La Opinión
Análisis del Unicaja 2022-23: la ilusión de un nuevo proyecto
Juan Carlos Sánchez  | 28.09.2022 - 21:32h.
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Una situación de partida insostenible.


Para cualquier aficionado de Unicaja, la realidad es que son ya varios los años en los que las alegrías han llegado a cuentagotas y contrastan con una crisis de juego y resultados que ha llevado al club, temporada tras temporada, a descender varios escalones y desaparecer de los primeros puestos de la clasificación. Esta situación vivió sus peores momentos al final de la pasada temporada, en la que se encadenaron una serie de malos resultados -humillantes en no pocas ocasiones- que provocaron momentos insostenibles y un distanciamiento con la afición que exigía la toma en firme de decisiones para reconducir la situación, y así ha afrontado el club este verano de 2022.



La continuidad de Ibon Navarro.


La primera decisión relevante que se toma es la del entrenador, optándose por la continuidad de Ibon Navarro, un entrenador que llegó en febrero para sustituir a Fotis Katsikaris y que dejó una buena impresión a lo largo de esos meses, pese a que la situación y los resultados, obviamente, no acompañaron.


Esta fue, sin duda, la primera gran decisión que debió tomar el club y seguramente la más complicada: por un lado, porque aunque el entrenador llegara ya en la segunda mitad de la temporada, la racha de resultados fue especialmente negativa y el castigo, severo, y por otro, porque a nivel organizativo, la configuración de la plantilla queda muy condicionada por la propuesta de juego que pretenda implantar el técnico.


Una profunda reconstrucción de la plantilla para recuperar la ilusión del aficionado.


Acto seguido, quedaba un largo verano para reconstruir la plantilla, lo que en esta ocasión era posible en la medida en que apenas cuatro jugadores tenían contrato en vigor (de los cuales, Nzosa ha salido cedido). Gracias a eso, se contaba con margen para renovar la plantilla al completo, lo que no es tarea fácil, anunciándose ya a principios de verano la incorporación de hasta 9 jugadores nuevos. Y es que, en efecto, la construcción de una nueva plantilla, renovada casi por completo, ha primado sobre la continuidad de jugadores de años anteriores.


Una vez realizadas todas esas incorporaciones, destaca la presencia de hasta 7 jugadores norteamericanos, si bien todos ellos con una amplia experiencia en distintas ligas y competiciones en el baloncesto europeo (4 de ellos en la propia ACB). Y es que una de las premisas que parece haber imperado a la hora de configurar la plantilla es la de contar con jugadores expertos en el baloncesto europeo, que puedan ofrecer un rendimiento inmediato sin necesidad de largos períodos de adaptación.



A ello contribuye la propia edad de las incorporaciones pues muchas de ellas se mueven en la barrera de los treinta años y, por tanto, en la plenitud de sus carreras deportivas. Por otro lado, y aunque se esté ante 9 jugadores nuevos, 3 de ellos ya vistieron la camiseta de Unicaja (uno de ellos, canterano), por lo que esa integración se antoja relativamente sencilla para ellos.


En líneas generales, por parte de la dirección deportiva se ha reseñado que se ha valorado el perfil personal de los jugadores y su interés por venir, y se ha puesto especial énfasis en una buena integración de la plantilla. Además, es evidente que se trata de un proyecto en el que prima el corto plazo, con idea de revertir cuanto antes la delicada situación que se padecía, tanto por el perfil de jugadores contratados como por la propia duración de los contratos, pues todos ellos han firmado únicamente por una temporada (en algunos casos, con opción “+1” al finalizar la misma).


Recurso a una plantilla de doce jugadores.


Al margen de la polivalencia que intencionadamente se ha buscado de cara a poder cubrir con la propia plantilla lesiones, molestias, etc. llama la atención que se haya optado por una rotación plena de 12 jugadores. Y ello por la dificultad que una plantilla tan amplia pueda tener a la hora de asignar roles y minutos, máxime si tenemos en cuenta que no hablamos de un equipo que dispute Euroliga, donde se acumulan muchísimos partidos de un elevado nivel de exigencia, sino la Liga ACB y la BCL.


