Con el cansancio acumulado pero las ilusiones renovadas, los 180 jóvenes participantes inician seis días del mejor basket formativo en un escenario ideal.

El Campus Internacional cerró el sábado la primera semana de trabajo, con un éxito rotundo en todos los aspectos. Más de 200 jóvenes de hasta catorce nacionalidades distintas, que han elegido Baskonia para formarse de cara al futuro, han disfrutado de un programa intenso de trabajo, con ocho horas de entrenamiento individual y colectivo, consolidando esta actividad como uno de los referentes a nivel nacional e internacional. "El balance es muy positivo. Los chavales han tenido un comportamiento muy bueno, colaborando en que todo salga bien y el trabajo de los entrenadores ha sido excelente", valora el director del campus David Gil, quien destaca el carácter internacional de la actividad. "Nos hemos convertido en referencia no sólo en Europa porque cada año contamos con jugadores de Estados Unidos o Canadá".

El cansancio se acumula, tras una intensa semana de trabajo, pero las ilusiones son las mismas. "Al final las fuerzas se renuevan. Aunque tengamos más cansancio siempre es más llevadero porque viene todo más planificado y rodado", asegura Gil. Las novedades introducidas en esta quinta edición, grabaciones de los entrenamientos y pruebas de salto, velocidad y destreza, han funcionado a la perfección y han sido muy bien acogidas por los chavales. "Los vídeos nos han ayudado a analizar los errores y progresos de cada jugador y los jugadores se llevan esos datos para mejorar en su juego durante este año".

El Campus Internacional sigue su curso con 180 participantes en el segundo turno. Por delante, seis días del mejor baloncesto en las instalaciones del Buesa Arena, BAKH, IVEF y Abetxuko. Por las mañanas realizarán un trabajo individual en grupos reducidos, con mucha relación con el juego colectivo para después ponerlo en práctica por las tardes en competición. En los ratos libres, que no son muchos, los jugadores mejorarán su inglés, o su español en el caso de los extranjeros, mientras cargan pilas para el resto de entrenamientos.