25 años del CB Murcia
Entrevista a Felipe Coello
Pedro Serrano  | 30.08.2010 - 13:14h.
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Pedro Serrano  | 30.08.2010 - 13:14h.
Recordemos hoy un montón de cosas de la historia del CB Murcia, muchas, pero que serán sólo unas pocas en comparación con el enorme bagaje acumulado por el protagonista de esta entrada. Hoy hablamos con Felipe Coello, Director Deportivo del club cuando un servidor se enganchó al baloncesto (1988) y trabajador del CB Murcia desde 1986 hasta 2004, con algún breve paréntesis de por medio. Fijaos que he dicho "trabajador", porque Felipe Coello, nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1956, Licenciado en Medicina y entrenador de baloncesto, ha hecho de todo para este equipo a lo largo de los años. En Murcia, para bien y para mal, él ha sido durante mucho tiempo un "hombre de club", como suele decirse. Un “hombre-orquesta”. Felipe Coello entra también en una categoría especial, la de “profesionales del baloncesto que vinieron a trabajar a Murcia y se quedaron a vivir”, que de esos aquí tenemos unos cuantos: Moncho Monsalve, Quini García, Eduardo Clavero, Xavi Sánchez...


Al contemplar el historial de Coello y tratar de recordar todo lo que ha pasado en el CB Murcia, se me hace bastante difícil plantear la entrevista. Unos días antes de nuestra cita repaso estadísticas, fotografías, ascensos y descensos, jugadores, situaciones… lleno un folio con muchas preguntas, pero diez minutos antes de llevarlas a la práctica decido dejarlas en casa y ver qué pasa. Así, lo que empieza siendo una entrevista acaba siendo una extensa charla-coloquio entre Felipe y yo, y aunque luego, repasando el audio, pienso en reestructurar el contenido y ordenarlo por temas, al final lo transcribo tal cual. De manera natural vamos saltando en el tiempo hacia delante y hacia atrás. Saltamos de un tema a otro y volvemos sobre lo ya tratado. No podemos hacerlo de otro modo, porque a veces nos equivocamos de temporada y mezclamos jugadores anteriores y posteriores. ¿Qué más da el orden? Lo que importa, al final, es compartir las vivencias y recordar los vaivenes del CB Murcia, nuestro equipo.





Esta vez el entrevistado no anda muy lejos. Nos vemos en la cafetería del Centro Deportivo La Flota, en Murcia, instalación que dirige el propio Coello. Antes de entrar en materia nos contamos nuestros respectivos viajes estivales por tierras francesas e inglesas mientras le damos vueltas al café. Fuera, a estas horas de la tarde, un sol “de injusticia” achicharra a toda criatura viviente y la derrite sobre el asfalto. Felipe me dice que le gustó mucho la entrevista a Ralph McPherson, y corrobora la historia del primer partido contra el Real Madrid que me contó el alero de Texas: “Fue así, fue así… Aquel partido lo recuerdo muy bien…”. Se reclina en la silla con los brazos cruzados, mira al vacío y dibuja una amplia sonrisa durante unos segundos, pero de pronto se frena en seco, cambia el gesto y exclama “¡Bueno!”, como si ese fuera el tiempo máximo que se permite a sí mismo para recordar los viejos tiempos. Después le hago una pregunta que es simple y complicada:


BasketMe: Oyes “CB Murcia”. ¿Qué es lo primero que te viene a la mente?


Coello: ¿Ahora mismo? Pues tengo sentimientos encontrados, de algo que has ayudado a hacerlo y, como tal, lo sientes muy tuyo. Y por otro lado, pues siempre te queda el mal sabor de boca de la forma en que salí de un club que creía muy mío. Todavía, con el paso del tiempo, sigo sin entender por qué pasaron así las cosas.


B: En los últimos días he estado repasando las primeras entradas de tu blog de Internet (http://felipecoello.blogspot.com/), en las que relatas los antecedentes de tu llegada a Murcia y el devenir posterior. Es muy interesante…


C: Es que realmente el blog me servía un poco para recordar cosas que se me iban borrando del disco duro, ese fue el motivo del blog. Luego ya ha degenerado…


B: (Interrumpo a Coello). Bueno, “evolucionado”, mejor, ¿no? “Degenerado” suena un poco mal… (Nos reímos).


C: Bueno, para algunos habrá degenerado, qué remedio… Pero sí, ha evolucionado a comentar cómo veo las cosas, ya no sólo en mi ámbito más cercano sino también en el baloncesto en general.


B: (Lo cierto es que el blog de Coello es muy seguido por aficionados y profesionales del baloncesto en Murcia). He leído lo de tu llegada a Murcia, cuando aún no habías terminado la carrera de Medicina.