Y es que, si bien esa amplitud y polivalencia puede, efectivamente, ser una ventaja muy importante de cara a suplir problemas físicos o lesiones, se pueden tener problemas a la hora de encajar a todos los jugadores, que encuentren su rol y su sitio y engrasar la máquina.



Base: galones para Kendrick Perry


En el puesto de base continúa Alberto Díaz, con contrato hasta 2024 y, seguramente, el único jugador de la plantilla de la pasada temporada cuya continuidad en ningún momento se haya puesto en duda, ni por parte del club ni de los aficionados. Asumirá la capitanía del equipo y se espera que aporte su innegociable intensidad en el juego, su experiencia, su fiabilidad y unas cualidades defensivas que pocos jugadores pueden presumir de tener.



A Alberto le acompañará la primera de las incorporaciones confirmadas por Unicaja, Kendrick Perry, un base norteamericano con una amplia experiencia en Europa, rápido y con una notable capacidad atlética que, a partir de esas características, viene a suplir unas de las mayores carencias del equipo en la temporada anterior. No se trata de un base director sino de uno de esos bases "combo" capaces de jugar tanto de 1 como 2. No obstante, a la vista de la configuración de la plantilla de Unicaja, sin la presencia de ningún jugador que asuma ese papel de base director, es de esperar que Kendrick Perry juegue de 1 casi a tiempo completo.


Junto a ellos, el último en llegar pero uno de los jugadores que mayor expectación ha generado este verano entre los aficionados, cuya exhibición la pasada temporada en su visita como rival al Carpena motivó incluso que abandonara la cancha entre aplausos. Hablamos de Tyson Carter, que llega procedente del Zenit de San Petersburgo. Se trata de un jugador joven que destaca por su gran capacidad para anotar utilizando una amplia variedad de recursos; de un jugador de gran talento y progresión en el baloncesto europeo pero que, hasta su llegada al Zenit ya en el curso de esta última temporada, ha venido jugando en el puesto de 2.



Y es aquí donde llegó la "sorpresa". Cuando, para ese último fichaje, desde no pocos foros se esperaba a ese director de juego (máxime en una plantilla ya bien nutrida de jugadores para el puesto de 2), la noticia del fichaje de Carter causó cierta sorpresa. Para muchos, por su talento, una grata sorpresa, pero no pocas dudas a la hora de definir los roles en el equipo, pues, como hemos dicho, Carter ha sido ante todo un escolta salvo su última etapa (corta) en el Zenit.


Aunque aún es pronto para saberlo, mi impresión personal es que, dada su juventud, la evolución del jugador podría pasar por progresar en el puesto de Uno. Ahora bien, seguramente a la fecha ello no suponga ninguna garantía y, al menos a priori, todo parece indicar que la idea, al menos sobre el papel, es que Carter parta desde el puesto de Dos y ayude al Uno sólo en momentos puntuales (incluso con Djedovic por delante en ese rol). Obviamente, si una vez que arranque la temporada tanto a Perry (como al propio Carter cuando participe ahí) le costara hacer jugar al equipo, ello puede suponer un importante problema delicado para Unicaja, pues no olvidemos que estamos ante un equipo totalmente nuevo, que carece, pues, de los llamados automatismos que permiten a los equipos ya conjuntados afrontar de memoria buena parte de las situaciones del juego.



Escoltas: minutos caros para jugadores de talento.


En el puesto de escolta, y al margen de lo indicado respecto de Tyson Carter, continúa en el equipo Darío Brizuela, al que le resta esta temporada de contrato. Su situación no ha sido fácil toda vez que, su incuestionable calidad a la hora de anotar se ha visto en ocasiones cuestionada por otros aspectos como la toma de decisiones o la capacidad defensiva. Un progreso en estas facetas permitirá al equipo poder disfrutar en plenitud de su talento ofensivo; empresa que este año se antoja si cabe más difícil ante la mayor competencia que suponen las nuevas incorporaciones en una posición muy bien cubierta.



Le acompaña en ese puesto Tyler Kalinoski, norteamericano con una amplia experiencia en Europa y en la propia Liga ACB la pasada temporada de la mano del Breogán. Aunque lo que más destaque de él sea su faceta como tirador, se trata de un jugador muy efectivo en sus acciones, con unas buenas prestaciones en la defensa y en el rebote y que en algunos momentos puntuales puede ayudar en el puesto de alero en quintetos más pequeños.


