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Las Historias de Sunara: la previa de Lituania-Serbia y USA-Italia (1/4 de final)
Iván Fernández  | 04.09.2023 - 23:59h.
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Había arrancado tibio el Mundial, pero la segunda fase ha acabado siendo otra historia. Seis selecciones europeas clasificadas para cuartos de final, igualando el récord histórico; sólo dos supervivientes de los cuartos de la última edición y, quizás el dato más significativo, ninguno de los cuatro semifinalistas de 2019 vivo ya, tras la eliminación de España y Australia.

Para España esa eliminación es la primera antes de unos cuartos de final desde Sydney 2000, y si hablamos de un Mundial habría que remontarse al de Canadá en 1994. Supone, pues, que debe volver a disputar un Preolímpico por primera vez en 36 años. Desde 1996 no se pierde unos Juegos...


...unos Juegos a la que vuelve Canadá por primera vez desde el año 2000, esos mismos en los que España cayó por última vez en una fase de grupos. Allí, de la mano de un Nash bestial y con un muy buen Barret, padre de RJ, presente en este Mundial y clave en la actual selección, Canadá dibujó un baloncesto maravilloso con partidos como aquel ante Yugoslavia para la historia.



Ayer también nos dejó la primera derrota de USA en el torneo. Los de Kerr me siguen pareciendo bastante favoritos, pero no sobra recordar que desde 1992 solo han sido oro en una ocasión habiendo perdido un encuentro. Eso sí, el precedente es el último: la derrota ante Francia en los Juegos Olímpicos de Tokyo.


El causante de la derrota fue Lituania. Una Lituania de la que me tocó escribir en la previa tanto en Gigantes como en la Guía BasketMe y con la que, por una vez, he acertado. Una Lituania con muchas bajas pero que, salvo quizá la de Grigonis, le han venido bien en otros aspectos. Sin Lekavicius, Jokubaitis es más líder y puede meter más ritmo; sin Butkevicius o Ulanovas, Kuzminskas tiene más rol y hay cuatros más abiertos y definidos. Y luego está lo de Sabonis (no cuento mucho la de Giedraitis porque en la selección siempre le ha costado). Es perder a tu mejor jugador de largo... pero es evitar la gestión, nefasta los últimos años, de su convivencia con Valanciunas. Y de paso eso ha traído de vuelta a Motiejunas, clave oxigenando en las rotaciones.


Precisamente en aquel verano de 2000 Arvydas Sabonis faltó a la cita olímpica y se unió a alguna otra baja como la de Karnisovas entre sus gregarios. Aquello lo aprovechó Kazlauskas para apostar por un estilo mucho más dinámico y plantar cara a USA hasta en dos ocasiones. La historia no se repite, pero a veces rima…



Tanto que en los cuartos de final de aquel torneo Lituania se enfrentó a Yugoslavia. Una Yugoslavia ya solo conformada por Serbia y Montenegro y donde únicamente había un jugador montenegrino. Lituania se llevó aquella eliminatoria y encarriló su posterior medalla de bronce. Era, en cierta forma, una revancha de muchas cosas. Y es que Yugoslavia se había impuesto a los bálticos en aquella maravillosa y polémica final del EuroBasket 1995, en las semifinales de los Juegos Olímpicos de 1996 y en cuartos de final de 1997.


Aquella derrota de Yugoslavia en Sydney supuso la dimisión de Obradovic como seleccionador y la llegada de Pesic al cargo. Un Pesic que ahora es el entrenador de una Serbia a la que la catarata de bajas (todavía más exagerada que la lituana) no le ha impedido, pese a sus deslices, conformar un equipo enormemente sólido, jerarquizado, con Bogdanovic como líder, Milutinov de referencia interior y con Nikola Jovic explotando.


Precisamente Lituania y Serbia abrirán mañana los cuartos de final en el que se prevé como el duelo más igualado de esta ronda. Lo hace Serbia con el shock de conocer que Simanic, tras su golpe ante Sudán del Sur, no solo será baja para el resto del torneo sino que ha tenido la desgracia de perder el riñón afectado. Más allá de lo emocional se espera un duelo de mucho ritmo, bastante versatilidad y donde queda ver cómo gestiona Lituania la euforia post-victoria ante USA y si es capaz de mantener sus porcentajes triplistas, hasta ahora algo artificiales. Un duelo con muchos precedentes al margen de los que ya citaba antes…



En 2003, tras aquella eliminatoria de Sydney, Lituania volvía a ser verdugo de la ya llamada Serbia & Montenegro en cuartos de final. Lo haría también de manera más reciente en las semifinales del EuroBasket 2015, ante la que para mí era la mejor Serbia de la etapa Djordjevic. También se imponía Lituania en el duelo clave de la segunda fase del EuroBasket 2011... y en el que es el precedente mundialista más cercano.


