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El baloncesto es un deporte de velocidad y de mucha acción. Los partidos de baloncesto tienen un enorme número de puntos, normalmente más que en otros deportes. Por lo tanto, también hay bastantes registros y logros que los estadísticos deben documentar. Pero no sólo importan los puntos, sino que los rebotes, las asistencias, las pérdidas de balón, los robos y los tapones hacen que la ronda estadística sea aún más emocionante. Por supuesto, juegos enteros también han entrado en esta lista de los 10 mejores.
Cuando se trata de estar al día con todo lo relacionado con el deporte del baloncesto, el foco de atención ya no tiene que estar sólo en Estados Unidos, lo que todavía ocurría en los años 80 y 90 con el infame Dream Team. La diferencia se ha hecho extremadamente pequeña y el baloncesto de alta calidad se juega ahora también en Europa. En casasdeapuestas360.es se pueden comparar los mejores proveedores de apuestas deportivas para que todos los eventos de baloncesto puedan concluir también con la mejor apuesta deportiva al final.
El día 6 de enero de 1951 los espectadores del Butler Fieldhouse de Indianápolis pudieron disfrutar de 78 minutos de puro juego. Con un total de seis prórrogas, el partido entre los Indiana Olympians y los Rochester Royals pasó a la historia del baloncesto. Pero eso no fue todo, ya que otro récord también tuvo lugar en este partido. En dos de las seis prórrogas no se produjo ni un solo punto, lo cual es, por supuesto, muy poco habitual en un partido de baloncesto.
Dennis Rodman es sin duda uno de los jugadores más conocidos de la historia de la NBA. No sólo su estilo de juego, sino también su estilo de vida bastante extrovertido, sigue siendo un tema mucho tiempo después de su carrera. Rodman no era un jugador de baloncesto excesivamente talentoso, pero al mismo tiempo era probablemente el mejor reboteador de todos los tiempos. Tenía que encontrar algo que hacer, porque sencillamente no podía seguir el ritmo de los mejores jugadores a la hora de lanzar y anotar. Su ética de trabajo era meticulosa y Rodman consiguió el 29,7% de todos los rebotes en la cancha en su segunda temporada con los Spurs, un récord absolutamente increíble ya que ningún otro jugador había superado la marca del 27%.
Se dice una y otra vez en el baloncesto que los tiros libres son sólo una cuestión de técnica y diligencia. Si trabajas duro en tus tiros libres, también serás capaz de lanzar bien los tiros libres. Pero siempre hay disparos fallidos. Excepto José Calderón en la temporada 2008-09 de la NBA. De 154 tiros libres, Calderón encestó 151 y consiguió el increíble 98,05% de anotación en la temporada. Ninguno de los grandes lanzadores de tiros libres pudo superar esa temporada.
Carmelo Anthony fue una de las superestrellas de la NBA en su mejor momento. Era un gran anotador que podía destrozar las defensas una y otra vez y tenía numerosas armas a su disposición. Pero el 2 de abril de 2013, Anthony jugó un partido inusual contra los Miami Heat. Acabó con 50 puntos, pero sin producir ni un solo tiro desde la zona cercana a la canasta. Con 18 de 26 lanzamientos, incluyendo 7 de 10 triples, y unos cuantos tiros libres, Anthony llegó a la asombrosa cifra de puntos, lo que deja claro una vez más el brillante cazador de canastas que fue.
Con 1.611 partidos en su carrera, Robert Parish ostenta el récord de mayor número de partidos jugados en la North American Elite League. Además, Parish era físicamente enorme como jugador central, lo que hace aún más sorprendente que llegará a ese número de partidos, ya que las carreras de los jugadores más altos suelen ser más propensas a las lesiones y, por tanto, más cortas. Parish celebró sus mayores éxitos con los Boston Celtics, con los que ganó el campeonato de la NBA.
Con 41 faltas técnicas en una temporada, Rasheed Wallace estableció un récord para la eternidad. Esta marca sólo es teóricamente alcanzable hoy en día, ya que la NBA ha introducido un cambio de regla que conlleva una suspensión de un partido después de la 16ª falta técnica y luego otra por cada falta técnica subsiguiente. Por lo tanto, los jugadores tendrían que intentar perjudicar activamente a su propio equipo para acercarse a este récord.
Hay muchos bases destacados en la historia de la NBA que sirvieron a sus compañeros de equipo con un gran número de pases perfectos. Pero ninguno ha tenido tanto éxito distribuyendo el balón como John Stockton, que ostenta el único récord con 15.806 asistencias en su carrera. El récord de Stockton también se debe a su resistencia, ya que sólo perdió un total de 54 partidos en 16 años en la NBA. El actual mejor repartidor de asistencias de la liga es Chris Paul, que tras 13 años en la NBA puede presumir de tener casi la mitad de los números de Stockton.
A.C. Green era conocido como un buen reboteador en la era de los Showtime de Los Ángeles Lakers. Era quizás el jugador menos llamativo, pero era un trabajador que el equipo necesitaba, ya que les daba consistencia en las fases en las que las cosas no iban bien. Green jugó 1.192 partidos sin una intercepción, lo que supone más de 14 temporadas en la NBA. Siempre estaba ahí, lo que también es una cualidad.
Comienza el tercer cuarto del partido de los Golden State Warriors contra los Sacramento Kings y Klay Thompson, de los Warriors, está pasando por un momento estelar, corriendo en caliente como ningún otro jugador lo ha hecho antes. Anotando 37 puntos, Thompson anota todos los puntos de los Warriors en el cuarto, haciendo 13 de 13 lanzamientos con 9 de 9 triples. Un partido absolutamente perfecto que dice no recordar con claridad.
Wilt "The Stilt" Chamberlain es quizás la mayor leyenda de la NBA de una época en la que no todos los partidos podían verse en directo por televisión. El 2 de marzo de 1962, Chamberlain jugó como un hombre poseído, marcando 100 puntos y 25 rebotes. Mientras que la marca de rebotes volvería a caer, el récord de anotación se mantiene hasta hoy y es poco probable que se vuelva a batir, ya que el juego ha cambiado enormemente desde principios de la década de 1960.
Por supuesto, hay muchos otros grandes logros que rompen récords en el baloncesto, no sólo en la NBA. Este deporte puede entusiasmar a los aficionados y seguirá haciéndolo con nuevos récords en las próximas décadas.
