Hoy me descuelgo con una anécdota personal y un pequeño pasaje que para mí fue un puntazo deportivo. Situémonos: Málaga, febrero 2012. Recibo una llamada donde se me comunica que la Federación ha pensado en mí para ser el delegado de la Selección Española cadete... el corazón a 200 pulsaciones, muestras de alegría y parecía que Hulk había hecho otra película porque no cabía en mí mismo de felicidad.


Rápidamente me puse a trabajar y con la ayuda de los profesionales de FEB (Ana, David, Dani...) y la inestimable colaboración del crack Manolo Castro todo me resulto más fácil. Sin darme cuenta, allí estábamos de concentración en Castelldefels en Semana Santa de 2012. Unos días duros y muy intensos donde apenas dormí tres horas por día, pero muy contento.


A continuación, la primera gran prueba de fuego: viaje a Serbia para dos amistosos. Tuve la suerte de estar rodeado de un cuerpo técnico estupendo que me ayudó en las múltiples tareas de logística (Diego, Josito, José, Sergio, Antonio, Juanca), a los que se unió en verano el maestro Santi Loras. Al llegar al Nikola Tesla de Belgrado, nos trasladamos a una ciudad de nombre casi impronunciable, Zrenjanin, y yo comienzo a pensar... ¿dónde he oído antes ese nombre?


Como bien saben mis compañeros de aquel viaje, Zrenjanin está a las afueras de Belgrado, una ciudad que impresiona por los edificios aún resentidos de los bombardeos de principios de los 90. Una vez en Zrenjanin, entrenamientos y dos amistosos contra Serbia. Ganamos los dos partidos y la sensación de haber hecho un buen trabajo estaba en el ambiente. De repente se acerca Goran, el team manager de Serbia, y me dice "alguien quiere conoceros". Salimos fuera y vemos aparecer un Aston Martin negro que destacaba sobremanera entre los Mercedes antiguos... y aparece él: ¡Dejan Bodiroga! Claro que me sonaba de algo el nombre de Zrenjanin... ¡era por ser el lugar de nacimiento del crack yugoslavo!





¿Quién no recuerda a la elegancia hecha jugador de baloncesto? Me enamoró la primera vez que lo vi jugar en televisión: le recuerdo en un torneo de Navidad con la Stefanel de Milan, luego, claro está, con el Real Madrid, Serbia, campeón de Europa con el Barça en 2003, la ex Yugoslavia campeona del mundo en 2002... todo un mito se había acercado a saludarnos.


Estuvimos con él un rato y nos hicimos unas fotos, con lo que el viaje a Serbia y la experiencia con España se cerró con un 10 sobre 10. Luego este test me serviría para repetir en verano y disfrutar del campeonato de Europa cadete, aunque a este tema le dedicaré un capítulo aparte... así como a mis niños, esos jugadores que me lo pusieron todo tan fácil y a los que quiero como hermanos míos.


¡Seguid disfrutando de la vida, jugones, como nos hizo disfrutar tanto Dejan Bodiroga!

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LA SONRISA DEL JUGÓN