El partido en la cumbre de la Big Ten no decepcionó a nadie y fue intenso y emocionante de principio hasta, literalmente, el bocinazo final.

Tras unos minutos de tanteo e igualdad en el marcador los Spartans empezaron un enorme despliegue de energía e intensidad que desarboló a unos aturdidos Buckeyes. La defensa local se volvió asfixiante y provocaba numerosos malos tiros y pérdidas de balón de Ohio State. Cada pérdida se convertía en una canasta fácil ya fuese en contraataque o en transiciones rápidas de unos Spartans en estado de gracia que no se cortaban a la hora de tirarse triples en ataques de pocos segundos que acababan dentro como si fuese imposible fallar.

Un tremendo parcial de 17-2 dejaba el marcador en 24-9 y a pesar de un par de tiempos muertos los de Matta eran incapaces de capear el temporal de juego sobresaliente de los locales. Sullinger era la viva imagen de la impotencia, incapaz de mover el balón cuando hasta 3 defensores se colapsaban sobre él y provocaban pésimos tiros o pérdidas de balón (1 de 8 en la primera parte). Brandon Wood y Keith Appling dominaban a Craft y Buford y parecía que no iba a haber partido.

Con la diferencia en +15 para Michigan State (a la postre sería la máxima) y faltando 7 minutos para el descanso los Buckeyes se agarraron al partido como pudieron ,tirando de oficio a pesar de que la iniciativa aun estaba de parte local. Poco a poco fueron arañando puntos y, sin demasiada brillantez, se pusieron a 5 (32-27) a falta de 2 minutos para el descanso. Un enorme premio para una primera parte muy desequilibrada. Con cierta justicia divina un triple y un 2+1 de Appling dejaron la diferencia en 9 al descanso.

Los primeros minutos de la segunda parte se antojaban vitales y desde el comienzo de la reanudación se vio que los de Columbus se habían recuperado y estaban de vuelta en el partido. El único senior de Ohio State en el Senior day, William Buford, se echó el equipo a la espalda y en una serie de tiro sensacional puso a los Buckeyes a 1 con 12 minutos por jugarse (51-50). Craft imponía el ritmo adecuado, Sullinger estaba más centrado, la defensa roja se ajustó más , a la vez que los Spartans notaban el enorme esfuerzo de la primera parte y perdían puntería. Era otro partido.

Izzo decidió jugársela con los de dentro y Green (19+12) y Nix (11 puntos en 21 minutos) se volvieron la pesadilla de OSU, anotando y forzando faltas constantemente ante la falta de efectividad exterior. La cuarta falta de un Sullinger superado por los kilos contrarios dio lugar a la entrada del otro hombre decisivo de la noche: Evan Ravenel. Ravenel no solo supo contener a los acertados pívots rivales sino que anotó 7 puntos decisivos en apenas 8 minutos en cancha.

El partido se volvió emocionante e intenso, lleno de alternativas y con cada ataque llevado al límite. Dos tiros libres de Green pusieron a Michigan State dos arriba entrando en el último minuto (70-68). Una suspensión de Craft empataba el partido a 70 con 50 segundos por jugarse. Otra buena defensa de Ravenel forzó un fallo de Green, balón para los Buckeyes con 24 segundos por jugarse. Tras un último ataque un poco embarullado Buford metió una canasta de 6 metros para recordar con un defensor encima y sin tiempo para que los desolados Spartans reaccionasen.



Silencio sepulcral en el animoso publico de East Lansing y el titulo que pasaba a ser compartido. La derrota no fue la única mala noticia de la noche: Dawson estará fuera el resto de la temporada. OSU enderezó su mediocre último tercio de temporada regular y deja las cosas llenas de emoción para el Torneo Big Ten y la March Madness