C: Sí, la carrera la acabé en Murcia, porque me quedaba una sola asignatura. Lo que son las cosas, que nunca pude encontrar el momento adecuado para terminar mis estudios hasta hace realmente muy poco. Yo estaba ligado con la Medicina porque tenía un tío, que ya murió el pobre, que tenía una clínica maternal, y yo trabajaba con él, pero desde los dieciocho años estaba entrenando. Cuando me surgió la posibilidad de venir a entrenar a Murcia, no lo dudé. Igual que unos años antes había salido otra opción de venir a la Península, cuando me vino la de Murcia, por diversos motivos personales, porque mi situación personal no andaba muy estable, pero no por motivos profesionales porque yo tenía trabajo, y además de ser ayudante del Tenerife llevaba la escuela deportiva municipal de Santa Cruz, pues creía que era una buena oportunidad para cambiar de aires y ver otras cosas. Y bueno, me vine para seis meses y llevo ya aquí veinticuatro años.





B: Casi nada… ¿Y qué tal fue esa reunión que cuentas en tu blog…? (Felipe me interrumpe sonriente).


C: … de la que mi suegro se quiso escapar cuando me vio… (Se ríe. Felipe habla de Juan Valverde, propietario y fundador del club, con el que se reunió en otoño de 1986 en Tenerife aprovechando el partido que el Juver Murcia debía jugar en la isla, para tratar su posible fichaje por el equipo murciano. Más tarde, en 1988, Coello se casó con la hija de Valverde).


B: ¿Por qué se quiso escapar Juan Valverde?


C: Porque dice que me vio llegar con un chándal que no le gustó mucho, y trataron de huir en el momento en que me vieron. Yo venía de entrenar…


B: ¿Qué llevabas? ¿Qué chándal era ese? (Curiosidad).


C: Pues uno clásico, de aquella época, y se conoce que no le gustó mucho a mi suegro, que luego con el tiempo me ha reconocido que intentó huir de aquella reunión (risas).


B: (Me imagino la situación, debió de ser buenísima. Es cierto que en los 80, por lo general, los chándal eran bastante feos, con esa textura y esas combinaciones de colores fucsia chillón, verde pistacho, amarillo fluorescente y azul turquesa). ¿Allí estaban Chano Méndez y Juan Valverde, verdad?


C: Sí, y al final se dieron las circunstancias para que yo viniera aquí.


B: Ese día te proponen venir a un equipo casi nuevo, que sólo tenía un año de vida.


C: Sí, un equipo que era colista, que había jugado el año anterior en Tercera División y que había subido a 1ª-B al comprar los derechos federativos del Logos de Madrid, con dos americanos y que, bueno, como todos los clubes que empiezan en el mundo profesional, había sufrido mucho para dar sus primeros pasos. El entrenador que trajeron no había conseguido victorias, que al final es lo que nos piden, y decidieron hacer el cambio estando en Tenerife. Yo esa temporada estaba ayudando a Moncho (Monsalve) en Tenerife, y les propusieron mi nombre en una conversación, y bueno, se decidieron. Yo ya tenía experiencia, había entrenado en esa 1ª-B durante cuatro años, y había entrenado incluso en División de Honor durante dos años. Y bueno, me lo proponen, y me pareció que era una buena oportunidad. A los entrenadores canarios nos cuesta mucho dar el paso de salir de las islas y aclimatarnos a cómo se ve y se siente el baloncesto lejos de nuestras islas. Yo entonces di el paso adelante, que luego sirvió para que otros tomaran ejemplo.


B: ¿Qué te encontraste cuando llegaste a Murcia? ¿Qué club había?


C: Un club muy joven, con ganas de hacer cosas. Ellos tenían por entonces una vinculación con Maristas, que era el núcleo, el centro neurálgico del baloncesto en Murcia. Me encontré el pabellón Príncipe de Asturias con un piso sintético verde, que me acuerdo de él, y muy poquito ambiente de baloncesto a nivel de medios, que seguían poco al baloncesto, pero luego el campo se llenaba en cada jornada.


B: Pues entonces el seguimiento mediático sigue siendo igual de deficiente, ¿no?


C: Sí, eso no ha cambiado. Desgraciadamente. Yo lo he comentado muchas veces, que eso es algo que va en nuestra cultura, y digo “nuestra” porque después de tantos años, Murcia es un poco mía. El baloncesto nos interesa mucho a unos pocos, y al resto no les interesa nada. O eso parece al menos.


B: Eso creen ellos, los medios.


C: Desgraciadamente.


B: Bueno, pues en tu primer año el equipo se salva.


C: Nos salvamos en la última jornada en Córdoba, ganando al Cajasur, que además fue muchísima gente de Murcia a aquel partido.


B: Mi cuñado y su hermano fueron, me lo han contado alguna vez, y me dijeron que se vivieron momentos de tensión muy fuertes allí, ¿verdad?


