Un poco de todo esto ha provocado que nuestro comienzo del partido frente a Australia haya sido un tanto dubitativo. El rival se aplicaba con intensidad y fuerza en defensa (destacando a sus interiores, expertos, como Matt Nielsen o David Andersen) y su rápida salida en transición con jugadores con Patty Mills o jugadores muy físicos a la par que coordinados como Brad Newley o Joe Ingles ha provocado que España no haya encontrado su juego y haya ido a remolque durante todo el primer cuarto.

El paso de los minutos y la aparición de un jugador como Fernando San Emeterio, que en mi opinión está más integrado que en otras ocasiones haciendo un buen papel y cumpliendo con creces con lo que se le pide, ha permitido a España encontrar el ritmo de juego que este partido requería. Poderosa en defensa y cargando bien el rebote en ambas canastas (hoy destacamos a Felipe Reyes en esta faceta), hemos obligado a Australia a atacar en estático logrando que su anotación se redujese considerablemente, al tiempo que nuestro ataque, basado en transiciones rápidas y en mover el balón dentro-fuera y con mucha paciencia para encontrar buenas opciones, nos ha permitido anotar con regularidad.

Un momento decisivo para el devenir del partido ha llegado en el tercer cuarto. España lograba adquirir cierta ventaja y era el momento clave para romper definitivamente el partido o bien para seguir luchando contra una selección muy competitiva, que sabemos que siempre está ahí y a la que no es fácil descolgar en el marcador. En esos momentos el talento de Rudy Fernández y Pau Gasol ha terminado por hacer claudicar a nuestro rival, adquiriéndose la ventaja decisiva para no tener que sufrir más durante el partido.

Esta situación nos ha permitido disfrutar de un lujo con el que pocas veces se cuenta a lo largo del campeonato, y es la posibilidad de dar minutos de descanso a nuestros titulares (que lo agradecen porque el campeonato es largo y su desgaste elevado), al tiempo que permite mantener activos y con ritmo de competición a los jugadores que integran la segunda línea de rotación.

A todo esto, añadir la buena noticia que supone ver cómo Marc Gasol poco a poco va adquiriendo ritmo de competición y que sus molestias parecen no mermarle demasiado en su confianza para poder desarrollar su juego. También es interesante ver el buen rendimiento del hoy accidentado Rudy Fernández tras varios meses sin competir. Ellos (sobre todo Rudy) juegan un papel todavía más importante si no conseguimos contar el óptimo concurso de Navarro.

La competición avanza y ya nos espera la anfitriona, Gran Bretaña, una selección a la que a priori y sobre el papel deberíamos superar, como paso previo a jugarnos con Rusia y Brasil encabezar el grupo. Pero ojo, cuidado con no subir escalón a escalón, que el próximo rival cuenta con jugadores importantes y con el empuje de jugar en casa. Ya habrá tiempo de mirar un poco más al" />


Un poco de todo esto ha provocado que nuestro comienzo del partido frente a Australia haya sido un tanto dubitativo. El rival se aplicaba con intensidad y fuerza en defensa (destacando a sus interiores, expertos, como Matt Nielsen o David Andersen) y su rápida salida en transición con jugadores con Patty Mills o jugadores muy físicos a la par que coordinados como Brad Newley o Joe Ingles ha provocado que España no haya encontrado su juego y haya ido a remolque durante todo el primer cuarto.

El paso de los minutos y la aparición de un jugador como Fernando San Emeterio, que en mi opinión está más integrado que en otras ocasiones haciendo un buen papel y cumpliendo con creces con lo que se le pide, ha permitido a España encontrar el ritmo de juego que este partido requería. Poderosa en defensa y cargando bien el rebote en ambas canastas (hoy destacamos a Felipe Reyes en esta faceta), hemos obligado a Australia a atacar en estático logrando que su anotación se redujese considerablemente, al tiempo que nuestro ataque, basado en transiciones rápidas y en mover el balón dentro-fuera y con mucha paciencia para encontrar buenas opciones, nos ha permitido anotar con regularidad.

Un momento decisivo para el devenir del partido ha llegado en el tercer cuarto. España lograba adquirir cierta ventaja y era el momento clave para romper definitivamente el partido o bien para seguir luchando contra una selección muy competitiva, que sabemos que siempre está ahí y a la que no es fácil descolgar en el marcador. En esos momentos el talento de Rudy Fernández y Pau Gasol ha terminado por hacer claudicar a nuestro rival, adquiriéndose la ventaja decisiva para no tener que sufrir más durante el partido.

Esta situación nos ha permitido disfrutar de un lujo con el que pocas veces se cuenta a lo largo del campeonato, y es la posibilidad de dar minutos de descanso a nuestros titulares (que lo agradecen porque el campeonato es largo y su desgaste elevado), al tiempo que permite mantener activos y con ritmo de competición a los jugadores que integran la segunda línea de rotación.

A todo esto, añadir la buena noticia que supone ver cómo Marc Gasol poco a poco va adquiriendo ritmo de competición y que sus molestias parecen no mermarle demasiado en su confianza para poder desarrollar su juego. También es interesante ver el buen rendimiento del hoy accidentado Rudy Fernández tras varios meses sin competir. Ellos (sobre todo Rudy) juegan un papel todavía más importante si no conseguimos contar el óptimo concurso de Navarro.

