Tal vez pocos esperaban que el partido de hoy entre España y Gran Bretaña tuviese un final tan igualado, aunque lo cierto es que los antecedentes nos mostraban que estábamos ante un rival que no se nos da bien. Daba la sensación de haber visto este partido antes. Sin ir más lejos, hace apenas unos días, en el amistoso que nos enfrentó a ellos durante la preparación.

Era éste un encuentro de los que se podían denominar de transición, aunque usar este tipo de calificativos no sólo pudiera resultar erróneo sino que se debe abandonar por cuanto pueda llevar al conjunto a caer en una peligrosa relajación que no nos podemos permitir. Además, tampoco resulta aconsejable relajar la intensidad y la concentración ante un rival físicamente muy poderoso, con algunos jugadores de notable talento tanto en la pintura como en el exterior, con jugadores expertos y, sobre todo, con dureza mental para competir siempre y pelear por el partido.

Todos confiábamos en solventar pronto el trámite y no pasar apuros; adquirir una ventaja decisiva para poder dejar transcurrir los minutos sin riesgo en el marcador. Sin embargo, a la vista está que no ha sido así y hemos alternado momentos de buen baloncesto, intensidad defensiva y salida al ataque en transiciones rápidas con claros bajones en el juego, en los que era el rival el que marcaba el ritmo y nos hacía estar incómodos en la pista y no elegir las mejores opciones. Hoy, a Luol Deng se le ha unido por dentro el enorme talento que atesora Joel Freeland, que ha encontrado la fórmula para hacer daño a nuestros pívots saliendo a lanzar desde fuera. Es increíble el gran talento ofensivo que atesora este jugador, dominando una amplia variedad de recursos.





Quizá la buena noticia hoy sea haber cumplido con el primer tramo de la competición (China-Australia-Gran Bretaña) con las tres victorias correspondientes. Los tres eran partidos “trampa” ante los rivales a priori menos fuertes del grupo.

Ahora llegan los duelos directos, y es que el calendario nos tiene reservado para el final los partidos más importantes de la fase de grupos. Tanto Brasil como, sobre todo, Rusia son selecciones que tienen en el punto de mira la lucha por las medallas y cuentan con un plantel amplio y equilibrado, con jugadores de enorme talento.

Y el objetivo de ser primeros de grupo no es una cuestión menor. Cierto es que ya estamos clasificados para cuartos, pero encabezar nuestro grupo nos permite, en buena lógica, evitar a los Estados Unidos hasta la final. Y eso pasa por derrotar, primero a Rusia y luego a Brasil.

No sabemos si, para esos partidos, será posible la participación de Navarro. Hoy también se le ha reservado. Quizá sea el sábado contra Rusia cuando podamos saber el estado físico real del jugador, pues es un partido decisivo para el devenir del torneo y será necesario contar con todos nuestros efectivos.