Las idas y vueltas del básquetbol lo convierten en uno de los deportes más emocionantes para ver (y apostar). Por más inalcanzable que parezca una ventaja, puede desaparecer tras solo unas cuantas jugadas, y el ímpetu puede cambiar de un momento a otro con una clavada espectacular o un triple a metros de distancia. Esto también significa que puedes ganar dinero de un momento a otro.
Algunos partidos de básquetbol son tan increíbles que los recordarás por siempre, sin importar el resultado. A continuación describimos nuestros cinco mejores partidos
Llamado “el mejor partido de la historia” de la NBA, se tuvieron que jugar tres tiempos suplementarios para decidir un ganador entre los Celtics y los Suns durante el partido 5 de la final de la NBA de 1976. La serie empataba 2 a 2 y cada partido era increíblemente competitivo: la final llegó a tiempo suplementario y hasta hubo una riña en la cancha.
En el partido 5 fue necesario otro tiempo adicional, y los Suns tomaron una delantera tardía en el segundo tiempo suplementario al anotar y luego robar el pase de salida. Los Celtics respondieron, pero el reloj no se detuvo tras la anotación y los fanáticos de Boston corrieron a la cancha pensando que habían ganado. Con dos segundos sumados al reloj, los Suns se despertaron y anotaron, con lo que el partido iría a un tercer tiempo suplementario. Sin embargo, Boston tomó rápidamente la delantera y no miró atrás, tanto en el partido como en la serie.
Duke y Kentucky son dos de los programas universitarios con más historia en el básquetbol, y en 1992 se enfrentaron en un partido que se convertiría en uno de los más históricos del deporte. En la final regional del este de la NCAA de ese año, los campeones nacionales jugaron contra una de las mejores clases reclutadas de la historia: los “Inolvidables” de Kentucky.
Christian Laettner logra el tiro que todo niño sueña con hacer en su patio. Fuente: 3PointWisdom.com
El partido fue a tiempo suplementario tras 40 minutos de idas y vueltas, y un incidente que todavía tiene molestos a los fanáticos de Kentucky. Después de sufrir una falta bajo el aro cuando intentaba marcar un punto, la estrella de Duke (y futuro miembro del Dream Team olímpico de EE. UU.) Christian Laettner pisoteó el pecho de Aminu Timberlake, jugador de Kentucky. Este tipo de infracción suele resultar en la expulsión del jugador, pero Laettner solo recibió una falta técnica y permaneció en el juego. Esta decisión definiría el futuro del partido, ya que sería él quien marcaría la anotación ganadora en el tiempo suplementario tras recibir un pase de salida de 64 metros que, al día de hoy, se recuerda todos los meses de marzo.
El final de la serie 2013 de la NBA entre los Spurs y los Heat fue un contraste de dos estilos diferentes: conservadores contra radicales y “primero el equipo” contra “primero las estrellas”. Este contraste a veces puede ocasionar que el partido sea un mal ejemplo de básquetbol, pero el partido 6 de esta serie nos mostró un básquetbol hermoso.
A solo una victoria de reclamar su primer título desde 2007, los Spurs controlaron el juego casi toda la jornada, a pesar del triple-doble de LeBron James. Cuando los oficiales de la NBA estaban listos para sacar el trofeo y entregarlo a los Spurs, James erró un triple y la pelota terminó en manos de Ray Allen, que intentó empatar el partido con 5,2 segundos restantes. El tiempo suplementario fue muy parejo, pero los Heat, que jugaban de locales, resistieron y ganaron 103 a 100. Pasaron al partido 7 y, al final, obtuvieron su segundo título consecutivo de la NBA. Muchos se sorprendieron con el desenlace del partido, hasta los apostadores que habían hecho apuestas en varios sitios en línea de deportes/apuestas.
En su auge, el torneo Big East Conference era una de las joyas del básquetbol universitario. Y con una larga historia de partidos inolvidables, el que seguramente más recordaremos resulta ser también el segundo partido más largo en la historia del básquetbol universitario.
En el enfrentamiento de cuartos de final de 2009, Syracuse y UCONN necesitaron seis tiempos suplementarios y casi cuatro horas para que uno resultase ganador. Al finalizar el partido, se habían marcado 244 puntos, se habían lanzado 93 tiros libres y se había echado a un total de ocho jugadores por faltas. Al comienzo del sexto tiempo suplementario, Syracuse anotó un triple y lideraba por primera vez uno de los tiempos suplementarios, un liderazgo que no perdería.
Es común sobrevalorar los partidos recientes, pero el partido 7 de la final de la NBA de 2016 lo tuvo todo. Las dos superestrellas más grandes del deporte cara a cara, una improbable recuperación tras una serie 3 a 1 y el equipo con el mejor récord en temporada regular de la NBA contra un equipo de una ciudad que no ganaba un campeonato deportivo profesional desde hacía 52 años. No sería de extrañar que el desarrollo no estuviera a la altura de las historias que lo rodean, pero ese no fue el caso, ni en lo más mínimo.
El tapón” fue solo uno de los tantos momentos memorables del partido 7 de la final de la NBA de 2016. Fuente: WSJ.com
Con el partido empatado 89 a 89 y un minuto de juego restante, LeBron impidió que Andre Iguodala anotara el punto de la ventaja en una jugada que Cleveland siempre recordará como “El tapón”. Luego, no sería el jugador más valioso ni el Rey quien anote el punto decisivo, sino Kyrie Irving. Steph trató de empatar con un triple que no se dio, y la acción se animó aún más cuando tiraron a LeBron al piso con una aparente lesión en la muñeca mientras intentaba clavar la pelota y dar por finalizado el partido. Terminó por anotar el segundo tiro libre, los Cavs lograron una ventaja de cuatro puntos, Cleveland se quedó con el campeonato y los fanáticos del básquetbol pudieron presenciar uno de los mejores partidos de la historia.