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Los cuatro equipos protagonistas de la Supercopa LF Endesa comienzan allegar a su hotel de concentración en Santa Cruz de Tenerife y lo hacen rodeados de aquellas medidas de seguridad que, desde ya hace año y medio, velan por la seguridad de su día a día.

Test de antígenos, geles hidroalcoholicos, mascarillas o distancias de seguridad que, con el paso de los meses, se han perpetuado en unas rutinas de equipo en las que sus jugadoras han sido capaces de encontrar incluso un cierto punto de innovación.

Y si no que se lo digas al Tenerife, el conjunto anfitrión de un torneo en el que las jugadoras canarias se han dejado llevar por la dosis extra de protección llegada desde las manos de Gladys Yegros, haciendo bueno ese dicho que dice aquello de que "madre no hay más que una".

Porque esta arquitecta de profesión y madre de Paola Ferrari por devoción, no quiso dejar que su hija pusiera rumbo a la Supercopa LF Endesa sin llevar en su maleta unos collares de elaboración propia con los que tener la mascarilla en su posesión en todo momento.

Una preocupación surgida en las semanas previas tal y como explica la propia Paola: "A lo largo del verano mi madre se había aficionado a hacer collares para mascarillas. Empezó un poco a modo de hobby, comprando las bolitas y haciendo diferentes modelos para la familia y para algunas amigas y, cuando se enteró de mi fichaje por Clarinos, comenzó a hacer unas más personalizadas. Les puso los colores del club e incluso el nombre de cada una para que pudiéramos tenerlas identificadas en todo momento".

Todo un presente anti-Covid que está presente en todas y cada una de las jugadoras del equipo canario: "Cuando llegué, los repartí con las compañeras y gustaron mucho porque es un complemento muy lindo, que lleva además nuestros colores y que tienen mucho trabajo detrás ya que hay que hacerlo bolita a bolita. Es útil porque nos permite tener la mascarilla colgada y controlada sin que se nos olvide cuando la retiramos y que, además, nos identifica mucho como equipo".

Un elemento que quizá muy pronto sea toda una tendencia en el tramo final de la pandemia y que ha llegado del mismo modo al vestuario del Valencia Basket.

En este caso, vía madre, por parte de una Cristina Ouviña que entregó a sus compañeras el complemento más novedoso del curso: "A nosotras fue una amiga de mi madre la que los elaboró y regaló este complemento tan útil. Hizo los collares personalizados para todas las compañeras y miembros del cuerpo técnico y nos los regaló para que pudiéramos llevarlos desde el primer día de pretemporada".

Un esfuerzo de "corte y confección" para que la plantilla valenciana pudiera preservar su salud de cara al nuevo curso tal y como explica la propia base aragonesa: "Lo cierto es que es realmente útil porque es fácil que cuando vas a tomar un café no tengas cuidado y poses la mascarilla sobre la mesa o la dejes en cualquier sitio. De este modo, permanece siempre colgada de ti y no roza superficies por lo que hace quesea más higiénico y que todas estemos un poco más protegidas".

Sin duda, la mejor manera de poder afrontar, con una garantía extra un curso en el que la LF Endesa seguirá en guardia contra la Covid-19.