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La Esquina de Sunara (Día 1): De Wish you were here a la grande belleza
Iván Fernández  | 06.09.2015 - 03:24h.
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A diferencia de campeonatos anteriores donde desde esta esquina se trataba de trazar un resumen de la jornada a la luz de la madrugada, este año este espacio va a tomar un cariz bastante más impredecible. Impredecible en su periodicidad, impredecible en su contenido e impredecible en su extensión. Como el Jep Gambardella de La Grande belleza, uno ya no tiene edad para perder el tiempo en las cosas que no le interesan y este será un espacio de apuntes al vuelo, entre partidos o trastiendas. 'Io cercavo la grande bellezza...mà non l'ha mai trovata”. Pero al menos que quede el esfuerzo por imaginarla...

 


Habitualmente la banda sonora de la primera jornada de los últimos europeos no podía ser otra que el Wish you were here de Pink Floyd, en un lamento por las numerosas ausencias y su claro impacto en el torneo. Hoy uno podría acordarse de Goran Dragic, de Teletovic, de Marc Gasol, de Porzingis y de un buen sinfín de jugadores de primer nivel que en algunos casos han dejado huérfanas a algunas selecciones. Pero finalizada la primera jornada, por una vez pesa más el disfrute de lo vivido, de lo visto e intuido que de lo añorado. No cabe menos que dar la razón a la FIBA, y es que el invento de las cuatro sedes en otros tantos países y el de sus invitados nos deja una primera postal de gran ambiente en las gradas y un baloncesto en la pista si no de calidad sí de pasión e intensidad.


 


Se abría el EuroBasket en Riga con Janer Talts anotando los primeros puntos del campeonato para una Estonia que mandaba en la grada, pero que no iba a dar más de sí ante el huracán físico de los checos. Pletórico Vesely, la decisión de colocar a Pumprla y Schilb en las alas acababa por dibujar el perfil de un equipo que promete emociones fuertes y quien sabe si algún susto de primer nivel si logra algo de amenaza exterior continua.


Esa primera franja horaria contemplaba la primera sorpresa del torneo, con Holanda venciendo a Georgia. Dominaron de inicio los naranjas y supieron sufrir cuando Georgia le daba la vuelta a la tortilla. Lo peor de Pullen y un afortunado triple a tabla de un gran Kloof acababan por definir la primera victoria holandesa en un EuroBasket desde 1987. Fue ante Israel, por la mínima, también tras haber dominado claramente, con 20 tantos de Rick Smits y 7 del hoy seleccionador Tom Van Halfteren.


Los otros dos partidos de la primera franja horaria, encontraron a la tozuda realidad imponiéndose al corazón y las utopías. Triste es acabar buscando epítetos sentimentales o alusivos a términos como raza, coraje o el aún más zafio cojones a donde imperan las razones baloncestisticas. Pero no lo es menos que en ocasiones, resulta difícil explicar lo visto en una cancha si no es así. Caía Bosnia ante Polonia incapaz de culminar la remontada y víctima del mal partido de Sutalo o Kikanovic, pero lo hacía empeñada en dejar imágenes de rendición similares a las vividas no hace tanto. La incansable brega de Stipanovic y los detalles de un denuado Renfroe peleando en el rebote o taponando siembran un poso reconfortante. Más dudas deja Polonia pese a sumar. Vuelve a no conectar a Gortat y, pese al buen partido de Ponitka o Wasczynski, desde fuera cada vez cuesta más encontrar explicación a la ausencia de Berisha.


Pero si conmovedor fue lo de Bosnia, ¿Qué decir de Islandia? Mil dudas para una Alemania que puede perder a Benzing por un esguince, que sigue sin engrasar el small ball y donde la conexión Schroeder-Nowitzki sigue sin fluir. Y enfrente, con su propuesta imposible, los de Pedersen aguantaron practicamente los 40 minutos con Stefansson como el líder que siempre ha sido, con Baeringsson castigando desde el triple y con unas ayudas defensivas que de tan caóticas resultaban brillantes. Para quien fuera un socio del Gijón baloncesto como quien esto escribe, ver a Logi Gunnarson marcando a un tipo que juega en los Hawks ya vale por un europeo entero...


