La mejor manera que encuentro de empezar mi colaboración en BasketMe (gracias, gracias y gracias) es con una bilbainada y de las épicas. A fecha de hoy, el Bizkaia Bilbao Basket es el segundo mejor equipo ¡¡del mundo!! (*)


Si entráramos en detalles, veríamos que debido al cierre patronal de la NBA, la Liga Endesa es la mejor competición doméstica de baloncesto (a pesar de la fiebre turca que invade Europa). Y de ahí, el BBB quedó subcampeón el año pasado, en una estrategia de mercado sin precedentes, dejándonos ganar para que el bueno de Grimau se viniera al botxo con un buen sabor de boca.


Una vez aparcado el forofismo, lo único cierto de todo esto es que no hay una ciudad más ilusionada con el inicio del curso baloncestístico 2011-2012 (que diría Andrés Montes) que la villa de Bilbao. Prueba de ello fue el EuroBasket de Lituania. Por lo general, se vio una buena competición llena de sorpresas, jugadores no tan conocidos ante el gran público con cierto interés nacional y a un gran jugador que un día decidió que era demasiado bueno como para perder el tiempo por Beale Street. Pero en Bilbao, en vez de hablarse de Macedonia, de Pocius, del hermano bueno de Begic o de Navarro, la frase que se oía desde los bares de Somera no era otra que «a ver cuándo acaba esto y comienza la Supercopa, que queremos el primer título de nuestra historia».


Y así afrontamos la temporada, con más ilusión (si cabe) que la final del año pasado. Desde que conseguimos entrar en nuestros primeros Play-Offs, sostenía que el club debía empezar a crecer más a lo ancho (pabellón, afición, cantera etc.) que a lo largo (Euroliga, Copa del Rey etc.) pero lo visto el año pasado aglutina ambos conceptos a la perfección. Hemos conseguido que Bilbao y baloncesto vayan de la mano, en una ciudad históricamente gobernada por todo un club señor como el Athletic de Bilbao. Los niños, los bares, en las oficinas y sobre todo, en los pabellones, se habla del Derrick Rose de Miribilla, de Mumbrú, de Blums o de Hampl. Nuestro proyecto de baloncesto se codeará con los mejores del mundo, empezando por la reciente Supercopa.





Las posibilidades del Bizkaia Bilbao Basket pasan por replicar los Play-Offs de 2011. Hemos encontrado un estilo, una forma de ganar partidos a base de sinergias entre todos los que nos reunimos en Miribilla cada 15 días, formando un equipo singular capaz de llegar a la Euroliga en tan solo 11 años desde su nacimiento. Si bien es cierto que la base se forjó mediante el éxito, los retos y la ilusión, el giro de volante que ha ayudado a la maduración de este equipo se ha construido desde la dificultad (coqueteo con el descenso 2009) y el fracaso (Eurocup en Vitoria 2010). Estos factores han ayudado a crear unos cimientos muy fuertes y muy difícilmente imitables por otros equipos. Cimientos capaces de remontar situaciones desfavorables durante los partidos como el del Palau Blaugrana en liga regular o el segundo partido de PO contra el Power. Dos ejemplos de cómo los jugadores tienen fe en el equipo, tienen la convicción de que la única forma de sacar partidos adelante es mediante la contribución de todos, sin excepción, jugadores y cuerpo técnico. Y ahora, después de la postemporada, se suma a este binomio una afición históricamente acostumbrada a un run-run constante desde las gradas, hubiera o no éxito en el parqué (que volverá el run-run a las primeras dificultades, también te lo digo). Todos echaremos de menos los h…garras de Hervelle, la dirección de López o más contribución de un renqueante Fischer. Pero hemos conseguido la combinación perfecta de todos los elementos químicos que dan como resultado la fórmula de nuestro éxito:


Confianza entre los jugadores + comunión con el cuerpo técnico + apoyo de la afición = Play-Offs 2011, independientemente del equipo que tengamos delante, ya sea el Regal Barça, el Real Madrid o el Caja Laboral Baskonia.


Casualidades de la vida (o no) la última y única vez que el Bilbao Basket participó en una Supercopa fue contra estos mismos equipos. La diferencia es que en aquella ocasión (2007) nosotros éramos unos meros invitados a la fiesta. Ahora no. Ahora nos lo hemos ganado en la pista sudando más que nuestros rivales. Ahora ellos son los invitados.


(*) Las bilbainadas no entienden de equipos europeos que despuntan en la Euroliga ;)