#2 Kansas State 101 – 96 Xavier #6

KSU: Pullen 28 puntos; Clemente 25 puntos; Kelly 21 puntos y 8 rebotes
XAV: Crawford 32 puntos; Holloway 26 puntos y 6 asistencias; Love 11 puntos y 15 rebotes


We love this game. Muchas de las razones por las que un pequeño circulo de aficionados siguen cada año de forma fiel la NCAA y su torneo final. Un partido que pasará a la historia. Lo que los estadounidenses llaman un “instant classic”. Un partido jugado a cara descubierta, sin demasiados valores tácticos pero una exhibición portentosa de carácter en un final dramático hasta la extenuación. Kansas State alcanzaba Final Eight al derrotar a Xavier tras dos prórrogas.

Un partido que hay que ver, no contar. Nada de lo que pudiésemos decir aquí haría justicia a lo visto anoche. Es imposible explicar con palabras la emoción que embargó aquellas horas. Acciones individuales, arrebatos de personalidad y ambición. El inicio del choque fue una irónica muestra de lo que iba a ocurrir durante el resto de la noche. Kansas State parecía mejor y tomaba la iniciativa pero Xavier no se daba por vencida y resistía de forma espectacular y heroica. Los Wildcats se habían ido quince arriba muy pronto pero los Musketeers igualaron la contienda poco a poco. A partir de ahí, el intercambio de golpes.

Todos tenían su momento importante. Quien vea sólo el boxscore puede pensar que el partido fue cosa de 3 contra 3. Nada más lejos de la realidad. Es obvio que Clemente, Pullen y Kelly por un lado y Crawford, Holloway y Love por el otro, fueron las cabezas visibles, pero la aparición de los secundarios fue terriblemente decisiva. Más aun en un partido que vivía en la cuerda floja, en el que la tensión era tremenda y se vivía al límite de las fuerzas físicas y mentales. Cada detalle contaba. Contaron los triples de Redford, los problemas de faltas, los triples de Jackson, los rebotes de Samuels…Evidentemente los seis antes nombrados lideraron a sus equipos. Clemente acaparaba la bola, Pullen aparecía por todas partes y Kelly y sus jumpers resultaban fundamentales. Crawford y Holloway levantaban al publico de sus asientos con triples estratosféricos y Love batallaba dentro.

El final del tiempo reglamentario nos trajo el primer gran momento de verdad. Aquí sí que se vio ese tres contra tres que marcan las estadísticas. Clemente primero, Kelly después y Pullen para rematar con un triple, por parte de KSU. Crawford y Love se alternaban en Xavier hasta que llegó la jugada decisiva y más polémica del partido. Los Musketeers, tres abajo, intentaban a la desesperada, con sólo diez segundos por jugar, empatar el partido. Holloway subía la bola y Clemente le agarraba claramente para hacer falta y evitar el triple. Pero los árbitros no pitaban y Merriewether cometía un fallo imperdonable agarrando el brazo de un Holloway que, viendo la situación, se levantaba iniciando la acción de lanzamiento. Los colegiados si pitaron esa. Holloway hizo gala de sangre fría y anotó los tres tiros libres. Pullen falló sobre la bocina. Primera prórroga.

Kelly encontraba a otro secundario, Samuels, y ambos daban de nuevo la iniciativa a KSU. Holloway y Crawford se quedaban esta vez solos en Xavier pero cumplían entre estratosféricos triples. Nuevo momento para Merriewether, nuevo fallo. El escolta se iba a la línea de tiros libres para poner cuatro arriba a su equipo con tan sólo 19 segundos para jugar, pero fallaba uno. Dejaba con vida a Xavier, que ya había demostrado que no se iba a rendir jamás. Triplazo de Crawford que nos recordaba de nuevo que estábamos viendo historia viva de la March Madness. Otra vez Kansas State tuvo el tiro ganador, pero Clemente no acertó. Segunda prórroga.

Las emociones a flor de piel, el cansancio era aplastante pero sostenido. Cinco minutos más de locura. Ahora tocaba Crawford contra Kelly y Pullen. Las piernas ya no respondían igual, y los brazos sufrían con cada tiro. Crawford era el único acertado en Xavier, pero los fallos de Colon y un par de pérdidas fruto de la situación y la extenuación frenaban a los Wildcats. Y otro intercambio de golpes. Crawford de dos, Pullen de tres. Love anotaba uno de los dos tiros libres, Pullen for three again. Cada golpe de KSU pesaba más y, ahora sí, Xavier se resentía. Ese último triple de Pullen, a falta de 35 segundos, ponía a tres a los Wildcats. Una diferencia que se le hizo un mundo a Xavier. En parte porque Kansas State si supo hacer las faltas cuando y como debían. Pullen no falló desde la línea de tiros libres y Dante Jackson tuvo en sus manos el empate con un tiro de tres claro que no consiguió anotar. Clemente, finalmente sentenciaba. Crawford y Redford estrellaban su desesperación frente al aro. Kansas State había ganado.

El rostro de ambos entrenadores era una bonita escenificación de lo vivido. Frank Martin, cuando se supo ganador, soltó toda la tensión de forma calmada (por fuera) arrodillado en la pista. Chris Mack se arrojaba agua y se secaba la cara. Los jugadores de Xavier abandonaban la cancha como si estuviesen intentando contener las emociones hasta encontrar el cobijo y la intimidad de los vestuarios. Merriewether se agachaba presa del temblor de piernas. Pullen y Clemente celebraban en el último arranque de garra que le permitían sus fuerzas. El aficionado no pudo más que levantase y aplaudir. NCAA Basketball en todo su esplendor.