C: Sí, no se pasó bien, porque el público se puso muy exaltado. Me acuerdo que incluso tuvieron que decir por la megafonía del pabellón que la Federación había comunicado que no iba a haber descensos, para que la gente se relajara un poco. Fue una situación dura, pero guardo buen recuerdo del grupo humano y de aquella primera experiencia, y eso me animó a seguir. Firmé dos años más como entrenador: 87/88 y 88/89.





B: Sin embargo, en la 88/89 no empezaste la temporada como entrenador.


C: No, porque el año anterior habíamos hecho un buen equipo y caímos en el play-off de ascenso en Tenerife. Recuerdo que Russell Cross, que quizá sea por historial y por prestigio el mejor jugador que ha pasado por Murcia, no estaba bien físicamente, iba prácticamente cojo, y cuando llegamos a ese play-off se puso malo del estómago. Caímos, y la verdad es que me dejó muy tocado esa situación, y llegué a un acuerdo con el club. Al año siguiente, además, queríamos avanzar en el club, queríamos hacer más club y empezamos a formar el entorno de la cantera. Se trajo a Ary Vidal y a Paco García.


B: Ese año, cuando llegó Paco García, fue el primero que ví.


C: Sí, vino Paco García y Ary Vidal, y bueno, le dimos más forma al club de baloncesto.


B: Ese año fue muy bien…


C: No, la verdad es que ese año no fue bien... (Felipe me corrige. Reflexiono: para mí, recién llegado al baloncesto, ese año había sido muy bueno; así lo recordaba, a pesar de la desilusión del play-off de ascenso contra Orense. Sin embargo, hoy me entero de que el año no fue bueno para los que ya sabían de qué iba este tema. Curioso). Ese año no fue bien porque Ary no terminó la temporada. Venía de entrenar a Óscar Schmidt y compañía, y se encontró con gente diferente, con un equipo de 1ª-B, con Paco Solsona, Quique Azcón…


B: Pero él lo sabía cuando vino, ¿no?


C: Bueno, pero no es tan fácil asimilarlo luego, cuando vienes a entrenar a este nivel. Esa temporada terminó entrenando Paco García, y Orense nos ganó el play-off de ascenso. Era el segundo ascenso que perdíamos.


B: Me acuerdo de aquello. Y al año siguiente empezó Paco García como entrenador.


C: Sí, hizo cuatro partidos, dos victorias y dos derrotas, y Juan y la directiva decidieron volverme a poner de entrenador. Yo no podía decir que no en aquel momento, porque yo estaba en Murcia para entrenar. Habíamos hecho un equipo muy bueno para ascender y bueno, el año fue casi perfecto. Digo “casi” por el famoso tema de Esteban Pérez. Pero a nivel personal y deportivo es quizá el año del que mejor recuerdo guardo. Ascender fue fácil porque éramos muy superiores al resto de equipos. Terminamos segundos en la liga regular, y Cajamadrid fue primero. A Cajamadrid lo eliminó un sorprendente Llíria, y luego León eliminó a Llíria y subió con nosotros, Murcia como primero y ellos como segundo equipo.


B: Después, el primer año de ACB, que fue una pasada…


C: Hubo momentos buenos y malos, pero para mí también lo fue. Volver a la élite a ese nivel era una experiencia muy buena.


B: Al final se estropeó un poco, y el sistema de aquella ACB era distinto, muy lioso…


C: Sí, encadenamos varias derrotas seguidas y el sistema era complicado, pero guardo buenísimos recuerdos de aquellas temporadas en ACB. Con muy poco hicimos muchas cosas, con pocos recursos económicos, básicamente con Juver, patrocinador y dueño del equipo, y con las ayudas oficiales.


B: La temporada de Kea y McPherson, que comenté con Ralph, estuvimos muy cerca…


C: Sí, ganamos en León y luego nos ganaron aquí por un punto, con jugadas controvertidas. Hicimos muchas faltas al final y no pitaron ninguna, y nos metieron un triple al final. En el tercer partido en León nos ganaron fácil, y encima televisado. Llegamos un poco tocados… Pero nunca hemos estado tan cerca de jugar competición europea, y con un equipo muy justito. Teníamos muy pocos jugadores profesionales y chavales de la cantera. Hacíamos encaje de bolillos con los jugadores...





C: Sí, era buen equipo.





B: Qué pena, y de qué manera se perdió…


C: El arbitraje…


B: A ti te abrieron un expediente, ¿No?


C: A mí me han abierto muchos (risas).


B: Ah, yo recuerdo sólo uno (me río).


C: Me han abierto más. Siempre he hablado más de la cuenta, era difícil callarme, pero pienso que las cosas hay que decirlas, y más si las sientes.


