SOUTHEAST

#4 Wisconsin 70 vs #5 Kansas State 65

Es increible que después de anotar 38 puntos con grandes porcentajes, de batir el récord histórico en anotación de tu universidad durante el partido y de liderar el marcador en la fase decisiva, acabes entre lágrimas ante un rival que no firmaba su mejor partido.
Es la historia del Jacob Pullen (38 puntos) vs Jordan Taylor (12 puntos 6 asistencias y ninguna pérdida en los 40 minutos en cancha) de ayer, que acabó siendo la historia del Wisconsin vs Kansas State. Los Badgers son un equipo durísimo, y aunque los Wildcats de Kansas State no habían tenido su mejor temporada, llena de irregularidades, supieron plantar cara a un alto nivel, y el partido se jugó a escasas canastas de distancia.

Durante la primera mitad solo Jacob Pullen y Curtis Kelly anotaban para Kansas State (solo 4 puntos de otros jugadores, todos en los 2 últimos minutos de primera parte y desde la personal), y esto lo aprovechaba Wisconsin para marcharse un poco en el marcador tras dos tiros libres de Jordan Taylor (36-27), aunque la diferencia sería de 6 al descanso.

En la segunda mitad Pullen recortó enseguida la diferencia a un solo punto, y el partido se movía a 2 o 3 puntos de diferencia, con una Kansas State encontrando otros anotadores. Por su parte Jordan Taylor estaba realizando un pésimo partido cara a canasta, pero el juego coral de Wisconsin, su cuidado con la pelota y su defensa encontraba soluciones para mantenerse en el partido.

Un pequeño estirón a 6 puntos de Kansas State, fue respondido con 5 puntos de Jon Leuer (19 al final del choque), el más acertado de los Badgers, para estrechar el cerco. Tras ponerse Wisconsin por delante, era Pullen quien empataba el partido a 61 con menos de 3 minutos en el marcador. Pero a falta de minuto y medio Mike Brusewitz anotaba un triple vital para los Badgers. El partido se jugaría en los tiros libres.

Línea de personal que sería traidora con Pullen, con solo 10 segundos por delante, que ya había cometido una pérdida clave a 20 segundos del final cuando podía poner por delante a su equipo. Pullen fallaría uno de sus tres tiros libres, y Kansas State tuvo que hacer falta a Leuer. 3 puntos arriba para Wisconsin y balón de Kansas State con 8 segundos. El intento triple de Pullen fue taponado por un Jordan Taylor clave en los últimos minutos y Wisconsin se hizo con la victoria.

Partido que pudo caer en cualquier dirección, pues ambos dieron un gran nivel en un partido tenso, pero que se acabó llevando el equipo quizá más trabajado. Ahora en Sweet Sixteen espera un bonito duelo entre Wisconsin y Butler, o lo que es lo mismo, entre Bo Ryan y Brad Stevens.


#3 BYU 89 vs #11 Gonzaga 67

Cuando te enfrentas a BYU, ya sabes a quien tienes que temer: Jimmer Fredette, pero que sirva de lección este partido para saber que los Cougars cuentan con otras opciones que te pueden hacer daño si las infravaloras.

No es que Gonzaga infravalorase al resto de jugadores de BYU, pero intentó desde el principio anular a Fredette con una buena defensa, y lo consiguió. Lo que no logró fue parar al resto, pues a los 8 minutos de duelo Fredette aún no había anotado, pero el marcador reflejaba empate a 15 con 8 puntos de Jackson Emery (16 puntos), el segundo mejor jugador del equipo. Por su parte, Gonzaga recurría a Elias Harris (10 puntos en ese momento, 18 al final) para hacer daño a los Cougars.

Con el peligro de que el resto reventasen el partido, los Zags dejaron de centrarse exclusivamente en Fredette (34 puntos 6 asistencias) y esto le dejó unos centímetros al pequeño anotador para desenfundar a toda velocidad. Los 8 siguientes puntos llevaron su marca, y después tomarían el relevo los tiros de Emery, Hartsock…
BYU estaba encontrando el ritmo tanto en ataque como en defensa, donde cerraban muy bien el interior, y Gonzaga necesitaba mucha paciencia para hacer llegar balones a Harris o Robert Sacre y que estos impusieran sus centímetros.

Al descanso el marcador reflejaba un 45-38 para los Cougars con 14 puntos para Fredette.

La segunda mitad comenzó con Gonzaga cometiendo pérdidas, y eso es algo que BYU te hace pagar (56-40 y tiempo muerto de los Zags). Tras el tiempo muerto, balones a Sacre (17 puntos 7 rebotes) por dentro para cerrar la defensa y hacer daño tanto en la pintura como sacando el balón para tiros abiertos. Con los mejores minutos de Gonzaga llegaron a recortar hasta 8 puntos la desventaja (63-55 tras triple de Gray), pero el tiempo muerto de BYU les volvió a condenar.

De nuevo pérdidas y la incapacidad de anotar durante 4 minutos consecutivos, entregaron el partido a BYU, que a falta de 8 minutos ganaba de 20 puntos tras triple de Noah Hartsock (13 puntos). A partir de entonces, una Gonzaga entregada ni siquiera pudo recortar diferencias.

A pesar de la baja de Davies, BYU sigue adelante y reeditarán la primera ronda del año pasado en el duelo de Sweet Sixteen ante Florida. Una ronda que no alcanzaban desde 1981 cuando Danny Ainge y Steve Trumbo integraban la plantilla.