Escribía en la Guía BasketMe sobre cómo el Mundial 2010 cambió la percepción lituana sobre el torneo. Ausentes en 1994 o 2002, Lituania acudía a esa cita en Turquía gracias a una wild card y con muchas bajas, pero una identidad distinta. Me parecía éste un equipo para mirarse en el espejo de aquel... y aquel acabó sumando la medalla de bronce ante Serbia. Soy pesimista con el futuro de Lituania pase lo que pase aquí, pero, ojalá sirva como toque de atención. Con todo, y ya puestos a mojarme, daría ligero favoritismo a Serbia.


Si el Lituania-Serbia pinta a ser la eliminatoria más igualada, el segundo plato de mañana apunta a lo contrario. Una enorme Italia se va a encontrar con que el premio a ser primera es medirse a Estados Unidos... con Paolo Banchero jugando para los de Kerr en una de esas piruetas de la historia.



Dos veces campeona de Europa (1983 y 1999) y otras tantas plata olímpica (1980 y 2004), Italia no sabe, en cambio, lo que es subir a un podio mundialista, una deuda histórica que tampoco parece fácil de saldar en Filipinas... lugar, junto a Yugoslavia en 1970, donde el cuadro transalpino logró su mejor clasificación mundialista hasta la fecha con sendos cuartos puestos. Una historia de desencuentros con un torneo del que Italia no ha sido partícipe en ediciones recientes como 1994, 2002, 2010 o 2014. De hecho, esos dos cuartos puestos los logró en formato liguilla, y sólo en una ocasión ha jugado Italia una eliminatoria de cuartos de final en un Mundial. Fue en 1998, con Tanjevic como seleccionador y con Pozzeco, quien hoy ocupa brillantemente el cargo, en la pista. El verdugo de Italia, curiosamente, fue la propia USA, sin jugadores NBA por el lock out de ese año e imponiéndose por tan solo tres puntos. Dos años después, en Sydney 2000 Italia, que había arrancado precisamente ganando a Lituania, caía estrepitosamente ante USA tras una buena primera parte.


Con todo, si de Mundial hablamos, el último precedente, y el único con una USA NBA, fue el de 2006 con Italia llegando al descanso nueve arriba gracias a una exhibición anotadora de Belinelli, cercenada tras el descanso por Wade y Carmelo Anthony. Era entonces seleccionador Carlo Recalcati, hoy asistente de su antiguo jugador. Un Pozzeco que, pase lo que pase ya, ha conseguido devolver a Italia su identidad: la de un equipo atípico, inconformista y donde los roles no se regalan. Con protagonistas inesperados en ocasiones e irregularidades varias. Quizás poco -ay ese juego interior tan justo- para castigar a USA, pero suficiente para irse con la cabeza alta. Será, de ser así, el último saludo en el escenario de Gigi Datome, por más que luego resten los partidos del 5º al 8º.


Lo veo chungo, tan complicado que es hasta... POSIBLE. Me parece que voy a repescar la camiseta que sacó la demencia para la final de 2004. Habrá quien diga que entonces no fue posible, y quizás no le falte razón, porque el Barcelona terminó llevándose la liga... pero fueron posible otras cosas. Fue posible ganar -y vapulear- dos partidos seguidos a aquel equipo del propio Pesic, tan preciso como plomizo, desbordándolo. Se cayó en el quinto, pero quedó la imagen icónica y maravillosa de Nacho Azofra saliendo expulsado por faltas mientras jugaba con la bola sobre su dedo índice. Quedó el debut de Sergio Rodríguez y quedó la sensación de que, posible o no, lo importante es el disfrute…


Y puestos a soñar, a sognare, queda recordar que entre USA e Italia hay otro precedente. En un amistoso, cierto es, pero un precedente precioso como pocos. Fue en Colonia y allí estaba Pozzeco como protagonista. Hoy aquello parece inalcanzable, pero nos sentaremos a verlo porque si algo nos ha enseñado esta Italia es que siempre guarda otra sorpresa más. Valga el vídeo de aquel día para ilusionarse siquiera un poco…






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Noticia publicada por Iván Fernández

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