B: Es que todos los equipos nos quejamos, pero aquí hemos visto, y seguimos viendo, algunas cosas que…


C: Sí, a nosotros hubo una época en la que se nos puso el sambenito de que éramos un equipo muy protegido a nivel de la Federación, cuando jugábamos a nivel federativo, y luego nos pasaban el recibo a nivel de la ACB. Y yo creo que es verdad. A nivel de la Federación no es que hayamos sido protegidos, sino que siempre hemos tenido buenos equipos y nos hemos ganado el respeto, pero luego, por las razones que sean, las competiciones en ACB han sido pelear con palicos y cañicas contra monstruos muy grandes, y con independencia de nuestros recursos, nos han hecho mucho daño.


B: Después de siete temporadas seguidas en ACB, luego entramos en las subidas y bajadas (le expongo a Felipe mi visión del CB Murcia como caso único en el baloncesto español, el del equipo que más veces ha subido y bajado en las últimas dos décadas).


C: Subidas y bajadas, sí. Hay otros equipos igual en los últimos años, pero nosotros lo vivimos desde hace más tiempo. Lo que pasa es que hemos hecho equipos muy buenos en competición FEB, hemos competido bien y jugado buen baloncesto, y luego cuando llegábamos arriba los recursos económicos han sido escasos. Hemos tenido que hacer verdaderas obras de arquitectura, malas, por los resultados, evidentemente, pero hemos sacado equipos en esa competición.


B: ¿Sería Murcia, pues, el más claro ejemplo de la gran diferencia entre la ACB y la LEB Oro, y también con el resto de competiciones, a nivel de exigencia económica y estructural?


C: Bueno, ahora mismo nada más tienes que ver que tras el descenso del CB Murcia a LEB, la Comunidad de Murcia no tiene ningún equipo en categorías inferiores hasta 1ª división nacional. Durante otros años hemos tenido equipos en EBA cuando no estaban las LEBs, en LEB Bronce... Pero no existía el desfase de ahora. Es por el problema económico, pero también es por la mala gestión de los clubes. Por la ilusión de querer competir, se han visto sumergidos en una situación que luego ha sido muy difícil de compatibilizar con estar varias temporadas seguidas. Yo recuerdo que, salvo el caso de Archena durante un buen número de años, que se atrevió a jugar LEB Bronce, ningún otro club de Murcia ha podido ayudar en la formación de jugadores jóvenes.


B: ¡Qué pena! Pero bueno, podemos llorar por un ojo, porque aunque a nivel profesional no haya equipos que suban y bajen tanto como el CB Murcia, al menos Murcia siempre vuelve. Quiero decir, que hay equipos que hicieron buenos años en la élite, bajaron y ya no volvieron. Y nosotros aquí estamos, que no nos mata nadie...


C: Sí, hay ejemplos así, como Huelva...


B: ...Andorra, Llíria, Salamanca, Cantabria, Gijón, Cáceres...


C: Sí, correcto... Cáceres ahora parece que vuelve, pero León, por ejemplo, parece que está también mal... Es una situación complicada.


B: Murcia resiste.


C: Murcia resiste porque tiene un número considerable, entre tres y cuatro mil aficionados, que son auténticos fieles del baloncesto desde la época del Príncipe de Asturias, ¿no? Se ha ido transmitiendo de padres a hijos y es sin duda el segundo deporte más seguido en la ciudad, a pesar de que otros, como el fútbol-sala, hayan conseguido más éxitos.





B: Y da la sensación de que el CB Murcia estorba... No sé si es manía persecutoria mía, pero entre lo de la prensa, que me pone mal de cuerpo, y luego las actitudes que ves en otros ámbitos muy importantes...


C: Sí, a mí también me ha dado mucho esa impresión. Yo también comprendo que para los políticos, el baloncesto siempre ha sido una patata caliente, el tener que mantenerlo con dinero público porque no se ha conseguido patrocinio como en otras ciudades de similar nivel, como Sevilla o Málaga. Allí se han involucrado entidades financieras propias, y a nosotros nos ha faltado dar ese salto que nos hubiese colocado a ese nivel. No lo hemos logrado y nos ha tocado sufrir, sufrir y sufrir.


B: Pero al CB Murcia no nos lo matan, ¿Verdad? ¿Cómo ves el futuro del club?


C: Yo tengo dudas por la situación que vivimos, porque en el club se mantienen situaciones inaceptables desde prácticamente su fundación, y se siguen manteniendo...


B: (Le interrumpo) O sea, también durante tu participación en el club...


C: Sí, bueno, pero yo nunca he tenido el control del club como para poder arreglar situaciones...


B: Pero tú las veías en su momento...