En general, hablamos de hasta cinco jugadores para dos puestos (tres de ellos parten en el puesto de 2), lo que exigirá al cuerpo técnico una labor especial a la hora de definir los roles y por parte de los jugadores de ofrecer rendimientos inmediatos.


Aleros: una posición por definir.


Para la posición de alero llegó una de las primeras incorporaciones realizadas: Nihad Djedovic. Formado en las categorías inferiores del FC Barcelona, lleva más de una década jugando para distintos equipos europeos, si bien casi la totalidad de los mismos (nueve) han sido en el Bayern de Múnich, algo casi imposible de encontrar en el baloncesto y que demuestra no sólo el nivel del jugador sino igualmente su capacidad para hacer equipo y su implicación en un proyecto. A priori, vendrá para el puesto de 3, aunque puede jugar también de 2, tratándose de un jugador experto y muy completo, cuyo papel parece destinado a dotar al equipo de lo que vaya necesitando en cada momento, y por ello capaz de generar juego, puntos (sobre todo desde la penetración), defensa, etc. Una pieza de esas que terminan siendo básicas para que todo funcione.



Junto a Djedovic aparece el nombre de Jonathan Barreiro, el tercero de los jugadores que continúan respecto de la pasada temporada. Tras una temporada seguramente para olvidar, tanto en lo individual como en lo colectivo, llega una nueva oportunidad, con un matiz importante del que, para nada, es ajeno. Y es que, tratándose de un jugador que se ha movido en las últimas temporadas indistintamente entre los puestos de alero y de ala-pívot, y al que incluso se le adivinaba una marcada progresión hacia esta última posición, la configuración de la plantilla parece dejar clara la predilección por parte del entrenador y de la dirección deportiva por la posición de alero. Con ello, Unicaja gana presencia física en ese puesto de 3y, sobre el papel, una mayor capacidad para cerrar la pintura y reforzar el rebote, si bien, obviamente, el jugador tendrá que trabajar más el poste bajo en la faceta ofensiva, y deberá lidiar en defensa con jugadores más rápidos. Será labor del entrenador y del propio jugador conseguir optimizar las virtudes y minimizar los defectos de esta apuesta.



En líneas generales, la posición de alero es la que menos recursos específicos se han destinado dentro de la configuración de la nueva plantilla, si bien será la posición que más cambiará según las situaciones de partido, pudiendo optar en función de las circunstancias por un "pequeño" como Kalinoski o por un grande como Barreiro o Ejim (al que ahora nos referiremos).


Juego interior: fuerte inversión para recuperar la consistencia perdida.


En contraste con lo anterior, el juego interior se ha visto ampliamente reforzado y en él se ha concentrado buena parte de la inversión realizada. Aunque lo podamos ver ahora desglosado en los puestos de 4 y de 5, la polivalencia buscada en el perfil de los jugadores nos obliga a valorar el juego en la pintura en su conjunto.


En el puesto de 4 han llegado dos viejos conocidos, lo que unido igualmente a la llegada del canterano Augusto Lima, se convierte en un elemento importante a la hora de agilizar la adaptación de un equipo construido prácticamente de cero.



Uno de ellos es Melvin Ejim, el cual jugó en Málaga la temporada 2019/2020, en la que las lesiones no le permitieron ofrecer su mejor nivel. Aquel verano, Ejim llegó como un alero muy físico, capaz de rebotear y de defender a jugadores más altos, precisamente por lo cual podía jugar igualmente como ala-pívot, lo que a lo largo de la temporada ya generó el debate acerca de si su rendimiento mejoraba incluso en esta última posición. A Málaga regresa ahora un jugador que parece haber olvidado aquella mala racha de lesiones y que se ha afianzado en esa posición de ala-pívot; por lo que habrá que valorar su capacidad para ayudar en el puesto de Tres. En cualquiera de las circunstancias, estamos ante un jugador cuya potencia e intensidad en ambos lados de la pista elevará el nivel físico y atlético del equipo.



