La Opinión
Días como éste son los que nos matan
Iker Sagasti  | 21.02.2011 - 16:01h.
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Son estos partidos en los que se nos escapa entre los dedos cualquier posibilidad de aspirar a ser algo más. Partidos en los que atestiguamos a ciencia cierta que el Lagun Aro GBC tiene lo que hay que tener para sumar la victoria pero la deja escapar. Los partidos para no dormir como el de Fuenlabrada no enfadan, pero son días como éste los que nos matan, los que cercenan nuestras opciones crecer. Lo que quiero decir es que cuando juegas mal, cuando no te sale nada y te pegan una paliza pues bueno, aceptas que no era el día y punto; pero cuando demuestras que tus armas son adecuadas y suficientes para imponerte y las desperdicias... el sabor a oportunidad perdida es muy amargo.


La puesta en escena del GBC, su fluidez en ataque, su intensidad durante toda la primera mitad nos pusieron los dientes muy largos, nos hicieron creer. Nos devolvieron a otro estado de ánimo que hace no tanto tuvimos y que el equipo está luchando por volver a adquirir. Su voluntad de mejora se ve de lejos. Pero el apagón del tercer cuarto volteó el ritmo de juego, el factor anímico y en consecuencia, el partido en general. En el diccionario del baloncesto la d de defensa siempre tiene que venir antes que a a de ataque. Y ayer quedó meridianamente demostrado. Hay quien menosprecia la defensa, total, si atacamos bien tampoco hace falta darle una importancia vital al trabajo atrás... Para mí, y es una opinión totalmente personal, ése es un error que te condena a la mediocridad.


A la vez, creo que el Lagun Aro aspira a no ser mediocre. Pero una defensa como la del tercer cuarto en Vistralegre te pone los grilletes que te condenan a la tierra de nadie como castigo perpetuo. No me cansaré de repetirlo, el GBC esgrimió ayer las armas necesarias para llevarse la batalla y cuando la tenía en franquicia la tiró a la basura. El juego, el planteamiento de Laso, el destino del balón en cada ataque eran los adecuados. Y sin embargo nos dejamos algo por el camino. Los pivots de Estudiantes nos matan de fuera hacia dentro y no ganan la partida por la mano. Entre los tres interiores que juegan ayer -Asselin, Clark y especialmente Caner Medley- anotan 52 puntos suman 60 de valoración. Y eso que un solo pívot nuestro hace más o menos la mitad que los tres del Ramiro... Miralles suma 23 puntos y valora 30; todo a base de pundonor (el tipo de pundonor que se lleva entre las piernas). El catalán persevera a base de golpearse una y otra vez contra y muro hasta llegar a echarlo abajo. El problema es que en el global de pintura el Estu es muy superior. Mo Kone sigue creciendo y cumpliendo, en esta ocasión menos que otros días. En cambio, todos tenemos un nombre en la cabeza que estamos echando de menos horrores.


David Doblas está pasando por un bache y eso que en el principio del partido se le veía determinado a firmar un gran partido. Pero me parece (y ésta es una opinión totalmente subjetiva) que tiene tantas ganas de ayudar al equipo y volver a protagonizar actuaciones como las de hace apenas unos meses que cuando se tuercen las cosas -ya sea por las faltas o por otras piedras en el camino- siente ansiedad o se frustra, no se bien como definir su estado de ánimo. Y el caso es que en esta ocasión hizo dos faltas muy rápido y luego no hizo ninguna más, pero su ritmo se cortó y luego le costó volver a cogerlo. Creo que David es una de las piezas más importantes del equipo, una de las principales, una de las llaves maestras al éxito... pero tiene que quitarse un poco de ese peso de su espalda; él nos da muchas cosas y además de los puntos y los rebotes hay asuntos de los que no salen en las estadísticas que perdemos si le tenemos en plenitud y lo mismo hablo de un bloqueo que de una buena defensa o de su influjo positivo sobre sus compañeros. Se le ve dando pasos hacia el lugar que le corresponde pero aún no está ahí y se nota. Cuando nos fallan David y Baron son muchas cosas las que echan de menos.