C: Sí, y las denuncié en su momento también, en eso tengo la conciencia tranquila. Y después también creo que los clubes necesitan un periodo de asentamiento. Es la segunda temporada de los nuevos propietarios, ha venido gente nueva y que no es de Murcia, y hay que darles tiempo para ver su proyecto. Hay que darles el beneficio de la duda. La primera temporada no les salió como esperaban, y el equipo estuvo muy mal hecho desde el principio, desde la destitución de Hussein hasta el último cambio de jugadores. Es imposible hacerlo peor, y lo digo yo, que también he hecho malos equipos. Como en su día los he vivido, sé cuándo son buenos o malos equipos, independientemente de que en algunos partidos te quedes cerca de ganar. Lo que cuenta son las victorias, pero era su primer año y hay que darles el beneficio de la duda. La plantilla de este año en LEB me parece super competitiva, no tiene nada que envidiarle a la mejor plantilla que se pueda hacer en LEB. Otra cosa será luego el trabajo, los resultados y el juego.


B: Dices que has hecho equipos y también has entrenado. Volviendo con todo eso, has conocido las dos puntas del hilo, has entrenado desde categorías inferiores hasta ACB, y también has trabajado como "constructor" de plantillas. Imagino que te quedas con el trabajo de entrenador, ¿no?


C: Sin duda, pero también me gusta el otro trabajo, el de Director Técnico. Me gustaba mucho viajar y ver baloncesto fuera de aquí. La gente decía que yo fichaba mucho por vídeo, pero no saben lo que yo he viajado. He viajado mucho y he visto partidos, y he conocido a mucha gente del baloncesto gracias a eso, pero lo que más me gusta es entrenar en la pista.


B: A ver, como Director Técnico, ¿de qué equipo te quedaste más satisfecho, una vez completada la plantilla? (Felipe se detiene a pensar). ¿Con qué plantilla dijiste: "me ha quedado redonda, o casi redonda"? (Contesta, al fin):


C: Creo que el equipo que hicimos en mi último ascenso (2002/03) era perfecto para luchar por eso...


B: Récord de victorias seguidas en LEB, 14, creo.


C: Sí, hicimos una vuelta completa.


B: Y siguiendo con tu trabajo como Director Deportivo, ¿un jugador cuyo fichaje te dejara muy satisfecho?


C: Bueno, hay varios... Ralph (McPherson) era un jugador al que queríamos fichar, y cuando lo fichamos, nos quedamos muy contentos. Kea en su momento era un sueño y lo conseguimos. Y luego... Fichar a Rogers, Martin y Anderson en el primer año del Palacio. Hicimos encaje de bolillos, teníamos lo justo para salir. Quizá en los últimos años... El fichaje de Galilea era la guinda del pastel, igual que Davalillo lo fue para el equipo del primer ascenso. A Davalillo lo conocía desde junior. Lo fiché por teléfono estando en Barajas, antes de volar a Estados Unidos. Hablé con él y lo fiché.


B: ¿Y cómo, estando en su casa y jugando en ACB, se vino Jota aquí? Él no había salido nunca del País Vasco, si no me equivoco...


C: Bueno, él en ese momento no estaba bien allí, aunque en Bilbao era un símbolo. Fíjate, que ahora es presidente. A Jota lo quiero mucho. Personalmente, un diez de tío.


B: ¿Y los entrenadores que han pasado por Murcia?


C: Pues he tenido suerte, he trabajado con buenos entrenadores en Murcia: Oleart, Paco García, Ary Vidal... Hayan estado más o menos tiempo, he aprendido de todos ellos.


B: (Pienso en otros muchos entrenadores que Felipe no ha nombrado. Le recuerdo algunos de ellos y, casualmente, eso nos lleva de nuevo a hablar de las peores temporadas del CB Murcia. Hablamos de la 1998/99 y de la 2003/04, y tratando de recordar a los jugadores de una y otra plantilla, me confundo y los mezclo):


C: Yo también me lío, son tantos años que me hago una albóndiga que no veas...


B: ¿Recuerdas aquellas declaraciones tan fuertes de Juan Valverde, respecto de una de esas plantillas? A mí y a mucha gente nos molestó el tratamiento que se le dio a Juan por parte de la prensa, sobre todo de la prensa nacional, sacando las declaraciones de contexto. A los que conocemos a Valverde nos molestó cómo se le trató, porque aunque en la forma no estuvo acertado, tenía toda la razón del mundo para explotar...


C: Sí, es que Juan ha vivido esas situaciones como algo muy suyo... se ha mezclado un poco todo (Felipe se para unos segundos a pensar). Las dos temporadas previas a estos dos equipos que comentamos, que en las dos veníamos de ascender, yo creo que me había ganado el derecho a seguir un año más de entrenador. Y a lo mejor, lo mejor para el club hubiese sido que yo no siguiera, porque si yo no hubiese sido el entrenador, cualquier otro entrenador que no sintiera el club como algo suyo, como lo sentía yo, hubiese hecho o hubiese obligado al club a hacer otras cosas económicamente hablando que yo entendía que no se podían hacer (Felipe dice esto despacio pero con decisión, como si hubiese reflexionado mucho sobre el tema. Parece estar haciendo una confesión sincera).