 


La segunda franja traía la alegría personal del triunfo de Letonia. Con Bagatskis visiblemente nervioso, con Strelnieks tuerto, las bajas y la presión del local pero con un último cuarto sublime en ambos lados de la pista. Janicenocks puso la guinda, Timma mil cosas más y con un solo ojo al del Bamberg le dio para repartir 8 asistencias ante una Bélgica que volvió a dejar poso de equipo sólido y donde Hervelle coqueteaba con números de triple doble.


En el plato fuerte de la tarde, Serbia se imponía a España en un partido de alternativas, de más intensidad que juego y donde el desacierto exterior lastro a una España incapaz de parar a un Nemanja Bjelica por momentos delicioso. Da pereza ponerse a analizar el partido entre el ruido e histerismo habitual en el lado del aficionado español, y más cuando los precedentes apuntan claramente al “esto no es como empieza...” pero si parece claro que esta España va a necesitar más esfuerzo que en versiones pretéritas y que Serbia tiene las cosas muy claras. Djordjevic, que en Bolonia y Madrid fue jugador de Scariolo, busco una técnica en el momento crítico y quizás ahora rumie si no se habrán vuelto las tortas del año pasado o si no acabará echando en falta a Krstic o incluso Marjanovic. Notable partido de nuevo de Nedovic y mucho por contar en un grupo donde no hay que olvidar que, a priori, ser tercero no está nada mal...


Mientras Israel le ganaba a Rusia con Casspi estelar y con Mekel poniendo la guinda. Por último Grecia cumplía el tramite ante Macedonia en un encuentro donde casi lo más jugoso era lo geopolitico. Compitiendo ya como Macedonia y no como FYROM (Republica Macedonia de la antigua Yugoslavia), la televisión helena borró de su realización el nombre de su rival...luego hay quien se extraña que hace cuatro años a McCalebb casi le canonizaran cuando destrozaba al entonces equipo de Zouros.


 En el último turno, La grande Belleza que debía ser Italia comenzaba con patinazo de los gordos. Siendo optimistas, habría que recordar que en el último oro, la suerte fue la misma de inicio aunque las sensaciones acabaron por ser horribles. Ataman, que fue primero de Pianigiani en Siena, planteó un partido a su estilo y durante 25 minutos domino a su antojo a una Italia blanda y lastrada por unos Gentile y Bellineli que ya han dejado atrás el We Are Family. Margen queda para recuperar, apoyándose en un fantástico Gallinari pero si Datome y Cinciarini van a seguir tan detrás de Hackett y Gentile en minutos... poco habrá que hacer.



Debutaban los últimos dos anfitriones: En Zagreb con una victoria local de secundarios, susto para Bogdanovic y la contratación de lo gran entrenador que es Jure Zdovc. Y en Montpellier con Parker a punto de alcanzar a Gallis como máximo anotador histórico del torneo... y a Francia desperdiciando 16 puntos de renta antes que Salin mandase el partido a la prórroga con un triple lateral. En el tiempo extra se imponía la lógica, pero los lobos volvían a aullar con un Wilson más parecido al visto en Australia que al de Francia.


Y como este repaso comenzaba aludiendo a La grande belleza nada diremos de la victoria por un punto, y sin anotación en los dos últimos minutos, de Lituania. Porque si hoy hay un Wish you were here, bien pudiera ser no sólo por las ausencias, sino por el que un día fue el país de la imaginación, el tiro y el baloncesto de quilates y que hoy sigue preso de esos nuevos tiempos de músculo, garra y absoluta intrascendencia.






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