Ahora queda por delante la participación en un grupo F muy intenso, que comenzará a disputarse el jueves. El balance inicial para los españoles es de una victoria y una derrota al clasificarse eslovenos y croatas junto a ellos. Éstos serán nuestros rivales antes de unas hipotéticas eliminatorias:

Grecia. Poco que no se sepa ya se puede decir de los helenos, asentados en la élite del baloncesto europeo desde hace años. Son los favoritos sobre el papel que más han hecho valer su condición en los seis primeros envites y presentan un roster al que se le pueden poner más bien escasas pegas. Bourousis en la zona y Spanoulis en el perímetro son las principales bazas de un adversario temible, pero contra el que España ha conseguido cinco triunfos de cinco posibles en los últimos siete años. Nos veremos las caras con los griegos pasado mañana.

Finlandia. Se ha ganado a pulso convertirse en la revelación del torneo. Los nórdicos sólo han perdido contra Italia en un grupo D con selecciones como Grecia, Rusia y Turquía de acompañantes. Mérito de incalculable valor para un equipo sin grandes nombres, pero del cual nadie se puede fiar a estas alturas. El reencuentro de España con los finlandeses se puede calificar de tramposo con toda validez y será el que más incógnitas plantee a Orenga y cía. Veremos qué puede hacer el scouting de rigor antes del sábado para desvelar las claves de un conjunto que tiene por líder al base Koponen.

Italia. Se echaba de menos a los transalpinos y su batalla incansable, pero ya están de vuelta para ponernos en más de un aprieto con su baloncesto alegre y desenfadado (promedian 78.2 puntos por partido en el campeonato). No tendrán a Gallinari o a Bargnani, pero sí a los hasta ahora solventes Datome y Belinelli, sin olvidarnos del prometedor Gentile o de Aradori. Un grupo joven pero con mucho más coraje que sus predecesores en los últimos torneos, como podremos comprobar el próximo lunes. Esperemos que no quede todo por decidir para este último encuentro, porque ya se sabe que los italianos son expertos en remar bajo presión.

Alcanzar los cuartos de final de este EuroBasket no parece una empresa sencilla, así que España tendrá que mostrarse digna de tal honor desde el principio. Los horarios no son los mejores ni para jugadores ni para afición (en teoría siempre tocará jugar a las 14:30 horas), pero habrá que amoldarse. Lo importante es mantener las sensaciones de los dos últimos compromisos: ataque fluido y defensa rigurosa.

Ojo también al nivel que presenta el grupo restante de la segunda fase: Francia, Serbia, Lituania, Ucrania, Letonia y Bélgica. Que los señores lectores se agarren bien fuerte a sus respectivos sofás, porque me parece que vienen curvas de las buenas. ¿Quién decía que un Europeo con tantas ausencias destacadas no podía ser diver" />

Ahora queda por delante la participación en un grupo F muy intenso, que comenzará a disputarse el jueves. El balance inicial para los españoles es de una victoria y una derrota al clasificarse eslovenos y croatas junto a ellos. Éstos serán nuestros rivales antes de unas hipotéticas eliminatorias:

Grecia. Poco que no se sepa ya se puede decir de los helenos, asentados en la élite del baloncesto europeo desde hace años. Son los favoritos sobre el papel que más han hecho valer su condición en los seis primeros envites y presentan un roster al que se le pueden poner más bien escasas pegas. Bourousis en la zona y Spanoulis en el perímetro son las principales bazas de un adversario temible, pero contra el que España ha conseguido cinco triunfos de cinco posibles en los últimos siete años. Nos veremos las caras con los griegos pasado mañana.

Finlandia. Se ha ganado a pulso convertirse en la revelación del torneo. Los nórdicos sólo han perdido contra Italia en un grupo D con selecciones como Grecia, Rusia y Turquía de acompañantes. Mérito de incalculable valor para un equipo sin grandes nombres, pero del cual nadie se puede fiar a estas alturas. El reencuentro de España con los finlandeses se puede calificar de tramposo con toda validez y será el que más incógnitas plantee a Orenga y cía. Veremos qué puede hacer el scouting de rigor antes del sábado para desvelar las claves de un conjunto que tiene por líder al base Koponen.

Italia. Se echaba de menos a los transalpinos y su batalla incansable, pero ya están de vuelta para ponernos en más de un aprieto con su baloncesto alegre y desenfadado (promedian 78.2 puntos por partido en el campeonato). No tendrán a Gallinari o a Bargnani, pero sí a los hasta ahora solventes Datome y Belinelli, sin olvidarnos del prometedor Gentile o de Aradori. Un grupo joven pero con mucho más coraje que sus predecesores en los últimos torneos, como podremos comprobar el próximo lunes. Esperemos que no quede todo por decidir para este último encuentro, porque ya se sabe que los italianos son expertos en remar bajo presión.

Alcanzar los cuartos de final de este EuroBasket no parece una empresa sencilla, así que España tendrá que mostrarse digna de tal honor desde el principio. Los horarios no son los mejores ni para jugadores ni para afición (en teoría siempre tocará jugar a las 14:30 horas), pero habrá que amoldarse. Lo importante es mantener las sensaciones de los dos últimos compromisos: ataque fluido y defensa rigurosa.