B: Pues lo tenía por ahí apuntado para hablarlo, pero la conversación nos ha traído hasta ese asunto: las implicaciones emocionales y eso que llaman ser un "hombre de la casa". Eso tiene cosas buenas...


C: Y cosas malas (se apresura a añadir Felipe). Eso lo sé ahora, con el paso del tiempo.


B: Cosas malas por el hecho de lo que uno se exige a sí mismo, por sentir tanto al equipo...


C: Sí, eso fue algo que siempre me reprochó mi suegro, que yo no hiciera las cosas pensando en el equipo sino en el club, en el entorno y en las cosas que podían pasar.


B: Este tema tiene dos vertientes, creo: esa que tú dices, de la, digamos, "autocensura" por ser parte del club, pero también la de ser minuciosamente analizado desde fuera del club, la de estar sometido a un juicio muy severo para demostrar que estás ahí porque lo haces bien. Eso debe molestar, ¿no?


C: Pero eso a mí hubo un momento en el que no me preocupa. Mira, Pedro, hubo un momento en el que no me preocupa porque no hay muchos entrenadores que puedan decir que han subido tres veces a la ACB con diferentes plantillas y diferentes situaciones. Yo he podido entrenar en ACB, y soy tan feliz como cuando entreno infantiles (Felipe se para a pensar un poco, y continúa). Yo creo que a mí lo que me ha faltado, y es algo que lo comento con los amigos en los últimos años, es haber descubierto el "Prozac" a tiempo (risas), porque eso... hace tiempo que no lo tomo (Felipe vuelve a reírse), pero eso me hubiese dado esa paz y esa tranquilidad para afrontar las cosas de otra manera.


B: Bueno, también podrías haber leído a Platón, como dice el libro aquel, ¿no?


C: Sí, el libro dice "Más Platón y menos Prozac", pero debería de ser al revés (nos reímos). Pero sí, todo eso me ha molestado pero he vivido con ello. Cuando estás muy entroncado en donde estás, siempre habrá gente con la que seas muy afín y siempre habrá detractores, es inevitable. El tema es que cuando las cosas van bien, los detractores no aparecen, pero cuando van mal son los afines los que no aparecen. Hay que hacerlo muy bien para tenerlos a todos contentos, pero no se puede, es imposible (Felipe dice estas frases marcando los puntos con golpecitos en la mesa).


B: Pues nada, veinticinco años ya...


C: Para veintiséis (puntualiza y se ríe).


B: Sí, porque la temporada número veinticinco ha pasado ya...


C: Aunque nadie se ha dado cuenta... B: Hombre, nadie no, que algunos sí que nos acordamos...


C: Ya, ya... (risas). A mí me hace mucha gracia, y creo que contigo lo he comentado alguna vez, y no lo digo por los dueños actuales, lo digo sobre todo por los políticos locales y regionales, que ninguno se acuerda del paso que dio un hombre como Juan Valverde para tener el baloncesto profesional que tenemos hoy en Murcia. En estos veinticinco años es inexplicable que nadie se haya acordado... (Le digo a Felipe que los aficionados sí que recuerdan que Valverde es el padre de la criatura, pero se nota que Coello apunta a otro sitio. Prosigue). Creo que su carácter le ha pasado factura. Él, como todos los hombres que se han hecho a sí mismos, el que no se acuerden de que la criatura es suya, a él le duele. Me refiero sobre todo a la prensa y a los políticos, y no hablo de homenajes y torneos, sólo de un reconocimiento. Ha sido duro, porque cuando alguien se juega su patrimonio y su dinero... Luego, cuando él vendió la fábrica de zumos tuvo que hacer encaje de bolillos, llegó a poner su patrimonio en danza para esta historia.


B: Esas son cosas que se pueden recordar aprovechando el aniversario...


C: Sí. Creo que han sido veinticinco años en los que ha habido de todo, como en los centros comerciales de ahora, donde hay cines, sitios para comer, para divertirse, para descansar... Años buenos, malos, regulares, mediocres... De todo. Nos ha faltado el poso, la base económica y deportiva que le diera a este baloncesto nuestro algo más que inversionistas de aquí te pillo, aquí te mato.


B: En fin, esperemos que se den las circunstancias y podáis volver a ver baloncesto en el Palacio, tanto tú como Juan Valverde...


C: A mí me encantaría ver nuestro mejor baloncesto en directo, que es como mejor se ve, pero bueno, he sobrevivido. Creí que me iba a costar más, pero bueno, yo guardo muy buenos recuerdos y la memoria es selectiva. Vas quitando lo que no te interesa y guardando lo bueno.


B: ¡Ah! Otra cosa que tenía apuntada para que la habláramos: la gente que el CB Murcia trajo a la ciudad a trabajar, y se quedó a vivir: Moncho Monsalve, Quini García, Edu Clavero, Xavi Sánchez, tú...


C: La vida en Murcia es muy buena (sonríe).


