No ha sido el que mejor ha jugado, si no Stephen Curry sería de quien se hablase en las siguientes líneas. Ni siquiera su equipo ha ganado un partido desde su vuelta. Pero el regreso a las canchas de Kobe Bryant trasciende mucho más allá de lo meramente deportivo, y es por eso por lo que protagoniza la sección esta semana. Es volver a ver sobre el parqué a una leyenda viva del baloncesto. La "Mamba Negra" ya está aquí.

Ocho meses hemos estado huérfanos de la magia de Kobe. Una vez superada la terrible lesión que sufrió en el tendón de Aquiles en abril frente a los Warriors, Bryant no dudó en reaparecer lo más pronto posible para ayudar a los Lakers en la ardua tarea de clasificarse esta temporada para los playoffs. La esperada vuelta se produjo el domingo pasado, en el Staples, en su casa, como no podía ser de otra manera; y contra Toronto, el equipo ante el que tuvo su mejor actuación como profesional, el famoso partido de los 81 puntos.

Había muchas incógnitas acerca del nivel al que regresaría y poco a poco, según iba avanzado el encuentro, las fue desvelando. Como era previsible, se le notó algo nervioso, como queriendo demostrar que se encontraba totalmente recuperado. Muy errático estuvo en el lanzamiento (2-9 en tiros de campo), intentó, por ello, adoptar un rol más de creación de juego. Pero aunque repartió 4 asistencias, también se le vio muy fallón en esta faceta, ya que acabó con 8 pérdidas de balón. En el plano en el que realmente destacó fue en el reboteador, hasta 8 recogió. Más allá de los números, las sensaciones eran de que aún le quedaba mucho por recorrer para acercarse al Kobe que todos conocíamos.

Sin embargo, en su siguiente encuentro, contra Phoenix, ya comenzó a despejar las dudas que pudieron suscitar su primer partido. Sin ser nada espectacular, firmó una actuación que podría haber tenido perfectamente el Kobe anterior a su lesión. Se fue hasta la veintena de puntos y con un buen porcentaje de acierto. Pero, repitiendo lo comentado anteriormente, dejando a un lado el box score, las sensaciones fueron bastante mejores que las que dejó contra Toronto. Desde el comienzo se le vio con más confianza; ejemplo de ello es que su primera canasta fue un mate tras dejar atrás a su defensor, el primero también de esta campaña. Bryant se dedicó a hacer lo que mejor sabe, anotar, y dejó constancia de que no se le ha olvidado.

Aún es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero por lo que le hemos visto hasta ahora y sabiendo que este hombre está hecho de otra pasta, no cabe duda de que a Kobe Bryant aún le queda baloncesto para maravillar al mundo como solo él sabe hacer. Congratulémonos todos los amantes de este deporte porque la “Mamba Negra” ya está aquí.



Rookies

El novato a destacar esta semana es Nate Wolters, que el pasado miércoles disputó el que es probablemente el mejor partido de su trayectoria NBA hasta el momento, y nada más y nada menos que frente a todos unos Spurs. Salió desde el banco para meter 18 puntos —su career high — y repartir 7 asistencias, unos números a la altura de los bases más consolidados de la competición.

Debido a la baja de Brandon Knight, se hizo con el puesto de titular y ha sido regularmente de lo más potable de un equipo en el que es difícil jugar y hacer jugar. Tras el regreso de Knight, Wolters volvió a salir desde la segunda unidad, pero se ha ganado la confianza de Larry Drew. En una temporada tan dura para los Bucks, Nate es uno de los pocos motivos para el optimismo en Milwaukee.