Aún con la resaca de esta Copa del Rey 2020 y con los equipos y sus aficionados ya de vuelta a sus ciudades y rutinas con sensaciones, seguro, muy diferentes, y la mirada puesta ya en cómo afrontar la segunda mitad de la temporada, rescato  del cuaderno de apuntes de la Copa algunos que compartir con vosotros.

1) La Copa es de los aficionados

Pues sí. Como ya apunté hace unos días, la Copa es una competición diseñada por y para el aficionado al baloncesto. En las inmediaciones y dentro del pabellón era magnífico ver los pasillos repletos de aficionados con camisetas de diferentes equipos, compartiendo en armonía y sin incidencias la pasión por su equipo y su afición por este deporte. También resultan impactantes las imágenes del sábado de la fiesta de las aficiones, tomando el centro de Málaga en perfecta sintonía.

Y si queda alguna duda, basta con ver la gran cantidad de aficionados que portaban camisetas de equipos no clasificados, con especial mención a la afición del Baskonia; su equipo esta vez y para sorpresa de todos no ha estado, pero su afición sí que ha estado muy presente en esta Copa, haciendo bueno todo lo dicho antes.

2) La Copa como congreso del baloncesto español y europeo

A la imponente presencia de medios de comunicación se une un constante movimiento en los pasillos de agentes, ex-jugadores, directores deportivos, etc. Y es que siempre se ha dicho que de la Copa salen ya algunos fichajes y un sinfín de contactos para la próxima temporada.

Conseguir que todo esto tenga cabida en el pabellón hace que las aficiones más enérgicas de los equipos terminen por ubicarse en sectores más alejados de la pista. Sería interesante buscar algunas fórmulas… con el inconveniente de que se podrían llenar dos pabellones.

3) No será recordada por la emoción y la igualdad

Y es que, si los cruces de cuartos celebrados el jueves y el viernes nos regalaron la emoción de finales igualados como el del FC Barcelona y el Valencia Basket, el CB Canarias y el Andorra o el Unicaja y el Zaragoza, tanto las semifinales como la propia final han resultado ser partidos sentenciados casi desde el inicio, lo que ha impedido que en esta Copa se haya podido disfrutar de uno de sus alicientes; la tensión casi insoportable de esos finales igualados que se resuelven por pequeños detalles.

4) La autoridad del Madrid y su MVP

Es evidente que nunca se sabrá muy bien qué hubiese ocurrido de no haberse producido esa eliminación prematura de su gran rival, el FC Barcelona, pero lo cierto es que el Madrid ha realizado una Copa inmejorable y parece imposible imaginarse un escenario donde no asome levantando el trofeo.

Aunque son varios los nombres propios que se podrían destacar, sobresale por encima de todos el de Facundo Campazzo. Increíble su nivel de forma, su defensa, su capacidad para llevar al equipo y su acierto cuando le toca resolver. Puntos, asistencias, recuperaciones y rebotes.

5) La emoción de la Copa, de la mano del anfitrión

En una competición cuya emoción se fue diluyendo con el paso a semifinales, la presencia de Unicaja en la final permitió vivir un momento especialmente emocionante el sábado por la noche cuando, con un pabellón ya vacío de público, los jugadores de Unicaja regresaron a la pista para saludar a la afición de Unicaja, que les esperaba en las gradas.

Estando ante una temporada difícil, en el que Unicaja se clasificó como anfitrión (sin estar entre los ocho primeros), fue especialmente reconfortante ver el derroche de ilusión contenida que se vivió este fin de semana, que despertó mensajes de admiración y agradecimiento vía twitter por parte de Sergio Scariolo y de Pau Gasol.