Y es que los nueve puntos de Jimmy no pueden despistarnos de que volvió a jugar un partido flojo, un partido que acrecienta la sensación de irregularidad que le persigue en los últimos tiempos. El escolta alcanza picos muy altos y, en cambio, últimamente, acusa valles demasiado profundos. A veces extraño que no se busque más descaradamente, sólo lo hacemos en situaciones de apremiante necesidad. Siendo jugadores con virtudes y defectos diferentes, lo comparo mucho con Jaycee Carroll y lo hago en cuanto a ser el To Go Guy, el tipo al que buscar, el océano en el que confluyen todos los ríos del juego (y si no todos, muchos de ellos). Sí entiendo que se están buscando nuevas opciones en busca de la mejora juego colectivo, opciones que están haciendo a Panko mucho más protagonista, pero a veces (y que no se me entienda mal) me gustaría que abusáramos un poco más del talento como francotirador del de Rhode Island. Ocho posesiones en 30 minutos se me antojan pocas para la capacidad de Jimmy. Hagámosle importante, que se sienta determinante, yo me la juego con él con los ojos cerrada. Aunque qué ideal y utópico sería que la mejora de Panko no supusiera un bajón o al menos una irregularidad en Jimmy, pero claro, decirlo es muy fácil y los rivales tontos no son. El reto está ahí porque tampoco es que el ataque fuera un desastre ayer, ni mucho menos, más bien todo lo contrario.


Y hablando del ataque, que esta ocasión fue el punto más brillante y constante del partido, la mejor noticia de todas fue volver a ver al Javi Salgado confiado en sus posibilidades, decarado y desafiante en su juego. Ayer pudo prender la mecha de una recuperación vital para el devenir del equipo.


Qué paradójico encontrar tantas cosas buenas en la actuación del equipo como el ataque colectivo, el trío formado por Miralles-Panko-Salgado, momentos de Lorbek, buenos porcentajes generales (salvo los tiros libres), pocas pérdidas... realmente surge la pregunta retórica de ¿cómo pudimos perder?


Y aunque ese tipo de preguntas no están formuladas para tener respuesta, en este caso, la defensa es la solución que despeja las dudas. Si te meten 88 fuera (bueno, y en casa) difícilmente vas a ganar. Estudiantes iguala la marca de puntos anotados por un rival del Lagun Aro esta temporada, ya los anotó el CAI y perdimos, pero en este caso el equipo de Laso jugó como para algo más que esta sensación de juego esperanzador pero oportunidad perdida; qué pena que por una vez no fuera qué bien hemos jugado y qué victoria tan importante. No falta ese paso y ayer fueron los jugadores los que no lo daron. Pusieron todo lo demás menos la defensa que representa los cimientos que sustentan las casa y que a la hora de la verdad causa que todo se venga abajo como un castillo de naipes.


Días como éste son los que nos matan, los que nos dejan en el limbo. El GBC decidió a principio de temporada apuntar alto, subir unos cuantos pisos respecto al lugar que viene ocupando últimamente, pero el ascensor se ha quedado colgado y la asistencia técnica no va a venir; para que vuelva a funcionar lo van a tener que arreglar ellos mismos y el domingo que viene todos les vamos a ayudar a conseguirlo ante Manresa. Es hora de arreglarlo y que vuelva a subir no vaya a ser que algún día se rompa el cable...


Hemos dejado marchar una oportunidad dorada para sumar fuera de casa. Y lo peor es que tenía todo lo necesario para lograrlo y no fue capaz. Que se den cuenta los jugadores de lo que son capaces y les sirva para salir con todo ante Manresa, tienen baloncesto de sobra para conseguirlo. Pero que lo hagan de una condenada vez y no se queden -y nos dejen- con la miel en los labios.





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