Los hombres de Svetislav Pesic utilizaron su dominio en el segundo cuarto para escapar de su oposición y sumar su segunda victoria.

La batalla se presentaba dura para República Checa, y más tras enterarse de que su capitán, Tomas Satoransky, no se vestiría para el partido contra Serbia. El encuentro terminó 81-68, lo que da a Serbia el liderato del Grupo, mientras que los checos están ahora en una situación de vida o muerte con 0-2 a falta de tres partidos.

Respaldados por la multitud en un Pabellón con las entradas agotadas en Praga, los anfitriones resistieron en el primer cuarto y terminaron con un déficit de cinco puntos. Sin embargo, el siguiente grupo de Serbia resultó ser el victorioso, ya que Pesic encontró el éxito en el segundo parcial. Un equipo serbio mucho más decidido firmó un parcial de 15-0, lo que hizo que un par de miles de fans serbios hicieran más ruido que la mayoría checa en las gradas. La mayor ventaja fue de 23 puntos en el tercer cuarto.

Sin embargo, los anfitriones tuvieron un último aliento para volver a subir el volumen en la grada. Los checos colocaron la diferencia en menos de diez varias veces en el último cuarto, pero de nuevo Vasilije Micic, Nikola Jokic y Vanja Marinkovic acertaron con tiros importantes y asistencias, lo que devolvió la ventaja a la zona de seguridad.

Nikola Jokic es simplemente imparable. El dos veces MVP de la NBA sumó 18 puntos en 25 minutos, con 7/11 en tiros de campo, 11 rebotes, 5 asistencias y 2 robos. Las pérdidas de balón perjudicaron a República Checa, ya que cometió 15 que Serbia convirtió en una ventaja de 18-8 en puntos. Al mismo tiempo, Serbia perdió la posesión solo cinco veces en todo el partido.

Serbia parece un equipo sólido como una roca, aun teniendo en cuenta que Nikola Milutinov aún no se ha unido al equipo tras sus problemas de salud al final de la concentración. Cuando llegue, será otro gran objetivo para Vasilije Micic, que una vez más lideró al equipo en asistencias con 6 y anotando 13 puntos.

Para República Checa, no jugar con Satoransky podría haber sido un riesgo calculado por el entrenador Ronen Ginzburg. Especialmente porque el domingo es día de descanso, lo que le permite al capitán tener un mayor descanso entre los dos primeros partidos y lo coloca en una mejor posición para recuperarse y contribuir en la búsqueda de la clasificación para la segunda fase. Vit Krejci aportó su chispa desde el banquillo con 13 puntos.