El Valencia Basket ha retornado esta temporada a la Euroliga, pero de momento, su participación no puede ser más decepcionante, con un nefasto balance de tres derrotas en tres partidos.


El conjunto taronja después su brillante temporada anterior, perdió este verano a su jugador franquicia, Justin Doellman, y a otro de sus pilares básicos, Oliver Lafayette. No obstante y como es habitual en su secretaría técnica, el club reaccionó de la mejor manera posible, reteniendo a otras piezas importantes como Bojan Dubljevic, Romain Sato o Sam Van Rossom, y haciéndose con los servicios de jugadores de primer nivel como Luka Harangody, Kresimir Loncar, Dwight Buycks o una de las nuevas perlas del baloncesto español, Guillem Vives. En definitiva, todo un plantel preparado para competir al máximo, sin descartar repetir la gesta de su última participación en la máxima competición continental, en la que el equipo se quedó a un solo partido de disputar la Final Four, en la temporada 2010-2011.


El conjunto dirigido por Velimir Perasovic debutaba en la Euroliga ante uno de los equipos con mayor potencial de nuestro continente, Olympiacos, cayendo derrotado en la Fontenta por 68-71, compitiendo bien, por lo que este resultado puede estar dentro de lo previsible. Peor ha sido la imagen mostrada en sus visitas, tanto al Galatasaray como al Estrella Roja, ya que en ambos encuentros el equipo ha sido superado por claridad desde el inicio, cuando a priori, no parece que exista mucha diferencia de nivel con estos dos equipos.


Por el momento, su balance en la Liga Endesa no es malo, con 3 victorias y 2 derrotas, así que el bueno de “Peras” debe de dar con la tecla para que el equipo encuentre el camino del triunfo en la máxima competición continental y no se quede fuera del Top 16, algo que sería una tremenda decepción. Parece evidente de que cuesta adaptarse del cambio de disputar la Eurocup a la Euroliga, pero si nos fijamos en la calidad y en la experiencia de la plantilla, también es normal que al equipo se le exija mucho más.


La primera oportunidad de reivindicarse la tiene este viernes en casa ante el Laboral Kutxa y más vale de que empiece a sumar, ya que le queda poco margen de error.