Ojo también al nivel que presenta el grupo restante de la segunda fase: Francia, Serbia, Lituania, Ucrania, Letonia y Bélgica. Que los señores lectores se agarren bien fuerte a sus respectivos sofás, porque me parece que vienen curvas de las buenas. ¿Quién decía que un Europeo con tantas ausencias destacadas no podía ser diver" data-page-subject="true" />
 
 
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El Contraataque (Jornada 5): Espera una segunda fase de aúpa
Millán Cámara  | 09.09.2013 - 23:53h.
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No hay mejor progresión que la que va de menos a más y España ha demostrado saber moverse muy bien en esa dinámica durante los últimos torneos de selecciones en los que ha participado. Se empezó con un decente partido ante Croacia (faltaba pulir el ataque), al que siguió un enfrentamiento bastante irregular con los anfitriones eslovenos. Las sensaciones continuaron sin satisfacer al personal del todo cuando el adversario fue República Checa: el “sí, pero no” flotaba en el ambiente. Sin embargo, las cosas cambiaron radicalmente tras ese tercer partido de la primera fase y los dos últimos encuentros de los nuestros en Celje han sido, por lo menos, de notable alto.

Georgia nos asustaba más que Polonia, no lo podemos negar. Los checos fueron los únicos que vencieron con cierta solvencia a un equipo aguerrido y que estuvo más cerca de lo que parece de la segunda fase. Tanto es así que aplastaron a los polacos y perdieron por un punto y por cuatro ante Croacia y Eslovenia respectivamente. La tensión competitiva frente a España ya no fue la misma debido a la eliminación, pero los hombres de Igor Kokoskov dieron guerra en la primera parte, anotando sin parar y con alternancias continuas en el marcador; un baloncesto idóneo para el populacho.

La batalla duró lo que tardó España en aunar varias defensas efectivas de forma consecutiva. Un tiro libre de Shermadini a falta de tres minutos para la conclusión del segundo parcial supuso la última ventaja georgiana en el marcador. A partir de entonces, dominio absoluto del combinado español. No hay mucho que contar más allá del “in crescendo” cada vez más patente de Ricky, el buen partido de los Sergios y un tope de tan sólo 22 minutos de juego para los titulares. 59-83 como resultado final y una curiosidad, ya que si cambiamos la última cifra de la anotación de Georgia por la de España y viceversa, obtenemos el resultado cosechado con Polonia. Está visto que los 80 y la felicidad van de la mano.




Ahora queda por delante la participación en un grupo F muy intenso, que comenzará a disputarse el jueves. El balance inicial para los españoles es de una victoria y una derrota al clasificarse eslovenos y croatas junto a ellos. Éstos serán nuestros rivales antes de unas hipotéticas eliminatorias:

Grecia. Poco que no se sepa ya se puede decir de los helenos, asentados en la élite del baloncesto europeo desde hace años. Son los favoritos sobre el papel que más han hecho valer su condición en los seis primeros envites y presentan un roster al que se le pueden poner más bien escasas pegas. Bourousis en la zona y Spanoulis en el perímetro son las principales bazas de un adversario temible, pero contra el que España ha conseguido cinco triunfos de cinco posibles en los últimos siete años. Nos veremos las caras con los griegos pasado mañana.

Finlandia. Se ha ganado a pulso convertirse en la revelación del torneo. Los nórdicos sólo han perdido contra Italia en un grupo D con selecciones como Grecia, Rusia y Turquía de acompañantes. Mérito de incalculable valor para un equipo sin grandes nombres, pero del cual nadie se puede fiar a estas alturas. El reencuentro de España con los finlandeses se puede calificar de tramposo con toda validez y será el que más incógnitas plantee a Orenga y cía. Veremos qué puede hacer el scouting de rigor antes del sábado para desvelar las claves de un conjunto que tiene por líder al base Koponen.

Italia. Se echaba de menos a los transalpinos y su batalla incansable, pero ya están de vuelta para ponernos en más de un aprieto con su baloncesto alegre y desenfadado (promedian 78.2 puntos por partido en el campeonato). No tendrán a Gallinari o a Bargnani, pero sí a los hasta ahora solventes Datome y Belinelli, sin olvidarnos del prometedor Gentile o de Aradori. Un grupo joven pero con mucho más coraje que sus predecesores en los últimos torneos, como podremos comprobar el próximo lunes. Esperemos que no quede todo por decidir para este último encuentro, porque ya se sabe que los italianos son expertos en remar bajo presión.

Alcanzar los cuartos de final de este EuroBasket no parece una empresa sencilla, así que España tendrá que mostrarse digna de tal honor desde el principio. Los horarios no son los mejores ni para jugadores ni para afición (en teoría siempre tocará jugar a las 14:30 horas), pero habrá que amoldarse. Lo importante es mantener las sensaciones de los dos últimos compromisos: ataque fluido y defensa rigurosa.

Ojo también al nivel que presenta el grupo restante de la segunda fase: Francia, Serbia, Lituania, Ucrania, Letonia y Bélgica. Que los señores lectores se agarren bien fuerte a sus respectivos sofás, porque me parece que vienen curvas de las buenas. ¿Quién decía que un Europeo con tantas ausencias destacadas no podía ser divertido?




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