El elogio debilita

Los 48 puntos de Luka Doncic en su debut olímpico ante Argentina suponen una marca enorme y, además, el récord de puntos en un partido de la selección eslovena. Pero el anterior tenía su miga...

Hasta ese debut olímpico el récord de puntos en un partido de Eslovenia estaba en 37. Databa de noviembre de 1994 y lo poseía el gran Slavko Kotnik en un partido de clasificación para el EuroBasket 1995 ante Lituania. El encuentro era clasificatorio para la cita de Atenas, un torneo que a su vez servía como método de clasificación para los Juegos Olímpicos de Atlanta. Lituania, que había sido bronce en Barcelona, había quedado fuera del EuroBasket 1993 tras una inesperada derrota ante Bielorrusia, y con ella fuera del Mundial de Canadá, ya que se accedía desde el propio Europeo.

Hasta aqui nada raro. Un partido interesante, con cierta trascendencia, y una actuación legendaria de alguien como Kotnik, que siempre había tenido facilidad anotadora. Natural de Maribor, Kotnik había llegado a principios de los 80 al Olimpija de Ljubjana, donde firmaría una carrera notable. Parte del ascenso, del subcampeonato copero o del equipo semifinalista de 1990, siendo casi siempre la principal referencia ofensiva en la pintura. Más grande que alto, ancho de hombros y de presencia en el rebote, tras cierta presencia tosca el esloveno escondía una facilidad anotadora y un tacto notable. Salvando las distancias, un Zoran Savic más fino. Por poner un ejemplo, en la 1989/90, con el Olimpija semifinalista, Kotnik es el sexto máximo anotador liguero en Yugoslavia con más de 21 puntos por partido y unos porcentajes de tiro espectaculares.

Aunque nunca disputó uno de los torneos "grandes", el de Maribor llegó a ser internacional yugoslavo. Sin ir más lejos, en 1984 se cuelga la plata en los Juegos de los Balcanes con Dusan Ivkovic como seleccionador, y de hecho es el cuarto máximo anotador del equipo tras Drazen Petrovic, Perasovic y Dabic en un equipo en el que también estaban Radunovic, Stojan Vrankovic o Slobo Jankovic. Un año después disputa seis partidos de clasificación para el EuroBasket.

Tras la independencia de Eslovenia, Kotnik sale del Olimpija y emprende la aventura europea. Primero en Venezia y luego en la ACB con Estudiantes y Manresa. Al Estudiantes le conocía bien, porque no en vano había sido parte del Olimpija que había sufrido la histórica remontada en la Korac el día del primer advenimiento de San Ignacio (Azofra de la Cuesta). Y es aqui donde empieza la intrahistoria del récord. Una intrahistoria que me contaba el propio protagonista -un tipo espectacular- en el EuroBasket 2013...

Admirador confeso de Sabonis -"el mejor jugador al que me he enfrentado, el mejor pívot que he visto..."-, Kotnik tiene varios duelos intensos con él en ACB, pero en el último sufre un codazo del lituano que le rompe un diente sin que señalen falta. Y esta es su reacción: dado que iban a enfrentarse en el Preeuropeo, Kotnik cuenta que decide ponerse una foto de Sabonis en la habitación "y hacer una americanada de flipado". Se empieza a mentalizar y a repetir un mantra: "me voy a comer a Sabonis...me lo voy a merendar".

Con esa motivación llega el día del partido, pero hay un cambio de planes: en el calentamiento Sabas tiene una torcedura y no puede jugar. Queda la pintura para Einikis y un joven Ilgauskas, antes de sus problemas con la selección. Esto es lo que cuenta Kotnik: "joder, yo ya estaba lanzado y mentalizado con que por una vez iba a poder con Sabas y me ponen a aquellos dos delante...". Con esa inercia anotó 37 puntos, y eso que tuvo problemas de faltas...

Lituania iría al EuroBasket (también Eslovenia) y luego lograría medalla en Atlanta. En realidad hasta este año Lituania iría a todos los Juegos Olímpicos y Eslovenia a ninguno... hasta el torneo de Kaunas, claro. A otro nivel allí, Doncic sí se merendó a Sabonis (metafóricamente), actual Presidente de la Federación, cambiando la historia. Una que sigue reescribiendo para Eslovenia, aunque sea a costa de uno de los más grandes.