La competición avanza y ya nos espera la anfitriona, Gran Bretaña, una selección a la que a priori y sobre el papel deberíamos superar, como paso previo a jugarnos con Rusia y Brasil encabezar el grupo. Pero ojo, cuidado con no subir escalón a escalón, que el próximo rival cuenta con jugadores importantes y con el empuje de jugar en casa. Ya habrá tiempo de mirar un poco más al" data-page-subject="true" />
 
 
Inicio » Noticias de BALONCESTO INTERNACIONAL
La ruta a las medallas (día 2), por Juan Carlos Sánchez
Juan Carlos Sánchez  | 31.07.2012 - 21:10h.
Imprimir esta noticia |  0 comentarios |  [ Comentar la noticia ]
No empezaba bien esta segunda jornada para nuestra selección. Y es que la alegría de volver a ver destellos del Navarro de siempre ha durado muy poco.

Tras el partido contra China volvieron a saltar las alarmas. El jugador sigue con molestias, parece que en el tobillo del mismo pie en el que padece la fascitis plantar (es habitual que ocurra cuando no se apoya bien para protegerse del dolor). Otra vez toca protegerlo y que se quede sin participar. Mucho me temo que esta será la tónica habitual a lo largo del campeonato.

Quizá lo normal es que esta situación no le impida participar en los partidos decisivos pero ¿en qué condiciones? Quien tantas veces ha sido su compañero, Jorge Garbajosa, comentaba que Navarro es de los jugadores que mejor es capaz de jugar con molestias, pero no nos olvidemos que hablamos de una pieza clave de esta selección de la que no vamos a disponer en las mejores condiciones.

Otra circunstancia que tampoco quiero dejar pasar por alto es el tema de la ausencia en la pista de nuestro preparador físico, Nacho Coque, que lleva desde 2001 trabajando con nuestros jugadores y siendo parte importante de nuestros éxitos. Y es que, aunque a priori para el gran público pudiera resultar una cuestión baladí, en el deporte de alto nivel es una figura muy importante. No podemos permitirnos su ausencia en las ruedas de calentamiento y en el trabajo de puesta a punto los minutos antes de entrar a competir. Y ello por cuanto pueda repercutir en nuestro rendimiento al inicio de los partidos como para prevenir posibles lesiones. Si encima ves que ese problema de acreditaciones sólo nos afecta a nosotros de manera que el resto de selecciones sí que pueden disfrutar de la presencia de sus respectivos preparadores, se parte de una posición objetiva de desventaja que es preciso solucionar de inmediato por quien corresponda.

Dicho lo anterior, el partido de hoy era un partido de los llamados “trampa”, debido a que veníamos con la tranquilidad de haber obtenido la primera victoria y nos enfrentábamos ante un rival muy serio pero que tampoco parte a priori como nuestro principal rival a la hora de ser líderes de grupo. Ese honor en teoría recae sobre Brasil y sobre Rusia, una selección que empieza a infundir notable respeto.





Un poco de todo esto ha provocado que nuestro comienzo del partido frente a Australia haya sido un tanto dubitativo. El rival se aplicaba con intensidad y fuerza en defensa (destacando a sus interiores, expertos, como Matt Nielsen o David Andersen) y su rápida salida en transición con jugadores con Patty Mills o jugadores muy físicos a la par que coordinados como Brad Newley o Joe Ingles ha provocado que España no haya encontrado su juego y haya ido a remolque durante todo el primer cuarto.

El paso de los minutos y la aparición de un jugador como Fernando San Emeterio, que en mi opinión está más integrado que en otras ocasiones haciendo un buen papel y cumpliendo con creces con lo que se le pide, ha permitido a España encontrar el ritmo de juego que este partido requería. Poderosa en defensa y cargando bien el rebote en ambas canastas (hoy destacamos a Felipe Reyes en esta faceta), hemos obligado a Australia a atacar en estático logrando que su anotación se redujese considerablemente, al tiempo que nuestro ataque, basado en transiciones rápidas y en mover el balón dentro-fuera y con mucha paciencia para encontrar buenas opciones, nos ha permitido anotar con regularidad.

Un momento decisivo para el devenir del partido ha llegado en el tercer cuarto. España lograba adquirir cierta ventaja y era el momento clave para romper definitivamente el partido o bien para seguir luchando contra una selección muy competitiva, que sabemos que siempre está ahí y a la que no es fácil descolgar en el marcador. En esos momentos el talento de Rudy Fernández y Pau Gasol ha terminado por hacer claudicar a nuestro rival, adquiriéndose la ventaja decisiva para no tener que sufrir más durante el partido.

Esta situación nos ha permitido disfrutar de un lujo con el que pocas veces se cuenta a lo largo del campeonato, y es la posibilidad de dar minutos de descanso a nuestros titulares (que lo agradecen porque el campeonato es largo y su desgaste elevado), al tiempo que permite mantener activos y con ritmo de competición a los jugadores que integran la segunda línea de rotación.

A todo esto, añadir la buena noticia que supone ver cómo Marc Gasol poco a poco va adquiriendo ritmo de competición y que sus molestias parecen no mermarle demasiado en su confianza para poder desarrollar su juego. También es interesante ver el buen rendimiento del hoy accidentado Rudy Fernández tras varios meses sin competir. Ellos (sobre todo Rudy) juegan un papel todavía más importante si no conseguimos contar el óptimo concurso de Navarro.

La competición avanza y ya nos espera la anfitriona, Gran Bretaña, una selección a la que a priori y sobre el papel deberíamos superar, como paso previo a jugarnos con Rusia y Brasil encabezar el grupo. Pero ojo, cuidado con no subir escalón a escalón, que el próximo rival cuenta con jugadores importantes y con el empuje de jugar en casa. Ya habrá tiempo de mirar un poco más allá...




Compartir en Facebook la noticia    Twittear la noticia


Noticia publicada por Juan Carlos Sánchez

0 comentarios
Danos tu opinión
Danos tu opinión
Nick:


Comentario:


Código de seguridad: 3079

Por favor, necesitamos que reescribas el código de seguridad para asegurarnos que no se trata de un robot: