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NCAA Final: Medianoche, la Cinderella despierta de nuevo.
Jorge Diez  | 05.04.2011 - 06:30h.
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#3 Connecticut 53 vs #8 Butler 41

Connecticut: Alex Oriakhi (11 puntos, 11 rebotes, 4 tapones); Kemba Walker (16 puntos, 5/19 TC), Jeremy Lamb (12 puntos)

Butler: Shelvin Mack (13 puntos, 4/15 TC); Matt Howard (7 puntos, 1/13 TC); Chase Stigall (9 puntos, 3/9 T3)



El sabor a final se palpaba en el ambiente desde el inicio, no en vano se enfrentaban el finalista del año pasado y el semifinalista de hace dos (aunque ya solo queden 3 jugadores de aquel equipo en plantilla) Y la primera parte no ha decepcionado ese sabor de final, pues ha tenido más tensión, intensidad y defensa que acierto ofensivo y libertad creativa.

Desde el principio el partido ha estado trabado, pues Butler avisaba con un triple de Stigall, pero luego se mostraban desacertados tanto en el tiro exterior como en las penetraciones en las que se han mostrado intimidados por los centímetros de UConn. Entre otros, un Shelvin Mack que no ha tenido unos primeros minutos muy acertados fallando sus tiros.

Connecticut por su parte se veía atrapada en la tela de araña que siempre teje Butler, y tomaba demasiadas malas decisiones a través de Lamb y Kemba Walker, que intentaban terminar rápido, pero no encontraban la canasta. Butler realizaba una gran labor tanto en la defensa directa del bloqueo como en las rotaciones para cortar todas las vías de agua que el talento de los Huskies les pudieran crear.

Así, a los 7 minutos el partido apenas iba empate a 8 tras dos tiros libres de Howard para Butler. Sin embargo, Kemba Walker ha conseguido deshacerse del ritmo de Butler por un instante, y tras fallar sus 5 primeros tiros ha logrado 5 puntos consecutivos gracias a una canasta y un 2+1.

Pero era un espejismo. Kemba Walker iba al banco a los pocos instantes, por primera vez en los últimos cuatro partidos, como muestra de la intensidad del partido y de que iba a ser una batalla dura. Y UConn ha perdido el poco ritmo que había cogido contagiándose otra vez de la defensa de Butler que les ha impedido anotar durante casi 5 minutos consecutivos.
Butler tampoco estaba acertada, pero poco a poco se ha ido acercando hasta que un triple de Stigall ha dado la vuelta al choque (16-15) con algo menos de 8 minutos por disputarse. Esto ha reactivado por un breve instante a Connecticut que ha vuelto a anotar otro par de canastas rápidas, para volver a caer pronto en el desacierto, hecho que Mack ha aprovechado para empatar el partido a 19 con un triple.

Marcador que prácticamente no se movería hasta el descanso, pues a esa canasta siguieron un rosario de errores y pérdidas de balón que solo Mack convirtió en algo positivo en el último segundo de primera mitad, dejando el partido en un 22-19 favorable a Butler al descanso.


El partido no pintaba mal para Butler, pues a pesar de ser incapaces de anotar en la pintura y de que Connecticut les estaba dominando en el rebote, su buena defensa y el relativo acierto exterior les mantenía en el partido, e incluso les ponía por delante, pero necesitarían mejorar sus errores. Por su parte, Connecticut necesitaría más de Lamb, que llevaba 0 puntos al descanso, y de Walker que llevaba más tiros intentados que puntos en un partido desacertado.


La segunda mitad ha empezado bien para Butler con un triple de Stigall en su primer intento que ponía 6 puntos de ventaja en el marcador y que amenazaba con despegar un poco a los Bulldogs. Pero también fue un espejismo. Un oasis dentro de lo que se convirtió en una terrorífica segunda mitad para Butler.

Enseguida Jeremy Lamb se ponía las pilas y 5 puntos suyos más una canasta de Walker, daban de nuevo el liderazgo del partido a Connecticut por 26-25. Pero el partido no iba a pasar a la historia por el acierto ofensivo y ambos equipos seguían igual de desacertados.

Especialmente una Butler que era incapaz de anotar de ninguna manera. Ni desde el tiro de 3, ni desde la pintura donde llevaba 0 puntos y acumulaba un 1/19 en tiros de 2 que amenazaba con pasar a los anales. Ni Smith ni Howard hoy han encontrado como hacer daño a Oriakhi por dentro, y eso lo han acabado pagando los tiradores que se han resentido, incapaces de deshacerse en la mayoría de las ocasiones de los defensores de los Huskies.

Más de 7 minutos estuvo sin anotar en juego Butler, y en ese período un único tiro libre de Nored era su botín. Con todo, el partido seguía vivo, pues Lamb solo lograba distanciar a UConn a 7 puntos, que Vanzant redujo a 5 rompiendo la sequía anotadora (33-28) a 11 minutos del final.

Pero desde luego no era el partido de Butler que se ha pasado otros 6 minutos sin anotar hasta que Smith (un Smith muy fallón en la recepción de pelotas y en las inmediaciones del aro) ha anotado los dos primeros puntos de Butler en la pintura en el partido. Dos primeros y únicos. Para entonces Connecticut ya había anotado 22 en esa misma zona del campo. Tras la canasta el marcador reflejaba un claro 41-30 que solo dejaba la épica para los Bulldogs.

Oriakhi marcó territorio para distanciar a Connecticut de nuevo, y aunque Mack anotó un par de triples consecutivos que apretaban el partido en 8 puntos con 100 segundos por jugarse, no fue más que el tercer espejismo de la noche. Oasis de puntos en medio de áridas dunas. En un determinado momento del partido, cerca de su finalización, Connecticut llevaba más tapones (9) que canastas Butler (8). Eso lo dice todo.

UConn a través de la línea de personal certificaba el triunfo (53-41), un triunfo que convierte a Calhoun en el entrenador con más edad en hacerse con el campeonato (68 años). El tercero tanto para él como para la universidad, que hasta su llegada no pintaba nada en el panorama universitario.

Ha sido una final fea, llena de imprecisiones, como suelen ser estas finales, más aún si se enfrentan equipos más defensivos que talentosos, y que cierra un irregular Madness y temporada en general.

Es la segunda vez que la Cinderella se despierta abruptamente de su sueño en el último partido del año. Pero este equipo no merece otra cosa que no sea un aplauso. Y aunque el próximo año es muy probable, o casi seguro, que no volverán a estar por aquí, seguro que serán un rival duro y difícil, sea la fase que sea.

La temporada NCAA ha acabado, solo queda contemplar el One shining moment de este año y honrar al campeón. Connecticut Huskies, campeones NCAA 2010-11.




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