B: (Le enseño a Felipe los recortes y periódicos que tengo sobre la mesa, como la guía de la ACB 1990/91 que publicó "Don Basquet". En otra revista del año anterior, la del primer ascenso, él aparece como Presidente y Paco García como entrenador). ¿Y esto?


C: Las cosas de Juan... Juan es que es un fenómeno (Coello sonríe).


B: (Seguimos viendo fotos y van saliendo nombres de jugadores, algunos muy malos. Luego llegamos a los buenos): Quini García...


C: A Quini lo traje yo. Oleart era entrenador y Quini había venido a pasar unas fiestas de primavera o algo, y sustituyó a su amigo Pedrera. Yo le dije a Oleart, "vamos a ficharlo, si no hay nada más y no tenemos dinero" (Felipe se ríe, es buen amigo de Quini).


B: John Ebeling...


C: Muy buen tío, muy bueno. Lo quería Oleart sobre todas las cosas, igual que el año siguiente con Michael Anderson. Se empeñó. Yo quería fichar a Bobby Martin porque lo conocía, y él a Anderson. Lo de Rogers salió de otro modo. Yo estaba en Estados Unidos en casa de un agente, y me llamó el agente de Rogers para ofrecerlo. Allí, en la terraza del primer agente, hablando con el segundo... (risas). Me dijo: "¿Vosotros estáis buscando un cuatro que tire? Tengo al hombre perfecto, a Rogers". Yo le dije que estaba bromeando, y él me dijo que no, que el jugador quería venir a esta zona...


B: Por estar cerca de Valencia, imagino, aunque al año siguiente de estar en Murcia se fue bastante lejos, a Cáceres... Rogers nos salió muy bueno, pero a mí, cuando lo fichasteis, no lo tenía muy claro. Pensaba que estaba demasiado mayor...


C: Es que aparentaba tener más edad de la que realmente tenía.


B: Pienso que la gran temporada que se hizo cuando se inauguró el Palacio, realmente había empezado unos meses antes, con la eliminatoria por la permanencia contra Valladolid. Fue espectacular, la gente se volcó y se respiraba un gran ambiente de baloncesto en la ciudad. Y menos mal que nos mantuvimos, porque estrenar nuestro Palacio de los Deportes en LEB...


C: Sí, sí... Ya de antes llenábamos el Príncipe de Asturias, pero es que ese año era ya, que no cabíamos allí. Y al siguiente, entre la novedad del Palacio y el gran equipo que tuvimos, nos salió redondo. Menudos partidos, y es que yo me acuerdo de que incluso cuando viajábamos, ir a Valencia y ganar...


B: Y Sevilla, 91-116. Pero fíjate, que creo que al año siguiente, sobre el papel, el equipo era mejor (1995/96, la temporada de la Copa del Rey de Murcia). Parecía que estaba mejor hecho, estaba más compensado y sin embargo al principio se pasó muy mal.


C: Sí, es cierto. Estaba mejor hecho y no salió tan bien como el anterior. Howard Wright, el segundo año de Bobby Martin, Corey Crowder, que venía del Barcelona... Y bueno, terminamos salvándonos porque vino el loco aquel (Felipe se ríe).


B: Duane Washington.


C: Sí, salió muy bien.


B: (Seguimos recordando jugadores y partidos). Por ejemplo, me viene a la mente ahora el homenaje a Mike Shultz, que había estado en Badalona y en Murcia. Aquel partido que jugamos en 1990 en el antiguo pabellón del Joventut, con la ayuda de Audie Norris, que se puso nuestra camiseta...


C: Sí, Mike Shultz vino a sustituir a Nikita Wilson cuando jugábamos en 1ª-B. Nikita era buen jugador, pero era más fresco que una lechuga. Cada vez que paso por la Venta del Olivo (conocido mesón, lugar de paso y de parada en la ruta entre Murcia y Albacete), me acuerdo de Shultz. Ese año, con Paco García, no subimos contra Orense, y a la vuelta paramos y recuerdo estar charlando allí con Mike, a las seis de la mañana, como si fuera ayer. Mike era un fenómeno. Recuerdo cuando teníamos las oficinas del club en el Paseo de Alfonso X (en la esquina con Pérez Casas), y recuerdo... (Felipe no puede contener la risa. Se para un segundo y luego sigue hablando). Mike llevaba dos semanas en Murcia, y una mañana se presenta allí con la taza del WC... No con la taza sino con la tapa... Él llevaba una bolsa grande, y se presenta allí y se pone delante de la mesa de Daniel Barceló, lo saca y ¡Pam!, le pone el WC encima de la mesa y dice "tengo esto roto" (Felipe imita el acento americano mientras vuelve a reírse). Y el otro, "¡saca eso de aquí! ¡Saca eso de aquí!", indignado el tío, con la tapa del WC encima de la mesa (nos partimos de risa).


