¿España ha decepcionado? Parece que es una sensación generalizada después del partido ante Polonia, que el juego de la selección que prepara Sergio Scariolo no ha cumplido las expectativas. Si me permiten, yo voy a diferir.

En un torneo de este tipo, con tantos partidos en tan poco tiempo, no se trata sólo de llegar lo mejor clasificado posible a los cruces; se trata de llegar lo mejor posible, gastando lo mínimo que te puedas permitir. España ayer no pasó de segunda en ningún momento, durante ciertas fases jugó andando e incluso cuando Polonia más apretaba el combinado nacional se apoyo en el más básico 'toma Pau, toma Juan Carlos' y vamos para casa con la victoria en la buchaca.

No sé ustedes, pero eso era lo que yo esperaba, ni más ni menos, ganar sin mucho esfuerzo y a pensar en el siguiente. Sobre diez, el juego de España apenas fue un dos o tres... y ni falta que hizo más. No sé si recuerdan otras épocas menos brillantes en las que eramos campeones de primeras fases y acumulábamos decepciones en los cruces. Y luego nos quejábamos de las pillerías de griegos o serbios. Por suerte eso ha cambiado. Se economiza el esfuerzo y mientras a parte del entorno le suben las pulsaciones, el equipo sabe perfectamente cuál es el camino a seguir.





Un par de defensas fuertes, un par de balones a Pau y es más que suficiente. ¿o acaso necesitamos ganar de cuarenta para reforzar nuestra confianza? Este grupo no; sabe muy bien lo que se hace. Cierto que hoy no ha habido la concentración óptima, el porcentaje desde más allá de 6,75 habla bien a las claras de esta lacra; también los despistes en las ayudas y eso que cada vez que España decidía ponerse un rato a defender se fugaba en el marcador. Luego volvía la relajación. Pero cuando lleguen los partidos decisivos todos tendrán la cabeza preparada.

Más allá de lo obvio que habla de la superioridad insultante de Pau y Navarro, además de la clase de Marc; me ha gustado mucho Sada, que sigue demostrando una y otra vez se siente comodísimo en la sala de maquinas y que aporta al equipo sin necesidad de anotar. Calderón también destacó en la manija y Ricky, que jugó los momentos calientes, estuvo lejos de su nivel.

Me sorprendió el mal partido de Llull, aunque no preocupa en absoluto. Y con descanso para Rudy, hubo minutos para Claver, que sinceramente me parece el más desubicado de la selección sobre el parqué. Ni de tres ni de cuatro, no acaba de encontrar su sitio ni se parece al jugador que nos maravilla vestido de naranja.

Pero esto no ha hecho más que empezar. La selección ha hecho el mínimo exigible y va tan sobrada que le vale para sumar la primera victoria. Sin brillo. Sin excelencia en el juego. Pero si consumir apenas combustible. ¿Se han fijado en la diferencia final en la valoración? Con resultado de 83-78, el dato ha sido de 60-37 a favor de los nuestros. Esto habla de una diferencia abismal que no se ha reflejado en marcador y también éste no ha sido precisamente un gran partido de baloncesto. Pero, ¿alguien tiene dudas después de este debut? Yo, ni una sola. España calienta motores, nada más, ya llegará el día para apretar el acelerador.