Muchos serán los que recuerden aquella mítica serie de los 90 llamada “Walker, Ranger de Texas” en la que Chuck Norris y su panda derrotaban a maleantes en arduas peleas que tenían lugar en territorio tejano y que solían acabar con una patada giratoria. Pues bien, ese cuerpo especial cuenta desde esta semana con un nuevo miembro en sus filas. Ese no es otro que OJ Mayo, jugador de los Dallas Mavericks.

Ocurrió la madrugada del pasado sábado 8 al domingo 9, cuando Dallas Mavericks y Houston Rockets medían sus fuerzas en el Toyota Center en el duelo tejano por excelencia (con permiso de los San Antonio Spurs). No obstante, no sólo se trataba de un derbi, en juego estaba también el trono de mejor pistolero del estado.

Consciente de ello, el ‘32’ de los Mavericks comenzó el choque enchufado. Así, aportó 16 puntos en el primer cuarto, aupando a los suyos a conseguir una renta máxima de 19 tantos (20-39), antes de retirarse en busca de aire fresco a falta de 1’ 27’’ para la finalización del periodo.

Mayo regresó a escena entrado el segundo acto, y lo hizo como si nada hubiera cambiado. Así, en las primeras dos bolas que tocó consiguió un triple y una asistencia. No obstante, y sin previo aviso, la moneda empezó a señalar cruz. Varios fallos suyos y el despertar de James Harden, hicieron que Dallas se fuera por detrás en el luminoso al descanso (66-63).

Situación que pareció afectar a OJ ya que tardó más de siete minutos en acertar con la diana y anotar su primera canasta tras la reanudación. Hecho que provocó que su entrenador, Rick Carlisle, lo mandará al banco para sacarlo de ese estado de ofuscación.

Ya con las ideas más claras, el ‘32’ visitante volvió a pista con el encuentro en plena ebullición. Con los suyos nueve puntos abajo y algo más de ocho minutos por disputar, Mayo decidió coger las riendas del encuentro. Así, con 16 tantos en el asalto definitivo y 12 en los últimos tres minutos, OJ otorgó la victoria a los suyos (109-116).

Los números finales hablan por sí solos: 40 puntos (cifra más alta de su carrera), 57% en tiros de campo, seis triples, ocho rebotes, tres asistencias, dos robos, +20 con el pista, o lo que es lo mismo, una actuación legendaria.

Así lo confirmaron las palabras de su compañero Chris Kaman: “OJ ha jugado un encuentro increíble”, o de su entrenador Rick Carlisle al término del encuentro: “como en los 20 partidos anteriores, ha demostrado que puede echarse el equipo a la espalda”.

Por sus números, por las palabras que le dedican los miembros de su equipo, por saber tirar del carro maverick en ausencia de Dirk Nowitzki y porque ha realizado la actuación más destacada de la semana, OJ Mayo es ya un auténtico Ranger de Texas.