Muchos puntos. Muchos ataques. Muchas contras. Correr y correr. Esas parecen ser las premisas de Pablo Laso en el inicio liguero del Real Madrid ante el Fuenlabrada, y le valieron para divertir y ganar con claridad. Su objetivo, seguramente, sea crear una dinámica ofensiva de rapidez y que todos los jugadores anoten y se sientan importantes, y sobre todo, que ganen en confianza. Además, debutó Rudy. Dejó detalles de calidad y se vio que juega sobrado.


La idea parece similar a la del primer año de Joan Plaza, cuando el Madrid ganó sus últimos títulos, Liga y Copa ULEB, tras un comienzo de temporada estelar. Hay similitudes. El equipo viene precedido de un año de muchas dudas y hay varios cambios en la plantilla. Este domingo, los minutos se repartieron, y todos los jugadores de la primera plantilla jugaron entre 10 y 25 minutos. Al final del partido, debutó el joven canterano Jorge Sanz.


Llull volvió a ser jugador franquicia y lideró a los suyos, desde sus funciones de base, imprimiendo velocidad, y anotando. Mirotic y Rudy fueron los otros dos protagonistas del Madrid. El canterano rindió al mismo nivel que en sus mejores partidos con Messina, y fue el mejor del equipo en puntos y valoración, con 16 y 22 respectivamente. Rudy, por su parte, culminó un Alley-hoop nada más salir a la pista, y en 17 minutos llegó hasta los 12 puntos, evidenciando su facilidad para correr y anotar.


El borrón parece estar en el juego interior. En contraste con la gran actuación de Mirotic, las buenas sensaciones de Begic y la lucha de Felipe Reyes, Tomic y Velickovic tuvieron un debut en Liga agrio. Poco protagonismo para el pívot croata, que parece estar fuera de forma, pero ya le pasó la campaña anterior. Mejora conforme avanza la competición. Lo de Velickovic es distinto. Jugó 15 minutos, más que Felipe o Tomic, y acabó con 2 puntos y 4 rebotes, y -5 de valoración. Seguramente Laso le mantuvo en pista tanto tiempo por cuestión de confianza. La necesita, y necesita parecerse al ala-pívot serbio que cuando aterrizó en Madrid, parecía que iba a dominar Europa. Aún dista de ello y siembra muchas dudas.


En el otro lado de la cancha, el Fuenla adoleció de una referencia interior, tanto en ataque como en defensa. Es decir, acusó en demasía la baja de Ayón, llamado a ser el líder del equipo, como lo fue la pasada temporada. Ahora lo será junto a Penney. El internacional de Nueva Zelanda mostró una vez más su facilidad para anotar, yéndose hasta 25 puntos y 29 de valoración. Por números, el mejor del partido demostró que la directiva del conjunto madrileño sigue acertando con su política de fichajes. El equipo naranja dejó buenas sensaciones en algunas fases del partido, pero salvo una racha en el segundo cuarto y otra al final del tercero, no pudo competir con el Madrid.