B: Se ve que Shultz dijo, "¿para qué voy a intentar explicarles, si no me van a entender? Me lo llevo allí y punto".


C: Yo ví el espectáculo desde la otra parte de la oficina... ¿Y McNamara? Estuvo haciéndose caca encima desde que vino hasta que se fue, dos meses seguidos (Felipe se parte de risa). Se ve que el agua, o las comidas... algo no le sentaba bien. Era buen tío, e iba siempre con su anillo de la NBA, que ganó con los Lakers.


B: Se decía que había actuado en "La Guerra de las Galaxias", haciendo el papel de "Chewaaka"...


C: Sí, pero eso no se ha podido demostrar...


B: ¿Y Marcus Kennedy? Quemó el coche que le dio el club, no sé de qué manera, y lo dejó en mitad de la calle, ¿no?


C: (Felipe resopla y se ríe). Sí, en La Redonda... Por aquí ha pasado gente de todo tipo... (Se detiene a pensar, como haciendo balance). Hemos sobrevivido en un mar complicado, pero el núcleo de aficionados que siguen al equipo desde la época del Príncipe de Asturias, ha ayudado a que el club resista.


B: Sí, porque lo que es la prensa, ha ayudado poco... (Vuelvo con un tema que me resulta especialmente doloroso).


C: Recuerdo estar nosotros en ACB, y el Real Murcia en 2ª-B o Tercera División, y no contar para La Verdad para nada. A mí eso me hacía daño, porque ellos podrían haber hecho fuerza. Hay quienes han llegado a entrar en el periodismo gracias al baloncesto, y luego no han hecho nada por él... Ya es que no se valoran ni las cosas buenas ni las malas. Por ejemplo, el club sale diciendo "los canteranos Nacho González y tal...", ¿canteranos? Nacho González es un chaval de Valencia que ha jugado en el Pamesa, y luego... ¿Emir Coco? ¿Veintisiete años y estás hablando de canterano? ¿Es que somos tontos aquí? Y nadie se da cuenta de eso.


B: Bueno, justo esto que dices ya sería ciencia ficción, si se dieran cuenta de algo así... Pides demasiado, si es el día a día del club lo que no vemos a penas. Ni tampoco la actualidad de la competición en la que juega el CB Murcia...


C: Pues mira la última entrada del blog, que hablo de ese tema de los canteranos...


Felipe y yo seguimos hablando de otros temas, y de pronto miro la hora en mi móvil: Casi noventa minutos de charla. Se hace tarde. Lo he pasado bien, y creo que Felipe también. Aunque diga que la memoria es selectiva y que sólo se acuerda de lo bueno, es inevitable que al hablar del pasado resurjan también los malos momentos, como por ejemplo la manera en la que salió del CB Murcia, que es su equipo y el nuestro. De todos modos creo que las cosas se arreglarán, y tal y como le he dicho al propio Coello, conmemorar los 25 años del club puede ayudar a que este equipo nos aglutine a todos. Felipe me invita al café (gracias de nuevo), y vuelve a sus quehaceres mientras yo salgo al infierno de Murcia en verano. Después de la conversación sobre otros tiempos, noto las ganas de ver otra vez al CB Murcia en directo. Ya nos queda menos.


Nombre: José Felipe Coello Fariña.

Fecha y lugar de nacimiento: 25 de diciembre de 1956, Santa Cruz de Tenerife.

Licenciado en Medicina, Entrenador Superior de Baloncesto e Instructor FIBA.

Fue entrenador del Náutico Tenerife, con el que debutó y permaneció en División de Honor entre 1980 y 1982. Las tres temporadas siguientes siguió vinculado al equipo tinerfeño en la 1ª-B, como entrenador principal y también como ayudante. En 1986 ficha por el AD Juver Murcia, actual CB Murcia, y durante tres años alterna labores de entrenador y director deportivo en el equipo murciano. Logra el primer ascenso del CB Murcia estando al frente del banquillo, en la temporada 1989/90, y sigue al timón en la primera temporada en ACB y en las dos siguientes, a rachas. En 1993 vuelve a la dirección técnica del equipo. En 1996 entrena al Balneario de Archena, de liga EBA, y en la temporada 1997/98 regresa al CB Murcia en LEB, con el que logra el segundo ascenso a la ACB. Se mantiene al frente del banquillo en la máxima competición, pero el equipo vuelve a descender. Entre 1999 y 2001 sale del CB Murcia, un año en Archena y otro en Tenerife, para volver al club murciano en 2002. En esa temporada consigue un nuevo ascenso de manera aplastante, entrena en ACB y el equipo desciende una vez más en un sólo año. El club es traspasado a la empresa Polaris World en la siguiente temporada (en LEB). Dirige la cantera hasta que es cesado en diciembre de 2004. Más tarde vuelve a entrenar en Archena, en EBA.


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Artículo publicado por Pedro Serrano

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