Otro que regresa a Málaga es Will Thomas. Ya con 36 años, será el jugador más veterano de la plantilla. Sin embargo, se trata de un jugador que viene de ser importante en Euroliga en un equipo que hizo una buena campaña como es el Mónaco. Jugador fuerte, intenso y muy completo en ambos lados de la pista, capaz de anotar en la pintura o desde la línea de tres puntos e inclusive en determinados momentos de jugar de 5. Su llegada es, sin duda, una buena noticia y debe ser un referente para la buena integración del resto de compañeros del equipo; varios de ellos compatriotas suyos.



Para esta posición de ala-pívot (aunque seguramente la alternará con la de pívot) llega otra de esas sorpresas del mercado y de los jugadores que más ilusión genera entre la afición. Y es que el nombre de Dylan Osetkowski ha aparecido con cierta asiduidad en los foros de aficionados de Unicaja, que igualmente han padecido su capacidad anotadora al tenerlo como rival. Se trata ante todo de un anotador, que domina tanto la pintura como el lanzamiento exterior, que llega para suplir una de las carencias más importantes del equipo en pasadas temporadas. En efecto, si algo ha podido echarse en falta en las últimas temporadas es la de un anotador solvente en el juego interior, lo que generaba un desequilibrio interior-exterior que ayudaba y mucho a las defensas rivales.


La duda que se plantea es si Dylan va a partir como 4 o como 5. Y es que, aunque sus mejores números los ha conseguido jugando de Cinco, la progresión del jugador –que llega más fino- parece igualmente ir encaminada a ampliar sus minutos como 4. Si a eso le unimos el hecho de que Ibon Navarro es un entrenador que suele optar por jugadores grandes en esa posición de 4, la realidad es que, cuanto menos, alternará ambas posiciones.



Para el puesto de 5, llega otro viejo conocido y canterano de Los Guindos como es Augusto Lima. El brasileño regresa como un Cinco con una amplia experiencia tanto en ACB como en Euroliga, dispuesto a aportar su capacidad atlética, rebote, defensa e intensidad bajo los aros.


Le acompañará en ese puesto David Kravish. Con una amplia experiencia en Europa que incluye la propia Liga ACB de la mano del Básquet Manresa, llega un jugador cuya mejor carta de presentación es la de dominar con solvencia los distintos aspectos del juego en ambos lados de la pista (y que cuenta con un porcentaje de acierto desde el tiro libre con el que pocos pívots cuentan), lo que sin duda dotará de cierta solidez a la pintura de Unicaja.


En general, el juego interior del equipo ofrece una amplia variedad de recursos de buen nivel a disposición del entrenador y figura notablemente reforzado respecto de temporadas anteriores. No obstante lo anterior, en esta configuración sí que destaca la ausencia de un 5 alto (ninguno alcanza la barrera de los 2.10 de altura) y/o pesado, lo que en determinados momentos pudiera suponer un problema ante determinados rivales.



Cuestiones finales


No es tarea fácil reconstruir la plantilla casi por completo en un solo verano, máxime con los antecedentes e incluso las dudas acerca de la competición europea por disputar. En este sentido, el trabajo del verano ha permitido acceder a una serie de jugadores que han devuelto la ilusión al aficionado. Una plantilla profunda y polivalente que suple algunas carencias que se venían manifestando tales como la capacidad atlética, la defensa, el rebote o el equilibrio entre el juego exterior y el interior.


En cuanto a las incertidumbres que puedan generarse, obviamente la primera de ellas pasa por medir el tiempo y la capacidad que pueda tener para acoplarse una plantilla nueva casi en su totalidad. Al margen de eso, algunos aspectos como, sobre todo, los indicados relativos a la dirección del equipo, o lo indicado respecto de recurso específico (altura/peso) en la pintura, serán algunos aspectos que tener presentes. Jugadores, en su mayoría, en su plenitud deportiva para un proyecto que persigue obtener buenos resultados a corto plazo que permitan devolver a Unicaja a posiciones más elevadas y que devuelva la comunión entre el equipo y el aficionado; habiéndose construido sobre el papel unos buenos cimientos durante este verano.



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Artículo publicado por Juan Carlos Sánchez

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