Varios jugadores del equipo canario participaron de una divertida sesión de baloncesto con niños de Aldeas Infantiles SOS.

Varios jugadores del Herbalife Gran Canaria protagonizaron ayer una jornada inolvidable con los niños de Aldeas Infantiles SOS, ONG con la que colabora Herbalife, multinacional de nutrición patrocinadora oficial del equipo de baloncesto.

El Centro Insular de Deportes de Gran Canaria fue el lugar donde se celebró el acto, que reunió a los jugadores, tanto del primer equipo como de las categorías de formación del Club Baloncesto Gran Canaria: Xavi Rey, Óscar Alvarado, Fabio Santana, Bakary Konate, Tridon Makonda Y Mamadou Ndiaye Niang. Con ellos, más de una veintena de niños disfrutaron de una tarde en la que aprendieron las técnicas básicas para jugar al baloncesto y pudieron entrenar y jugar mano a mano con sus ídolos.

El entrenamiento comenzó con una pequeña conversación en la que los pequeños preguntaron todas sus dudas a los jugadores y estos les narraron su experiencia en este deporte. Acto seguido, empezó el entrenamiento, que concluyó con un partido donde los niños compartieron terreno de juego con los gigantes canarios.

Al fin de la jornada, tuvo lugar una sesión de autógrafos y fotos, donde los pequeños aprovecharon para llevarse un recuerdo de la jornada y pidieron a los jugadores que les firmaran camisetas y balones que luego pudieron llevarse a casa. Sin duda, un día inolvidable para los pequeños.

SOBRE ALDEAS INFANTILES SOS: Aldeas Infantiles SOS es una organización internacional privada de ayuda a la infancia, sin ánimo de lucro, interconfesional e independiente de toda orientación política. Fue fundada en Imst (Austria) en 1949 y actualmente está presente en 133 países. Su labor se centra en el desarrollo del niño hasta que llega a ser una persona autosuficiente y bien integrada en la sociedad. Trabaja para fortalecer a las familias vulnerables, de modo que puedan atender adecuadamente a sus hijos; protege a los niños que se han visto privados del cuidado parental, a los que brinda un entorno familiar protector en el que puedan crecer sintiéndose queridos, respetados, y acompaña a los jóvenes en su proceso de maduración e independencia.