y en unas semanas debutará en la NBA.



Su importancia y su impacto en el equipo japonés son absolutos. Su posición natural es la de ala-pívot, pero puede jugar también de alero. Es un jugador muy potente físicamente, con un gran primer paso, muy buena mano de media distancia y que se siente cómodo tanto de espaldas como de cara a la canasta. Posee muy buenos movimientos al poste, corre bien el contraataque y tiene una interesante visión de juego para su posición.


Ha brillado en los partidos que disputó en la clasificación, en la Summer League de Las Vegas y ha estado coloal en los partidos de preparación (incluidos 35 y 31 puntos de todos los colores en las victorias contra Nueva Zelanda y Alemania y otros 23 a Argentina). Se le ve muy cómodo e integrado en el equipo y en el tipo de juego que propone Lamas.


JUGADORES A SEGUIR


El otro jugador con probada proyección internacional de la selección japonesa es el alero de los Memphis Grizzlies Yuta Watanabe, también con pasado NCAA (George Washington). Watanabe es un jugador de equipo que aporta puntos con regularidad, buena defensa, equilibrio y la inestimable experiencia en baloncesto de alto nivel. Yuta se ha perdido varios partidos de preparación por una lesión de tobillo, pero ha jugado los dos últimos partidos con buenos números y parece totalmente recuperado.



Otro pilar de la selección es el veterano pívot estadounidense nacionalizado Nick Fazekas (2.11), con (escaso) pasado NBA y experiencia en Europa antes de establecerse como uno de los jugadores más destacados de la liga japonesa desde su llegada en 2012.


En el perímetro destacan el atlético Yudai Baba y Makoto Hiejima, ambos participantes en la última Summer League disputada en Las Vegas y este último con experiencia internacional tras jugar la temporada pasada en la NBL australiana. Son jugadores muy rápidos y de gatillo fácil desde la media y larga distancia, acostumbrados a tener galones en sus respectivos equipos en Japón. Atención también al diminuto base Yuki Togashi, una auténtica estrella en su país y rápido como una centella


A FAVOR


Empecemos con el tópico habitual de la falta de presión: Japón tiene mucho que ganar y poco que perder. Son un equipo que está trabajando para ser competitivo y una victoria contra cualquiera de los rivales sería considerada un éxito y un paso adelante en su crecimiento.


- Han conseguido crear un estilo propio y reconocible: defensa de anticipación al límite, transiciones velocísimas sin miedo a tirar a los pocos segundos, mucha energía, acción y movimiento, todo ello sin salirse del guion del entrenador. Su baloncesto es divertido y vistoso y, si se me permite una comparación facilona, algo kamizake. Este estilo les puede servir para dar la sorpresa si alguno de sus rivales sale confiado o no tiene el día. Además, han demostrado saber contemporizar cuando era necesario y administrar ventajas.


- Llegan en un buen momento al Mundial. Se les nota con confianza tras sus buenos resultados en la segunda parte de las ventanas y victorias significativas y buen juego durante los partidos de preparación, como contra Nueva Zelanda o Alemania.


- Por primera vez tienen un jugador de referencia que puede estar entre los mejores de la competición, lo que les puede ayudar a dar el salto de calidad necesario para competir y dar algún susto.



EN CONTRA


- Les ha tocado un grupo difícil (EE.UU., República Checa y Turquía) en el que los rivales les superan claramente en tamaño y atleticismo, su punto débil. Además, la Historia juega contra ellos: nunca se han impuesto a un equipo europeo o a los Estados Unidos en los Mundiales. Se puede notar la falta de experiencia compitiendo al máximo nivel.


- La veteranía de sus hombres interiores (Fazekas 34, Ota 35, Joji Takeuchi 34, Kozuke Takeuchi 34…). Para su veloz estilo de juego y poder anotar en transiciones rápidas es necesario asegurar el rebote defensivo, y eso puede ser un gran problema dada la media de edad de su batería de pívots y, salvo Fazekas, la perpetua falta de centímetros y kilos. La pelea por el rebote va a ser una de las claves para saber cuánto puede hacer Japón.


- Su defensa al límite, tomando muchos riesgos y buscando cortar las líneas de pase, tiene la cara opuesta de permitir canastas fáciles cuando no ajustan bien. Una defensa agresiva requiere grandes dosis de concentración, lo que no es fácil de mantener todo el partido.


- Si los titulares en las posiciones del 3 al 5 tiene un nivel que puede competir con ciertas garantías, tanto el perímetro como, especialmente, el banquillo, tienen que demostrar que están a la altura. Para tener opciones Japón debe mantener el nivel y la intensidad la mayor parte posible del partido.


 





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