Dicen que la vida se pasa volando… ¡y qué verdad que es! Parece que fue ayer cuando se consiguió la medalla de plata en Londres y sin apenas darnos cuenta ya tenemos la primera vuelta finiquitada, el Top 16 de la Euroliga en plena ebullición y la Copa del Rey a la vuelta de la esquina. Sorpresas, desilusiones, proyectos fallidos, cambio de jugadores, lesiones, etc. De entre todo, quisiera centrarme en algo que ha llamado especialmente la atención como es el papel del Barça durante este inicio de curso, imponente en Europa pero irregular en ACB.


Nunca me ha gustado ser radical en nada, y ni mucho menos en mis opiniones, entre otras cosas porque a veces opino de algo en lo que no estoy implicado en primera persona y eso me comporta cierto recelo profesional. Rectifico entonces, me considero radical por el respeto al trabajo de los demás. Es por ello que no dejo de sorprenderme cuando leo o escucho que el ciclo del Barça se acabó hace meses… Faltaría a la verdad si dijera que este año el equipo enamora, mentiría si dijera que es el equipo voraz que se comía a su rival con tan sólo pisar la pista, pero me parece casi insultante no recordar los méritos contraídos durante los últimos 3-4 años. Sólo por esta razón tendríamos que dar un pequeño margen de maniobra a los blaugrana. Soy consciente que el deporte profesional no tiene memoria histórica pero precisamente por eso debiéramos intentar no olvidarlo los que verdaderamente queremos al baloncesto.





Sí que es cierto que esta temporada estamos viendo las dos caras del Barça con relativa frecuencia. Sin ir más lejos, esta última semana ha sido el claro ejemplo: victoria el viernes frente a Olympiacos, dura derrota el domingo contra Estudiantes. En general, en Europa juegan sólidos mientras que en ACB hay partidos en los que se muestran previsibles, faltos de energía y, lo que tal vez sea peor, dependientes de la figura de Navarro. Es evidente que el perfil de equipo ha cambiado respecto a años anteriores. ¿Si particularmente echo en falta a alguien? Puestos a pedir creo que falta la presencia de un tirador-desatascador, ese jugador capaz de salir y enchufar un par de tiros con independencia del adversario que tenga delante y que en temporadas pasadas asumía Basile o Lakovic. Tampoco quiero daros el tostón con explicaciones técnico-tácticas porque tal vez aburran en demasía al lector. De todas formas, hay materia prima de sobra como para competir por absolutamente todos los títulos (no ser cabeza de serie en la Copa es un mal muy menor).


Pero si me lo permitís, me gustaría analizar un par de aspectos. Para mí hay un jugador capital en el devenir del Barça, y ese no es otro que Erazem Lorbek. Se echa de menos a Marcelinho Huertas en cuanto a generación de juego y Pete Mickeal respecto a nivel de intensidad también, pero el esloveno pienso que está un escalafón superior en relación a peso específico dentro del equipo. Por una razón u otra este año no está apareciendo como es habitual en él. ¿Causas? Evidentemente podríamos hacer muchas cábalas y seguramente la mayoría tuvieran parte de razón, pero pienso que hay un aspecto a tener en cuenta fundamental. Lorbek siempre ha sido el primero de la lista en la jerarquía de interiores, y lo sigue siendo, pero la llegada de la dupla Tomic-Jawai creo que le ha hecho variar ligeramente su posición en el campo. Ahora juega muchas posesiones por “fuera” para espaciar la zona en beneficio de estos dos ya que son pívots muy interiores y con un rango de tiro corto, mientras que con Vázquez-Ndong era él el que escogía donde quería jugar, si bien cerca del aro para 1x1 o salirse hacia fuera para hacer un tiro de media-larga distancia. Tal vez eso le condicione un poquito pero tampoco dudo de que veremos al mejor Lorbek cuando la situación lo requiera.





Otra de las cosas a tener en cuenta es la aportación de la segunda unidad y de los jóvenes. Es evidente que el club ha pretendido rejuvenecer la plantilla (excepción aparte la de Jasikevicius) con jugadores que deben curtirse sí o si para que en un futuro no demasiado lejano recojan el testigo que dejarán los Navarro, Mickeal y compañía. Me refiero a Rabaseda, Abrines, Todorovic o el mismo Hezonja. Jugadores a los que hay que educar deportivamente sabiendo que sólo con grandes dosis de paciencia se obtendrá la mejor versión en años venideros. Exigirles el máximo forma parte del proceso de aprendizaje, pero arroparles también porque así sabrán cual es el camino a seguir. Ser el primero de tu generación en la universidad no significa que te conviertas a las primeras de cambio en el jefe de una multinacional, y lo mismo pasa con estos jugadores. Han sido referencia en categorías de formación pero no por ello hay que ponerlos en la primera línea de fuego. Y es que Ricky’s Rubio sólo hay uno.


Ahora todo serán críticas y el ambiente se tornará enrarecido, pero yo soy de los que piensa que cuando se necesita sumar y recuperar la buena dinámica hay que volver a lo básico. Volver al A, B y C. Afianzar de nuevo conceptos fundamentales como es el de ser sólidos en defensa, sacar un buen balón de contraataque, jugar con orden y rigor en la táctica ofensiva, etc. En definitiva, hacerlo fácil. Y una vez se haya conseguido, ya habrá tiempo de añadir aspectos que te devuelvan a la personalidad que te caracterizaba como equipo. Tras un huracán hay que ser capaces de solidificar de nuevo la estructura de la casa, luego ya pensaremos en qué color pintarla! Y repito, trabajo y paciencia. Apelar a la suerte es de gandules y precisamente ahora no es momento de descansar.