#1 Pittsburgh 70 vs #8 Butler 71

Este es un partido para mantener en las videotecas como una de las joyas de la corona, y no solo por el upset protagonizado por Butler, que también, sino por la forma de conseguirla en los últimos segundos del choque.

Con la pérdida de Gordon Hayward, Butler perdió talento ofensivo, pero la idea de juego que tienen es tan clara y está tan trabajada a lo largo de los años, que son un rival peligroso para cualquier rival. Hecho que se acentúa si tienes a un entrenador con un futuro tan brillante y tanta sangre fría como coach Stevens.

Pero no solo de trabajo vive Butler, sino también del talento e inteligencia de Shelvin Mack (30 puntos) y Matt Howard (16 puntos), una pareja brillante, que está dejando huella en la universidad. El partido comenzó con Howard anotando un par de triples, pero con el marcador apretado, pues Pittsburgh también es un equipo solidario en el esfuerzo y con calidad en el ataque.

Los triples de Butler comenzaron a caer con cuentagotas: Vanzant, Hahn, Mack… y Pittsburgh era incapaz de imponer su físico ante la trabada defensa de Butler (28-18). Esta primera ventaja la rebajó Pittsburgh gracias a Ashton Gibbs (11 puntos anoche, pero 9 en la primera parte) y Gilbert Brown, pero era la noche de Mack, que con un triple estableció el 38-30 del descanso.

En la segunda parte Butler seguía con la misma idea, defensa fuerte y ataques elaborados, pero también contaba con la magia de Mack que anota dos triples de gran dificultad. Pero los Panthers no se iban a rendir y Gilbert Brown seguía castigando a Butler, el 66-65 con 3 minutos y medio por jugarse, dejaba todo abierto.

El marcador no se movió prácticamente en ese tiempo y un tiro libre fallado por Andrew Smith, dejaba a Pittsburgh aún por delante (69-68), pero a partir de ahí empezaría la épica.

Ambos equipos fallaban sus tiros y con 8 segundos para el final, Butler tenía una bola que podía darle la victoria. La jugada por Coach Stevens salió a la perfección porque atrajo la atención sobre Vanzant en penetración, y este le dejó el balón debajo de canasta a Andrew Smith que anotaba y ponía a Butler un punto por delante con poco más de 2 segundos. Lo habían vuelto a hacer.

Pero no estaba todo dicho, Pittsburgh sacaba rápido y cuando Gilbert Brown recibía en un lateral del medio campo, era objeto de falta (con 0,8 segundos restantes) de un Mack que simplemente trataba de estorbar el lanzamiento poniéndose por delante. Error gravísimo y que Gilbert Brown (24 puntos) tenía la posibilidad de aprovechar para ser el auténtico héroe de su equipo anotando los dos tiros libres.

Anotó el primero (70-70), pero falló el segundo y Matt Howard, el más listo de la clase tomó el rebote y cuando trataba de tirar a la desesperada, recibía una incomprensible falta de Nasir Robinson que daba a Howard la oportunidad de materializar el upset.
Howard anotó el primero y lanzó a fallar el segundo para decidir el partido y la eliminación de una Pittsburgh que no se podía creer ese final. Butler, que ya llegó a la final el año pasado, sigue soñando con otra actuación mágica, y para ello tendrán enfrente a una rocosa Wisconsin, en un duelo que seguro deparará lecciones por parte de ambos entrenadores.


WEST

#3 Connecticut 69 vs #6 Cincinnati 58

Connecticut se convierte en el primer equipo de la Big East que alcanza Sweet Sixteen con un Walker espectacular en la anotación una vez más (33 puntos 5 asistencias) . Y eso que Cinncy tenía físico y actitud para plantar cara a Walker y UConn, pero no el suficiente talento para imponerse en ataque.

El partido comenzó con UConn sin lograr anotar, y eso lo aprovechaba Cinncy para tomar sus primeras ventajas gracias al acierto de Rashad Bishop desde la línea de 3 (15-7), pero esas situaciones son las que le gustan a Kemba Walker que anotaba los siguientes 8 puntos de su equipo, controlando así a los Bearcats.

El partido era disputado en ambos lados de la cancha, en una lucha física que llevaba el partido a la línea de personal para sumar puntos con asiduidad, pero en todo caso a un marcador igualado. Un par de triples de UConn en las postrimerías de primera parte (36-28) marcaban la diferencia.
Diferencia que enseguida recortó Cincinnati, pues los Huskies no eran capaces de anotar con fluidez y Walker aparecía ocasionalmente. Pero con 10 minutos por disputarse y empate a 45, llegó el momento del neoyorquino, que anotó 16 puntos en ese período, siendo clave con los tiros libres finales para mantener a raya a Cincinnati que había entrado en el último minuto 7 puntos por debajo, ventaja que un triple de Walker había otorgado hacia minutos.

Un partido en el que Cinncy ha echado de menos más apoyo para Bishop (22 puntos), pues el resto del equipo ha marcado un 14/42 en tiros de campo, que contrasta con el apoyo de Walker de manos de Coombs-McDaniel y Jeremy Lamb.
Ahora UConn se enfrenta a San Diego State en Sweet Sixteen, en un partido que puede consagrar definitivamente a Kemba Walker si lleva a este equipo hasta Elite Eight.